Cartas de lectores
18 Noviembre 2017

Pedido por violencia de género

Hace más de 10 años estoy sufriendo violencia de género. Una de las tantas veces que me golpeó, me dejó inconsciente. Esta semana tuvimos una discusión porque no quería darle plata. Esta vez, más allá de los insultos, me golpeó la espalda con una banqueta de armazón de hierro. Ese mismo momento llamé al 911 y me contestaron que tenía que dirigirme a calle Don Bosco al 1.800, donde se encuentra la Comisaría de la Mujer; que ellos “nada podían hacer”. Cuando pude salir de mi casa, llegué por aquel domicilio y, sin mediar una palabra, me mandaron a sacar un número y a “anotarme” para que me atendieran y, recién entonces, plantearles mi situación. Lo raro es que afirmaron que la denuncia no me la podían recibir. Cuando logré hablar con las personas a cargo, me señalaron que si llegaba a “poner la denuncia” tenía que esperar “para ver si el fiscal autorizaba la detención” de mi agresor. Que no dependía de ellos. Ante lo cual le contesté que si debía matarlo para que ellos pudieran actuar. Me siento indefensa; impotente. No sé adónde ni a quién acudir. Tal vez esperan que me mate para proceder.

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ER

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N de la R: por razones legales y de seguridad, se preserva el nombre y la dirección consignados por el remitente del correo enviado a esta redacción.

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Prestación del Subsidio de Salud

Son $ 70.000 por mes los que deberá pagar la obra social provincial (Subsidio de Salud) para el enfermero y kinesiólogo de un niño con discapacidad, hijo de Verónica, con la que hicimos un amparo judicial. De ahí es que puede deducirse que la burocracia y las demoras en las coberturas, que es costumbre en esta y muchas obras sociales, responden más que a la negligencia a la especulación. Es que con el paso del tiempo, con ese “dormir” o “retrasar” muchos pedidos de coberturas que terminan denegándolos, se ahorran todo ese tiempo de tratamiento. Y por supuesto que socavan la buena fe de aquellos afiliados que aportaron cuanta documentación se les va pidiendo durante el proceso. Si por caso se cumplieran los tiempos lógicos de los reclamos y de las necesidades, y si la regla no fuera la excepción, se respiraría una realidad más digna en ese servicio social.

Juan Manuel Posse

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Impuestos y fondos públicos

Con relación a la carta de de la señora María Sánchez (17/11), sobre los impuestos y el manejo de fondos públicos, quiero expresarse en un todo de acuerdo con ella, pero no puedo dejar pasar por alto una situación de suma gravedad y es el daño que causa a toda la población de Lules el aumento en forma directa del 18% en la factura de la luz. No voy a entrar en el análisis de “dónde van a parar” los más de $ 26 millones mensuales (informado por LA GACETA) que el intendente recibe, y sin hacer obra pública alguna. Pero sí me parece oportuno remarcar que mientras el señor Gobernador asegura que no permitirá aumento tarifario, el intendente de Lules intenta hacer lo contrario en forma arbitraria. En lo personal me afecta notoriamente dado que mi factura supera holgadamente los $ 3.000, y ese gasto incide en la economía de mi microemprendimiento de fabricación de ropa.

Verónica Cabrera Guzmán

Barrio 60 viviendas

Lules


Estudio para construir un estadio

Es increíble que se destinen tantos recursos para estudiar la factibilidad técnica y la elaboración de un proyecto para construir un estadio único para usos eventuales. Es “inflar” un Estado sobredimensionado que hoy es deficitario. Ejemplos mundiales abundan. Lo más útil y menos oneroso sería refaccionar algunos de los existentes, y recuperar la inversión en el corto plazo (ocurrió con los de River y Vélez, por ejemplo, en el mundial del 78). La ubicación es también controversial. Sin considerar otras alternativas aptas para el emplazamiento, se marginan localidades como Los Ralos o zonas aledañas. En otros tiempos se perjudicó a nuestro pueblo con el cierre del ingenio (1966). Incluso nos humillaron con la instalación de los residuos urbanos en Overá Pozo. El objetivo de nuestros políticos debe ser dignificar, sin denigrar ni estigmatizar a nuestra comunidad por errores del pasado. Así, se hace necesaria una reparación histórica que contemple el desarrollo integral y sustentable en el futuro, generando fuentes de trabajo real y perdurables y neutralizar la migración de nuestros jóvenes y familias a otras ciudades. Para evitar la recurrencia a los servicios foráneos, por más pergaminos que tengan, hay acá estudios profesionales y cuatro universidades con antecedentes idóneos e ideales para desarrollar cualquier proyecto. Y ese ahorro se podría destinar a reflotar el tren de pasajeros y cargas para toda la Provincia, por ejemplo. Por eso no se entiende tal gasto en aquel proyecto, si estamos en emergencia económica.

