El 1-1 con Dálmine dejó un sabor amargo, aunque el rendimiento abre un mejor panorama

El 1-1 con Dálmine dejó un sabor amargo, aunque el rendimiento abre un mejor panorama

EL MEJOR. “Maxi” Martínez fue la figura de la cancha contra Dálmine. “Trabajo para rendirle al equipo. Espero seguir así”, dijo. LA GACETA / FOTO DE Inés Quinteros Orio EL MEJOR. “Maxi” Martínez fue la figura de la cancha contra Dálmine. “Trabajo para rendirle al equipo. Espero seguir así”, dijo. LA GACETA / FOTO DE Inés Quinteros Orio
05 Diciembre 2017

El no haber podido quebrar la racha negativa jugando en casa fue un puñal en el corazón para todos en La Ciudadela. San Martín tenía todo listo para volver a la victoria en su estadio y subirse de una vez por todas al lote de animadores de la B Nacional. Pero no pudo hacerlo. A pesar de haber jugado su mejor partido de local en el campeonato, la suerte parece haberle dado la espalda.

“Estoy caliente porque queríamos ganar y no lo pudimos hacer”, le contó Esteban Espíndola López a LG Deportiva, sintiéndose en falta con su gente. “Fue una fiesta; impresionante lo de nuestra hincha. Nunca en mi vida vi algo así. Lamentablemente no pudimos darle la alegría que se merecían”, agregó.

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El “santo” fue muy superior en varios momentos del partido. Desbordó y arrinconó a un Dálmine que no sabía cómo frenar el aluvión. “Fuimos muy superiores. Lástima que tuvimos dos distracciones; la del gol y la que pegó en el palo. Por eso el partido se hizo cuesta arriba”, explicó el lateral.

En esa misma línea opinó Walter Busse. “En varios momentos los pasamos por encima. Los jugadores de Dálmine decían eso dentro del campo. No sabían cómo acomodarse. Lamentablemente por ir al frente dejamos espacios que ellos aprovecharon”, sentenció el volante, que tuvo la chance de torcer la historia, pero le sacaron de la línea el remate que hubiera sido el 2-1. “Todavía no lo puedo creer. Me dejó una bronca terrible”.

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El empate no sólo dejó un sabor agridulce por lo que generó el equipo pero a pesar de eso no pudo volver a ganar en su reducto. La cima sigue a cuatro puntos, cuando pudo haber recortado a dos esa distancia y la clasificación a Copa Argentina aún no está sellada. “Vamos a clasificar”, prometió Espíndola López.

“En Jujuy nos jugamos una final. No sólo por ese motivo sino porque queremos terminar el año de la mejor manera para arrancar el próximo año bien cerca de la cima del torneo”, aseguró Maximiliano Martínez, la figura de la cancha. “Me estoy sintiendo cada vez mejor, a pesar de que no hice la pretemporada. Espero seguir jugando en este nivel”, concluyó.

Bronca y tranquilidad fue el cóctel que dejó el empate del domingo. El equipo no pudo ganar, pero el nivel que mostró en muchos pasajes invita a ilusionarse con un futuro mejor. Que así sea, imploran los hinchas.

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