Cartas de lectores
30 Noviembre 2017

El Ara San Juan I

¡Muchachos los esperamos! Es el clamor de un país. ¿En el medio? La especulación, la insensatez y la bajeza. Una señora, en un almuerzo televisado, anuncia, como vocero gubernamental no autorizado, que “la tripulación está seguramente fallecida”, caracterizándolo como un “acontecimiento irreversible”. “El Estado no puede decirlo -sostiene- hasta que tenga una certeza”. ¿Certeza? ¿Y el Estado? El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, es decir el Presidente de la Nación, no se ha pronunciado. Solamente un “no tenemos que aventurarnos a buscar culpables”. Un silencio macabro como el del llamado Ministerio de “Defensa”. La máxima autoridad, tampoco, sabe qué pasó y por qué pasó. No sabe de “dónde provienen las balas”. Se expresa como si durante su gestión no se hubiera perdido un submarino con 44 tripulantes. No brinda seguridad y contención. Parece no asumir su rol de estadista. No se hace cargo. Sólo quedan especulaciones sobre “el estado del submarino en la previa y la pertinencia de la autorización técnica para salir, según altas fuentes del Gabinete” ¿Estamos ante un operativo de encubrimiento de proporciones? La hipótesis más firme sobre lo ocurrido con el ARA San Juan apunta a un problema con las baterías de la nave. Ahora viene el escenario con una fruta envenenada: “la Casa Rosada comenzó a manejar como hipótesis el ‘factor humano’”. ¿Sobre la base de qué pruebas? Ninguna. Poniendo en dudas la sapiencia y capacidad de su tripulación. Sigue en la sombra la respuesta sobre cuál era la misión a la que había sido enviada la tripulación de la nave, considerada “confidencial”. Lo cierto es que semanas atrás se aprobó en el Senado un pedido del Gobierno para la realización de maniobras conjuntas con tropas estadounidenses que incluye ejercicios de guerra antisubmarina. ¿Envió el Gobierno a la nave en esas condiciones para no desairar a EEUU? Es paradojal que a un Gobierno, apoyado plenamente por la familia militar, se le pierda un submarino de la marina de guerra. Al “muchachos, los esperamos” se le debe unir el pedido de completo esclarecimiento de las responsabilidades que condujeron a esta tragedia y la publicidad de todos los documentos secretos referidos a la misión y las condiciones técnicas del ARA San Juan, para que el Estado deje de encubrirse a sí mismo.

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Pedro Pablo Verasaluse

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El Ara San Juan II

Muchos lectores dieron sus opiniones en esta columna respecto del hundimiento del submarino ARA San Juan. Es una tragedia que enluta a 44 personas y sus respectivos familiares, y quisiera remarcar que si uno revisa a través de internet los hundimientos de submarinos de otras naciones, veremos que nada menos que las dos potencias más grandes del mundo, como Estados Unidos y Rusia, han sufrido este trance. Y no una, sino de varias veces: entre ellos, el submarino Threscher, el Scorpion y otros de EEUU, y el famoso Kursk ruso y varios más de Rusia. Lo agravante es que casi todos esos submarinos eran a propulsión atómica, es decir, no funcionaban a baterías cargadas con motores diesel como el ARA San Juan. Me parece cruel que tanto el Gobierno nacional como la Armada Argentina sufran críticas por el hecho de que esta nave se hundiera por fallas producto del riesgo marino y no por otra cosa. Ello, al margen de que según los comentarios hubo conductas reñidas con la moral en la compra y reparación de las baterías. Tampoco vale juzgar posibles ocultamientos de información de la Armada hacia el presidente Macri y el ministro de Defensa, casos que nada tienen que ver con el accidente en sí.

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Juan Carlos Lionti

Monteagudo 1.209

San Miguel de Tucumán

El Ara San Juan III

En los 59 años de vida que tengo aprendí que Dios nos habla a través de su palabra escrita en la Biblia, de personas que están -aparecen o desaparecen de nuestra presencia- y de hechos, es decir, acontecimientos que pueden o no tenernos como protagonistas. Uno de estos últimos es la desaparición del submarino ARA San Juan, con 44 tripulantes a bordo. Esto tiene en vilo a sus familiares -principalmente-, a todos los argentinos y al resto del mundo. Todos mantienen sus corazones alertas a la espera de una buena noticia. Y por esta intención, a los cristianos creyentes (y a los no creyentes que quieran adherirse) les pido que respondan a una solicitud que circula por las redes, de rezar todos los días un Padrenuestro a las 23, en una muestra de mancomunado esfuerzo por el bien de los hermanos que están en el submarino. Obviamente, el horario no es lo más importante, ya que si se lo olvida, se puede hacer la oración o tantas oraciones como se desee, en cualquier momento del día.

