La Cisjordania ocupada sufrió un “día de furia”

La Cisjordania ocupada sufrió un “día de furia”

Al menos dos personas murieron en protestas contra el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel que hizo Estados Unidos. Los manifestantes salieron a la calle después del rezo del viernes, día sagrado para los musulmanes. “Piedras y Kalashnikovs”

ESCALADA. Las protestas comenzaron pacíficamente el martes, pero fueron aumentando en intensidad cuando se confirmó la decisión de Trump.  fotos reuters ESCALADA. Las protestas comenzaron pacíficamente el martes, pero fueron aumentando en intensidad cuando se confirmó la decisión de Trump. fotos reuters
09 Diciembre 2017

JERUSALÉN.- Una multitud protestó ayer, día sagrado para los musulmanes, en el “día de furia” convocado por Hamas, en la zona ocupada de Cisjordania, Gaza y Jerusalén del Este. Con consignas y pintadas, quema de banderas e imágenes, y amenazas de iniciar una nueva Intifada (rebelión popular), miles de palestinos se volcaron a las calles para reclamar contra la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reconocer a la ciudad ancestral como capital de Israel.

El Ejército israelí reforzó desde el jueves las fuerzas de defensa y de inteligencia en Cisjordania, con el envío de batallones, ante la previsión de manifestaciones y, según la emisora de radio Kan, “las unidades de entrenamiento recibieron instrucciones para estar preparadas por si fuera necesario enviar refuerzos”.

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En el resto del mundo árabe y musulmán, miles de manifestantes expresaron su solidaridad con los palestinos y su malestar con la decisión de Estados Unidos.

Los disturbios más importantes ocurrieron en la Franja de Gaza. Allí, la represión a las protestas dejó al menos dos muertos y decenas de heridos, informó el Ministerio de Salud palestinos en Gaza.

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Uno de los fallecidos es un joven de 30 años que fue abatido por soldados israelíes, señaló el ministerio.

Los soldados israelíes abrieron fuego en la zona contra los principales incitadores de los disturbios, dijo una portavoz del Ejército. Algunos fueron alcanzados, agregó.

Al finalizar las plegarias del viernes en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, los fieles se congregaron frente a las puertas de la Ciudad Vieja cantando “Jerusalén es nuestra, Jerusalén es nuestra capital” y “No necesitamos palabras vacías, necesitamos piedras y Kalashnikovs”. Se produjeron algunos enfrentamientos entre manifestantes y la policía.

La decisión de Trump de revertir décadas de política estadounidense y reconocer a Jerusalén como capital ha provocado días de protestas, con la violencia a punto de estallar.

El jueves, 31 palestinos resultaron heridos. Ayer, la Medialuna Roja había reportado más de 100 lesionados en los incidentes.

Algunos enfrentamientos estallaron en lugares de Cisjordania después de las plegarias del viernes, aunque los disturbios parecían menos intensos que el día anterior. En Hebrón y Belén, decenas de palestinos arrojaron piedras contra soldados israelíes que devolvieron la agresión con gas lacrimógeno.

En Gaza, llamados a los fieles a protestar se escuchaban en los altavoces de las mezquitas y decenas de jóvenes quemaron neumáticos en las principales calles del enclave, controlado por el grupo islámico Hamas, mientras cientos se dirigieron a la frontera con Israel.

Hamas ha convocado a un nuevo levantamiento palestino como las llamadas “intifadas” de 1987-1993 y 2000-2005 que provocaron la muerte de miles de palestinos (más de 4.000, según reportes) y cerca de 1.000 israelíes.

“Quien traslade su embajada a la ocupada Jerusalén será enemigo de los palestinos y blanco de facciones palestinas”, dijo el líder de Hamas, Fathy Hammad, mientras manifestantes quemaban afiches con la cara de Trump en Gaza. “Declaramos una intifada hasta la liberación de Jerusalén y de toda Palestina”, agregó.

El estatus de Jerusalén ha sido uno de los mayores obstáculos a un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos durante décadas.

Israel considera a Jerusalén como su capital “indivisible”. Los palestinos quieren la parte este de la ciudad como capital de un futuro estado independiente. La mayoría de los países consideran a Jerusalén del Este, anexada por Israel en 1967, como territorio ocupado, incluyendo a la Ciudad Vieja, que alberga sitios considerados sagrados tanto por musulmanes como por judíos y cristianos. (Reuters)

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