Efectos del cambio climático en la salud de las personas

Efectos del cambio climático en la salud de las personas

MIAMI, EL 10 SEPTIEMBRE PASADO. Desastres como el provocado por el huracán Irma deben crear conciencia sobre el impacto del clima en los seres humanos. REUTERS MIAMI, EL 10 SEPTIEMBRE PASADO. Desastres como el provocado por el huracán Irma deben crear conciencia sobre el impacto del clima en los seres humanos. REUTERS
14 Noviembre 2017

César Chelala | Consultor internacional de salud pública

Las recientes catástrofes de la naturaleza en los Estados Unidos y Puerto Rico -que podrían estar relacionadas o empeoradas por el cambio climático- ponen en foco los efectos que este fenómeno tiene sobre la salud.

Publicidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tendencias de calentamiento y precipitación asociadas con el cambio climático siegan anualmente más de 150.000 vidas. En cuanto a los costos socio-económicos de este fenómeno, es posible que aumenten con el tiempo, lo que subraya la necesidad de desarrollar enfoques más efectivos para solucionar o por lo menos disminuir el impacto negativo de este problema.

El calentamiento global se ha acelerado en las últimas décadas y, como resultado, los niveles del mar están aumentando, los glaciares se están derritiendo y los patrones de precipitación están cambiando. Como hemos visto recientemente en el Caribe y América del Norte, los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y también lo han sido las consecuencias en la vida de todas las poblaciones afectadas.

Publicidad

La salud de las personas es el resultado de factores como la composición genética, la nutrición, el nivel de actividad, el entorno social, el estado económico y la educación, entre otros. Además de éstos, existen otros elementos determinantes de la salud, tales como el aire limpio, el agua potable, alimentos suficientes, un refugio seguro y acceso a la atención médica, todos los cuales se ven afectados -directa o indirectamente- por el cambio climático.

Aunque el cambio climático puede traer algunos beneficios circunscriptos, como ser una menor cantidad de muertes en invierno y un aumento en la producción de alimentos en algunas regiones como resultado del aumento de la temperatura, sus efectos sobre la salud son en su mayoría negativos. Estos efectos incluyen enfermedades infecciosas y alérgicas, así como problemas de salud mental causados por el desplazamiento de la gente de sus hogares y, en la mayoría de los casos, su colocación en situaciones de vida más precarias.

A nivel mundial, el número de desastres naturales relacionados con el clima se ha triplicado desde la década de 1960. Esto resulta en una ingente cantidad de muertes (algunos cálculos indican más de 100.000 decesos por año), que ocurren principalmente en países en desarrollo.

El aumento del nivel del mar y las condiciones climáticas extremas no solo destruyen los hogares sino que también afectan las instalaciones médicas y otros servicios sociales y sanitarios. Las inundaciones contaminan los suministros de agua potable y aumentan el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua; y crean, además, un caldo de cultivo para los mosquitos, con su considerable capacidad de portar enfermedades.

La malaria, transmitida por el mosquito Anopheles, produce la muerte de casi un millón de personas cada año -principalmente niños africanos menores de cinco años-, y está fuertemente influenciada por el clima. Y también lo es el mosquito Aedes, vector del dengue, una enfermedad muy debilitante. Se estima que hay 390 millones de infecciones por dengue en todo el mundo cada año, y alrededor de 96 millones resultan en enfermedades. De acuerdo a cálculos preliminares, el número de personas afectadas por el dengue aumentará sustancialmente en las próximas décadas.

El aumento de las temperaturas y los patrones de precipitación alterados probablemente disminuirán la producción de alimentos básicos, particularmente en los países africanos más pobres. Esto dará como resultado un aumento de la malnutrición y la desnutrición, especialmente entre los niños, que actualmente causan 3,5 millones de muertes cada año.

Un panel de las Naciones Unidas (ONU) sobre cambio climático informó que el calentamiento global podría reducir la producción agrícola hasta en un dos por ciento cada década durante el resto del siglo, mientras que la población crecerá a 9.600 millones en 2050, desde 7.200 millones hoy.

Las temperaturas más altas aumentan las concentraciones de ozono a nivel del suelo asi como las las enfermedades respiratorias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. El cambio climático también prolongará las temporadas de transmisión de importantes enfermedades transmitidas por vectores y modificará su distribución geográfica, según la OMS. En ese sentido, es preciso señalar que la migración de las enfermedades responde a dinámicas complejas, de las cuales la temperatura es un factor adicional.

Aunque todo tipo de poblaciones se ven afectadas por el cambio climático, los niños, las personas mayores y los pobres son más vulnerables. Los países con una infraestructura de salud débil y acosadis por problemas económicos serán los menos capaces de responder con asistencia adecuada, una situación que se ve crudamente ahora en Puerto Rico.

Incluso si se pueden llevar a cabo muchas acciones a nivel individual, es necesario fortalecer la conciencia de los gobiernos sobre la gravedad de la situación y la urgencia de crear mecanismos adecuados para responder a este desafío. De lo contrario, ignoraremos el daño producido a nuestro propio riesgo.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios