El piano enmudeció las máquinas de la terapia intensiva del hospital

El piano enmudeció las máquinas de la terapia intensiva del hospital

El Centro de Salud incorporó un llamativo proyecto: música en vivo, que contribuye al bienestar de los pacientes.

 -DESGRANANDO EL REPERTORIO. nICOLAU TOCA PARA LOS PACIENTES.-  LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.- -DESGRANANDO EL REPERTORIO. nICOLAU TOCA PARA LOS PACIENTES.- LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
25 Noviembre 2017

Piiip, piiip, piiip, piiip. Así todo el día. Y toda la noche. Alguna que otra charla, siempre en voz baja, entre los enfermeros y los pacientes que recuperan la conciencia para pedir algo, para enojarse, para hacer alguna broma. Pero siempre vuelve el piiip, piiip, piiip, piiip de las máquinas a las que todos están conectados.

A veces, pocas veces, puede cambiar la “música ambiental” de las salas de cuidados intensivos de los hospitales. Es lo que pasó cuando el músico Antonio Nicolau instaló su piano en el Centro de Salud para que los pacientes vivieran un momento diferente y también para colaborar con su recuperación. Lo hizo en el Servicio de Cuidados Intermedios (una especie de terapia intensiva) y en la Unidad Coronaria, unos 20 minutos en cada lugar.

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Después de varios días internada, Isabel sonrió. La paciente tiene 60 años y apenas puede respirar o hablar por su EPOC, agravado durante los últimos días. “Sí, me gusta la música”, logró responder cuando se lo preguntaron los enfermeros. Los otros pacientes, de las restantes siete camas, estaban dormidos. “Pero en el fondo pueden escuchar la música. Todos escuchan. La música activa la hipófisis y con eso desencadena una serie de reacciones que mejoran el estado de los pacientes”, señaló Alejandra Acosta, enfermera y jefa de la Unidad de Humanización del hospital.

El Centro de Salud es el único hospital tucumano que cuenta con una unidad de este tipo, con injerencia transversal en todos los servicios del centro asistencial. Comenzó a funcionar el 8 de marzo de este año y, además de música en vivo, articula la visita de payasos terapeutas, de talleres para los pacientes internados y charlas con los familiares, entre otras iniciativas. “Como lo dice el nombre, el objetivo es humanizar los vínculos en el hospital. El sistema, de algún modo, nos convierte en números tanto a nosotros los profesionales como a los internados y lo que se busca es darle un enfoque desde la persona”, explicó Acosta.

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Según la enfermera, que en ocasiones se pone el traje de payaso para visitar las salas de internados, con este servicio han logrado disminuir el enojo y la violencia que suele generar el contexto hospitalario, tanto de parte de los pacientes como de sus familias. “Es entendible porque se ponen en juego emociones como el miedo, el enojo, la culpa, la tristeza. Muchas veces la gente lo único que necesita es hablar y que alguien la escuche”, agregó.

Repertorio 

La iniciativa de llevar música al hospital fue de Nicolau, músico y compositor, conocido en el ambiente artístico como “Antoine”. El año pasado ganó un premio del Instituto Nacional de la Música (Inamu), un vale de producción para replicar su proyecto musical llamado “Astral”. “El premio requería una contraprestación en la que la música pueda generar un cambio. Y como siempre he vivido cerca del hospital estoy muy familiarizado con todo lo que pasa acá adentro. En mi infancia venía a jugar a la pelota en el Centro de Salud. Me pareció buena idea hacer música en este contexto”, contó.

Desde algunas piezas propias hasta Bach y una versión de “Luna Tucumana” formaron parte del repertorio que ofreció Nicolau. “Con la música se puede crear ambientes, y creo que un ambiente confortable es lo que mejor se adapta a un hospital -describió-. Además, no se puede hacer algo que sobresalte a los pacientes ni con mucho volumen”.

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