Con el pie en el freno

Con el pie en el freno

De cuatro especiales, sólo se corrió uno debido al mal clima que complicó las comunicaciones.

CORRIERON POCO. Las máquinas “descansan” en la asistencia, luego de haber sido exigidas por sus dueños en apenas un especial; el resto, anduvieron en enlace. LA GACETA / FOTOS DE Inés Quinteros Orio CORRIERON POCO. Las máquinas “descansan” en la asistencia, luego de haber sido exigidas por sus dueños en apenas un especial; el resto, anduvieron en enlace. LA GACETA / FOTOS DE Inés Quinteros Orio
03 Diciembre 2017

Hizo de las suyas nomás. Las condiciones climáticas le pusieron freno, casi de mano, al acelerado entusiasmo que todavía persiste en Tafí Viejo. El clima no venció del todo al Gran Premio Coronación, que hoy cierra la temporada 2017 del rally tucumano.

Sí, la naturaleza gana por goleada. Ya en la noche del viernes, por la lluvia, el clima se anotaba el primer gol ya que el súper especial en Lomas de Tafí se suspendió. Ayer, no se corrieron tres de las cuatro pruebas especiales, no tanto por las condiciones de los caminos, sino por las comunicaciones. “Las nubes no dieron lugar a que funcione la radio. En caso de accidente, no se podía avisar a la ambulancia”, sintetizó Federico Ruiz Campo. Junto a Andrés Reginato, el navegante lidera la clase A-7. “Quería seguir corriendo, pero al no tener comunicación, me pareció correcta la suspensión”, reflexionó “Fefo”.

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El clima, a los que más hizo doler la cabeza, fue a los integrantes de la Agrupación de Cronometraje Deportivo. “Las condiciones climáticas complicaron la transmisión en VHF, que es la que usamos. La ‘endureció’”, empezó su relato Luis Roberto Lucero, titular de Acrode. Lucero recurrió a un ejemplo cotidiano para entender lo que pasó en los tramos Papelera-Potrero de Las Tablas y Los Membrillos-El Siambón, el que sí pudo transitarse una vez. “Cuando uno está en casa usando el celular y se va moviendo hacia el patio, si el Wi-Fi está en el comedor, la señal va bajando porque hay paredes. Del baño, la pieza, la cocina... son como barreras”, describió. Entonces, el combo lluvia, neblina y nubes bajas fue como una muralla. “Las nubes hicieron una condensación de agua y generaron mucho campo magnético negativo. Eso ‘endureció’ la comunicación”, explicó.

Si bien los pisos estaban firmes para correr, la visibilidad era poca, otro punto que se consideró para suspender la prueba. “El auto se ‘bancaba’ los caminos. Estaba un poco complicado, nada más”, calificó Exequiel Giorgi, navegante de Pablo, su hermano, los únicos que corren en un auto con tracción en las cuatro ruedas. Los cordobeses tuvieron problemas con el diferencial central y el turbo, pero se reenganchan hoy. “Sufrieron mucho los autos de tracción simple”, indicó Giorgi. Armando Olasso Medici le da la razón a su colega ya que, a su Fiat 128, se le rompió el motor. “Los caminos no estaban transitables. Estuvo bien que lo corten”, opinó el corredor.

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