Son tiempos de empresas transparentes

Son tiempos de empresas transparentes

Endeavor Guibert Englebienne y Martín Migoya, dos de los socios de la compañía tecnológica Globant, reflexionan sobre el emprendedurismo. Hay una nueva generación que está pensando más a largo plazo, afirmaron los empresarios, a su paso por Tucumán.

HITO. El 18 de julio de 2014, Globant empezó a cotizar en la bolsa neoyorquina. La compañía ahora apuesta a la Inteligencia Artificial. foto de archivo HITO. El 18 de julio de 2014, Globant empezó a cotizar en la bolsa neoyorquina. La compañía ahora apuesta a la Inteligencia Artificial. foto de archivo
08 Octubre 2017

La charla con Martín Migoya y Guibert Englebienne transcurre a bordo de un remise, camino al aeropuerto Benjamín Matienzo. Un trayecto que apenas alcanzará para semblantear los perfiles de estos dos ingenieros que, con otros dos socios, construyeron la empresa de servicios tecnológicos Globant, hoy considerada (con Mercado Libre, Despegar. com y OLX) una de las cuatro estrellas del nuevo capitalismo argentino. Los minotauros: ese nombre se ganaron las compañías, cuyos valores de mercado superan los mil millones de dólares, y cuyas acciones cotizan en la Bolsa de Nueva York; pero el aura mítica no solo se debe a la cotización bursátil. Lo que hay es una nueva visión del capitalismo. Ellos lo explican así: “Para poder hacer algo grande necesitás pensar en el largo plazo, y estar preparado para recibir una inversión; y para eso necesitás una organización que tiene que ser mucho más transparente, con un gran apego a las reglas, con un management ético” (Migoya). Se reconocen evangelizadores del emprendedurismo. En esa sintonía, Englebienne preside Endeavor Argentina, que el jueves organizó en Tucumán un Foro Regional de Inversiones con el fin de promover la cultura emprendedora. Con Migoya -su socio y amigo de años - participaron en el encuentro; y de paso visitaron la planta tucumana que tiene Globant, en Yerba Buena.

- ¿Se terminó el empresario individualista del capitalismo del siglo XX, el Rico Mc Pato que acumulaba sin tregua para sí?

MM -Creo que son épocas distintas. Antes, el emprendedurismo se veía más como una forma de sostener un cierto nivel de vida, frente a un emprendedurismo más evolucionado que empezó en los países centrales y que hoy está creciendo también en la Argentina; más basado en la generación de impacto y de muchas más externalidades, fuera de la empresa en sí misma. Este emprendedurismo toma decisiones distintas de las que tomaban los emprendedores tradicionales del país; cuando había que sacar un dividendo, se lo llevaba y terminaba la historia. Eso, frente a la idea de “yo invierto”, contratando management, incrementando procesos y permitiendo que la empresa escale.

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- ¿Qué ha cambiado en el mundo para que esto ocurra?

GE- Hay dos grandes factores; por un lado está la aparición de nuevos modelos de emprendimiento, como dice Martín, pensados en la apreciación del capital; la historia de una empresa que pueda salir a la bolsa, o que se venda en mucho dinero luce atractiva para los emprendedores. Para poder hacer algo grande necesitás pensar en el largo plazo, y estar preparado para recibir una inversión; dando forma a una organización que tiene que ser mucho más transparente, con un gran apego a las reglas, con un management ético; porque nadie va a invertir en un lugar en el que no tengas claridad sobre cómo te manejás, Los incentivos en las empresas de life style, o para sostener su nivel de vida, por ahí no están alineados con el hecho de generar este tipo de organizaciones mas profesionales más transparentes, replicables, que puedan crecer sostenidamente y aceptar inversión. Y al mismo tiempo, creo, lo que se ha gestado en la Argentina es un ecosistema emprendedor. Que es lo que hacemos desde Endeavor: no solo apoyar a algunos emprendedores para que sean ejemplos para el resto, sino construir una red donde los emprendedores sientan que ganan mucho más colaborando, y que pueden compartir aprendizajes e inspiración con el resto; y eso va generando un crecimiento exponencial de la actividad emprendedora, bajo cánones a los que no estábamos acostumbrados.

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MM -Como hubo una evolución tecnológica brutal que cambió el panorama de lo que se puede hacer, el emprendedurismo también evolucionó a un emprendedurismo mucho más profesionalizado, que entiende que el crecimiento y las inversiones son necesarias para hacer crecer a una empresa. Es un cambio en la forma de emprender. En los años ‘20 eran el 1 % los que hicieron grandísimas cosas; hoy, en los Estados Unidos, el 80% de la gente emprende de esa manera. Y ese es el cambio que tenemos que generar en la Argentina, en la que muy pocos pensaban en grande, como los Techint, o los Arcor. Creo que hay una nueva generación que está pensando más en grande, más a largo plazo en la creación de empresas; y el trabajo que estamos haciendo desde Endeavor es que esa proporción crezca, porque genera más impacto.

