Intervención en la peatonal para ponerse en el lugar del discapacitado

Intervención en la peatonal para ponerse en el lugar del discapacitado

EN SU LUGAR. Las esculturas realizadas por estudiantes de la UNT. LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA EN SU LUGAR. Las esculturas realizadas por estudiantes de la UNT. LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA
07 Diciembre 2017
intervención en la peatonal
para ponerse en el lugar del discapacitado
“¿Qué podés hacer vos para incluirme en la sociedad?”      Esa fue una de las preguntas que un grupo de chicos con capacidades diferentes les hicieron en la esquina de Mendoza y Muñecas a quienes se sumaron a la propuesta organizada por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) junto con instituciones educativas, direcciones, organismos y organizaciones de la sociedad civil. La jornada “Transitemos Juntos el Paseo de la Empatía” continuará hoy en Concepción. La actividad, enmarcada en el Día de las Personas con Discapacidad, busca fomentar el valor de la empatía a través de la metáfora “Yo me pongo en tus zapatos”. Por eso se instaló una enorme escultura de un par de zapatos realizada por alumnos de la Facultad de Artes y de la Escuela de Bellas Artes de la UNT.
“Salimos con una acción irruptiva porque la idea es visibilizar la discapacidad, quisimos revalorizar el concepto de la empatía, su valor, a través de una expresión artística. Reflejaba ese valor de ponerse en los zapatos del otro”, comentó Ramiro Granado, titular de Inadi en la provincia. El zapato -detalló- era la culminación del paseo. Antes, los visitantes debían pasar por cuatro stands. En el primero, relacionado con la discapacidad visual, se jugaba al “chancho va”, con cartas adaptadas y los ojos tapados. El segundo estaba referido a la discapacidad auditiva y se podía aprender el lenguaje de señas. El tercero estaba dedicado a la discapacidad motriz e invitaba a desplazarse en silla de ruedas con obstáculos por delante. Por último, se podía percibir por medio de la realidad virtual como “vive” el mundo una persona con autismo. Al final, un grupo de chicos con capacidades diferentes hacían preguntas personales relacionadas con la discapacidad.
“El desafío -apuntó Granado- es trasladar la idea de que se puede interactuar socialmente sin encontrar barreras que impidan la participación plena para las personas con una discapacidad. Son sujetos de derechos, son iguales, son trabajadores, son ciudadanos, son esposos, son padres y amigos. Pero adicionalmente tienen una condición que los diferencia: su discapacidad”.

“¿Qué podés hacer vos para incluirme en la sociedad?”

Esa fue una de las preguntas que un grupo de chicos con capacidades diferentes les hicieron en la esquina de Mendoza y Muñecas a quienes se sumaron a la propuesta organizada por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) junto con instituciones educativas, direcciones, organismos y organizaciones de la sociedad civil. La jornada “Transitemos Juntos el Paseo de la Empatía” continuará hoy en Concepción. La actividad, enmarcada en el Día de las Personas con Discapacidad, busca fomentar el valor de la empatía a través de la metáfora “Yo me pongo en tus zapatos”. Por eso se instaló una enorme escultura de un par de zapatos realizada por alumnos de la Facultad de Artes y de la Escuela de Bellas Artes de la UNT.
“Salimos con una acción irruptiva porque la idea es visibilizar la discapacidad, quisimos revalorizar el concepto de la empatía, su valor, a través de una expresión artística. Reflejaba ese valor de ponerse en los zapatos del otro”, comentó Ramiro Granado, titular de Inadi en la provincia. El zapato -detalló- era la culminación del paseo. Antes, los visitantes debían pasar por cuatro stands. En el primero, relacionado con la discapacidad visual, se jugaba al “chancho va”, con cartas adaptadas y los ojos tapados. El segundo estaba referido a la discapacidad auditiva y se podía aprender el lenguaje de señas. El tercero estaba dedicado a la discapacidad motriz e invitaba a desplazarse en silla de ruedas con obstáculos por delante. Por último, se podía percibir por medio de la realidad virtual como “vive” el mundo una persona con autismo. Al final, un grupo de chicos con capacidades diferentes hacían preguntas personales relacionadas con la discapacidad.
“El desafío -apuntó Granado- es trasladar la idea de que se puede interactuar socialmente sin encontrar barreras que impidan la participación plena para las personas con una discapacidad. Son sujetos de derechos, son iguales, son trabajadores, son ciudadanos, son esposos, son padres y amigos. Pero adicionalmente tienen una condición que los diferencia: su discapacidad”.

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