Vendían dosis de paco a 200 metros de una escuela

Vendían dosis de paco a 200 metros de una escuela

Los vecinos denunciaron que estudiantes compraban estupefacientes en un garaje de San Cayetano.

PREPARADO. La escalera servía para pasar la droga por la rendija.         PREPARADO. La escalera servía para pasar la droga por la rendija.
07 Diciembre 2017

“Nos parecía raro que siempre los chicos llegaran a este lugar y se fueran rápido, con cara de susto. Denunciamos y por suerte les encontraron droga a esos delincuentes”, dijo Silvia, vecina de la escuela El Salvador, de San Cayetano. A unos 200 metros, Drogas Peligrosas de la Policía Federal lograba desarticular un quiosco que se dedicaba a la venta de paco y pasta base. Fueron detenidos dos mayores de edad.

Los vecinos siguieron muy atentos el procedimiento. “Esta gente estaba haciendo mucho daño en el barrio. Encima se hacían los pesados con los vecinos porque sabían que sospechábamos de ellos”, comentó Marcos Olea, también vecino.

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Fuentes judiciales confirmaron que la investigación se inició por las denuncias realizadas por los habitantes del barrio. Allí descubrieron movimientos extraños, pero no lograron confirmar en un 100% que se comercializaba drogas. Pidieron un allanamiento, y el juez federal Fernando Poviña los autorizó.

Al ingresar al lugar descubrieron por qué les había resultado difícil comprobar que allí se comercializaba droga. La vivienda tenía dos entradas protegidas por puertas de chapones que son impenetrables hasta para balas de nueve milímetros. Detrás de una de ellas, que era de doble hoja, había una rendija, una escalera apoyada en una pared y una pequeña mesa con una silla.

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Un transa esperaba que le golpearan la puerta. El cliente le hacía el pedido, él le avisaba a un compañero que preparaba la dosis en la mesita instalada allí y luego, por la rendija, recibía el dinero y entregaba las dosis que le adquirían.

“Esta gente desde hace bastante tiempo venía vendiendo drogas. Por eso en la zona, especialmente los fines de semana, se producían los robos. Los chicos, desesperados por consumir esa porquería, salían a buscar cualquier cosa para poder comprar”, comentó Juárez.

Los pesquisas confirmaron que en el allanamiento incautaron unas 490 dosis de paco y la cantidad suficiente para producir unas 120 dosis de pasta base. También se llevaron una suma importante dinero, celulares y anotaciones. “El Gordo”, sospechoso de ser el dueño del quiosco, quedó detenido, al igual que el ayudante que estaba con él cuando se realizó la medida.

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