El obispo benemérito

El obispo benemérito

Dictamen legislativo sobre su aporte en 1839.

JOSÉ EUSEBIO COLOMBRES. Busto del prelado en el parque 9 de Julio. Se descubrió frente a la que fue su casa, en 1916. JOSÉ EUSEBIO COLOMBRES. Busto del prelado en el parque 9 de Julio. Se descubrió frente a la que fue su casa, en 1916.

Es conocido que, en 1839, una ley de la Provincia declaró ciudadano benemérito al obispo José Eusebio Colombres, por haber aclimatado en Tucumán la caña de azúcar. Además, la norma eximía a su plantación del pago del diezmo durante 20 años. Era un proyecto del diputado Salustiano Zavalía, y fue girado a la Comisión de Hacienda de la Sala de Representantes, para que dictaminase al respecto.

Firmado por Benito Zavaleta, se emitió ese dictamen el 4 de junio. No es muy conocido. Expresaba que la “nueva industria” difundida por Colombres, “es incontestable que ha aumentado nuestra riqueza de un modo notable. Ella, sin exageración, produce anualmente como 50.000 pesos, y suministra medios de subsistencia a una porción considerable de nuestra sociedad, que se ocupa en los muchos establecimientos que ya tenemos”.

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Agregaba que “prescindiendo del aumento de la riqueza y de la comodidad en que se hallan algunas familias, debido sólo a ese ramo de industria”, el beneficio ya “sería suficientísimo para que la Honorable Sala de Representantes acordase algún premio al autor de tantos bienes”. Si las penas y las recompensas eran del resorte de los legisladores, estas últimas debían acordarse a “los hombres filantrópicos y amigos de la humanidad, aunque no sea más que por lo raros que son. ¿Y quién podría disputarle aquellos títulos al benemérito ciudadano doctor don José Colombres?”.

El pueblo había sabido apreciar sus servicios. Tributaba a Colombres “estimación y respeto”, y “preciso es que sean muy pronunciados los bienes que se hagan a un pueblo, para que se obtenga aquella recompensa”. En cuanto a la eximición del diezmo, se basaba en el principio de que “los promotores de establecimentos útiles se animan con el aliciente del premio”.

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