Pablo Ricardo Lagartera

Manzana D, Barrio Belgrano

Los Ralos


La grieta y los medios

La llamada “grieta” tiene su máxima expresión en los medios de comunicación. Parte de ellos dedican espacio durante la semana a hablar de los otros medios. Unos, los críticos, son para los rivales, los “medios hegemónicos”. Los otros, favorables al Gobierno, “los oficialistas”. Cualquier sentencia judicial favorable o contraria a un medio es noticia. La última vez pasó en los años 50 y duró 40 años. Ojalá alguna vez podamos superar esta grieta política, porque dos medias Argentinas no suman una Argentina. En estos tiempos se puso énfasis entre el “ellos” y el “nosotros”, y lo transformaron en la diferencia entre el amigo y enemigo, que es todo aquel que no piensa como uno. Esta situación, hoy una realidad, se produce en países con liderazgos fuertes, alimentados con un lenguaje bélico, con campañas que se convierten en “batallas” para animar a los militantes y que provocan que los simpatizantes lleguen a definirse como “soldados” de la causa. Sin ir más lejos, esta desbordada situación se produjo en Tucumán con la entrega de diplomas a los diputados electos y terminó con un escándalo. Los militantes de Monteros y Medina se habrían enfrentado con militantes del intendente Alfaro. Estaban identificados con remeras y pancartas. En un momento comenzaron a insultarse y luego la pelea continuó con golpes de puños, pedradas y corridas. Existen otras formas de dirigirse al adversario político que no sean como “el enemigo”. Es tiempo de cambiar la cultura de hacer política. A nivel nacional, la “grieta” se consolidó con el liderazgo de Cristina Fernández, dueña de un estilo confrontativo, agresivo, desgastante y difícil de asumir para la sociedad. Además, perdió las elecciones en las que Scioli la representaba. Fue abatida y “golpeada” en todo el país. Pero la “grieta” no es un fenómeno actual. Tiene 200 años. La Argentina es dueña de una historia de conflictos y bandos, realistas versus independentistas, unitarios y federales, peronistas y antiperonistas, anarquistas y Estado, radicales o conservadores, morenistas o saavedristas. Entre 1853 y 1861 hubo dos Argentinas: Confederación Argentina y provincia de Buenos Aires. Eran dos países con economías y representantes distintos, cada uno por su lado. Hoy en el país hay un estado de “grieta” permanente. Si no lo resolvemos los propios ciudadanos será interminable. Y esto me recuerda un pensamiento de Saramago: “Los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”.

Julio Argentino Gómez

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La torpeza de los políticos

En relación a las cartas de Luis Vides Almonacid y Angel Salguero (15/11), cuando creemos que ya hemos visto todo sobre torpeza de nuestros políticos, siempre hay algunos que se destacan. Aún queda mucho que ver; tienen muchas travesuras y caprichitos para ofrecer con el fin de desviar la atención de lo más importante, que por desidia o incapacidad no se ocupan en resolver. El desorden, la mentira, la insensibilidad y la falta de responsabilidad siguen siendo el común denominador de estos “niños” malcriados. Ni hablar de la impericia, la ética y la moral. Deberían dedicar su tiempo a solucionar la pobreza extrema que afecta a la niñez y los adolescentes, la desnutrición y abandono de niños y ancianos, la trata de personas, la violencia de género, la inseguridad. Aparentemente la ética en la política fue derrotada, y vale entecos la frase de Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Y para algunos, esos medios son la codicia, el nepotismo, la corrupción, la mentira y la impunidad.

Pablo José Giunta

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Caos en el tránsito

Aprender es un trabajo (La Tragedia Educativa, Guillermo Jaim Etcheverry). No es un juego. Un megáfono, el auto pedagógico -mañana será un globo aerostático o un dron- no dan resultados porque aprender demanda sacrificios y requiere de un docente capacitado. Si debo conocer 2.164 (entre todas las categorías de municipios) boletines oficiales diarios, estamos en problemas (LA GACETA 28/9). El funcionario debe saber que el artículo 22 de la Ley 24.449 y modificatorias expresa: “sólo son exigibles al usuario las reglas de circulación, expresadas a través de las señales, símbolos”. La ley nacional, a la que adhirieron la Provincia y el municipio, tiene un extenso reglamento (Decreto 779/95) y en su anexo L habla (artículo 22) del sistema de señalización vial uniforme: “Las órdenes transmitidas a través de este sistema son obligatorias para el usuario al que están destinadas, constituyendo contravención su falta de cumplimiento, en tanto y en cuanto aquellas se ajusten al presente”. El reglamento indica sobre las señales. En general, se colocan sobre un soporte al costado derecho de la vía (eventualmente al izquierdo). Acá es al revés. La señal se coloca en un soporte rígido afirmado fuera de la calzada o sobre la pared frentista. Acá está colgada de un semáforo, clavado en un árbol, sujeto a un poste o columna del alumbrado. En avenida Mate de Luna al 1.600 un cartel indica que la velocidad máxima en avenidas es 60 km/h. En este diario (31/3) el funcionario dice que para esa avenida la velocidad es de 40, 60 o 70 km/h. ¿Qué se debe cumplir? Para la ley, los lomos de burro son obstáculos que deben ser eliminados. Hay cientos de ejemplos más. La Municipalidad debe saber que antes de aplicar debe cumplir su parte. La capital no termina en el microcentro o en las cuatro avenidas. Si cada sector involucrado no asume su responsabilidad y grado de la misma, no hay solución. En esta provincia siempre la culpa la tiene el otro. El problema de la pésima o nula señalización es en toda la provincia. Por algo ocupamos el cuarto lugar en la Argentina, en cantidad de muertes en accidentes de tránsito. Los tucumanos –-todos- hacen cualquier cosa, en cualquier momento y lugar, y como se les da la gana.

Héctor J. Francisco

Próspero Mena 83

San Miguel de Tucumán

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