Daniel Chávez

[email protected]

Decisiones a “contrapelo”

El término popular “marchamos a contrapelo” quizá sea la mejor síntesis para evaluar las cuestiones políticas que nos toca vivir. Como se recordará, el 26/6/17 el Papa Francisco, gran conocedor de lo que es la desocupación en nuestro país y sus consecuencias, efectuó un llamado a los gobiernos para que pasen a retiro a todos aquellos empleados en edad de jubilarse. En nuestro país, 60 años para las mujeres y 65 para los varones. En el caso de las tareas insalubres se reduce la edad. En los tres casos, se daría lugar a que ingresen al sistema laboral los jóvenes desocupados. Pero resulta que a escasos meses de aquel pedido del Santo Padre, el Gobierno nacional, en sentido contrario, impulsa una medida optativa: poder jubilarse a los 70 años. Al mismo tiempo, la Legislatura tucumana proyecta municipalizar varias comunas rurales, argumentando la cantidad de habitantes que tienen. Sin desmerecer las necesidades y el anhelo de esas poblaciones, previamente debería verificarse fehacientemente la tasa genuina de recaudación con la que cuentan y los demás presupuestos. Caso contrario, se sumarían a las otras municipalidades que, por insolventes, prolongan sin fin “el pacto social” con el que los “maneja” el poder central. ¿Les parece poco que en Tucumán, la provincia más chica del país, haya 19 municipalidades y 93 comunas? Mientras tanto, el titular del Poder Ejecutivo provincial deambula por otros países en busca de inversionistas privados que vengan a estas tierras. Antes de estas gestiones, el Gobernador había firmado con el Presidente el “Pacto fiscal”, proyectado desde la Casa Rosada para modificar hacia la baja los impuestos provinciales y los gastos públicos. Si este escenario no termina siendo el ideado y se mantiene a “contrapelo”, no podrán “borrar con el codo” lo firmado de puño y letra. La “vaca lechera” del fisco no termina de acomodarse por la recesión, y por las deudas contraídas podría, en unos cuantos meses, entrar en “cuarentena”.

Ysmael Díaz

Mario Bravo 247

Banda del Río Salí

La Primera Confitería

A través de LA GACETA me enteré del proyecto de la arquitecta Natalia Cerasuolo sobre la recuperación de la llamada Primera Confitería. Es muy buena la idea; sin embargo no estoy de acuerdo con ese proyecto y explico por qué. Recuerdo los tiempos en que, al subir al cerro San Javier por la ruta 338, de pronto, a un costado, en medio de la selva tucumana, aparecía una casa de acogedora arquitectura, de paredes blancas y rojo techo de tejas. Estaba rodeada por el frondoso verdor, en medio de lo que componía una imagen encantadora, casi propia de un cuento de hadas que ha quedado en mi memoria. Por eso opino que la restauración debe ser hecha con el fin de recrearla, pues era uno de los lugares más singulares del patrimonio paisajístico tucumano.

Teresa Piossek Prebisch

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Biocombustibles

Son inverosímiles los argumentos de las petroleras para justificar el recorte de precios al bioetanol, basados en referencias brasileñas que probaron ser insostenibles, estancaron al sector y produjeron el cierre de casi cien ingenios. Tal fue el descalabro, que el Congreso de ese país, en trámite express, ayer dio media sanción al programa RenovaBio. Entre sus directrices prevé adoptar instrumentos para valorizar la relación de eficiencia de emisiones y de mecanismos que premian las energías sustentables. Además, establece una política para combustibles de forma conjunta, con énfasis en el reconocimiento de las externalidades positivas de los biocombustibles. Entre sus instrumentos, establece metas nacionales de reducción de emisiones para la matriz de combustible, que son abiertas entre los distribuidores de combustibles en metas anuales individuales, acordes a su participación en el mercado de combustibles fósiles. El programa crea un instrumento denominado Crédito de Descarbonización por Biocombustibles (CBIO), basado en la certificación de la producción de biocombustibles, atribuyendo notas diferentes para cada productor, en valor inversamente proporcional a la intensidad de carbono del biocombustible producido. Los CBIO son un activo financiero, negociable en bolsa, que emite el productor de biocombustible, a partir de la comercialización del crédito fiscal. Los distribuidores de combustibles, a su vez cumplen su correspondiente meta al demostrar la propiedad de CBIOS en su cartera. De esta manera el precio final del biocombustible además de la transacción tradicional, debe sumar la correspondiente adquisición del CBIO por las distribuidoras. Cabe acotar que desde el punto de vista ambiental, según la estimación de la Agencia de Protección Ambiental Norteamericana (en inglés, EPA), el etanol de caña emite hasta 90% menos de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en relación a la nafta, y presenta además una gran ventaja sobre el etanol de maíz, cuya reducción de GEI respecto a la nafta es de 38%.

Santiago Paz-Brühl

Chubut 2.900

Yerba Buena


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