- ¿Cómo se está delineando ese nuevo modelo en la Argentina?

GE- El emprendedor argentino ha logrado formar equipos y ejecutar en regiones muy amplias. Veamos Mercado Libre, Despegar... En Globant estamos en 15 países, con liderazgo argentino en la compañía, pero también incorporando otros liderazgos; y creemos que podemos formar multinacionales desde acá. De alguna manera estamos invirtiendo el sentido de las aguas. Antes se hubiera esperado que uno cree una compañía para que venga alguien de afuera y te compre. Hoy, estamos haciendo lo contrario: estamos yendo a comprar compañías en los lugares que tradicionalmente habían puesto sus huevos en la Argentina. Nosotros vamos y compramos compañías en Brasil, en Estados Unidos...

MM. - Ha habido un cambio rotundo. Que las compañías hagan dinero es tan esencial como el oxígeno para un cuerpo. Ahora, qué hace uno con el cuerpo es otra cosa. Creo que lo que ha cambiado es el propósito de estas compañías. Mientras en el pesado estaban muy enfocadas en la parte monetaria, creo que hoy la necesidad monetaria viene casi como consecuencia de generar un impacto en la sociedad, en el ecosistema al cual está uno conectado. Esa inversión de prioridades no quita la simbiosis que tiene que haber entre una y otra. Pero es la que caracteriza a un nuevo grupo de gente que quiere hacer negocios distintos.

- ¿Cómo explican el éxito de Globant?

GE- Somos profesionales educados en la educación pública argentina; con ejemplos de padres emprendedores.Y estuvimos en el momento correcto, con mucha experiencia en nuestra industria, una industria conectada a un mundo global. La tecnología ha permitido que hoy el lugar que necesita un servicio no sea necesariamente el lugar desde donde se lo provee, y eso ha generado una oportunidad para generar un industria de servicios que retiene talento, crea oportunidades en el lugar y genera mucha capacidad como para poder soñar que en el futuro el próximo Google o Facebook pudieran salir de un país como el nuestro.

-Entiendo que Globant está apostando a la Inteligencia Artificial...

MM: - La revolución digital comenzó hace 10 años, en especial con los smartphones. Hoy, arriba de esa revolución digital se está dando una revolución cognitiva que empuja a las empresas a ser mejores en procesos, en toma de decisiones. Hay un mercado en el mundo que se valora en aproximadamente dos trillones de dólares, que es la suma de la revolución digital más la revolución cognitiva, que tiene que pasar a nivel de todas las empresas, y conectarse con los consumidores, Y vemos que ahí Globant tiene un rol central.

- ¿Por qué invierte alguien capital en algo que no se sabe si va a proprosperar?

GE.- La inversión de riesgo es un motor fundamental de la creación de estas nuevas empresas. Y se llama inversión de riesgo porque muchas compañías, en general, no llegan a cumplir sus cuatro, cinco años. Tambien es cierto que hay un montón de emprendedores que con el capital necesario podrían hacer grandes compañías. Ayer cenábamos con uno de los inversores iniciales de Globant; y ellos y nosotros estamos supercontentos de que ellos nos hayan dado el espaldarazo inicial, que fue muy importante. Nosotros comenzamos nuestra primera ronda con inversores nacionales, con individuos que confiaron en nosotros. Y eso es fundamental. Comenzamos con algo de capital propio, 5.000 dólares. No era nada. Arrancamos sin escudo, sin pedir préstamo. Focalizados en que nuestro negocio, aunque pequeño, fuera sustentable desde el día uno. Pero cuando las cosas empiezan a ir bien es necesario contar con inversión. Y nosotros habíamos tomado las decisiones correctas. Habíamos hecho un negocio transparente, que le podíamos explicar a todo el mundo. Y eso facilita mucho acercar a otros inversores a los que les gustaría jugar en esos equipos de los emprendedores. Pero Argentina no tiene esa cultura de invertir en emprendedores, y es lo que estamos tratando de fomentar desde Endevor. Creemos que una red de inversores en el estadio inicial del emprendedor es fundamental; y que esa red debe estar cercana al emprendedor, de ahí el evento que hicimos en el NOA; tiene que ver con crear una red local de empresarios que estén conscientes de las oportunidades que tienen enfrente. Creo que los principales empresarios locales, la comunidad local, se están involucrando en eso. Es una señal muy fuerte de cambios drásticos en cómo se piensa el emprendedurismo en la región. Y estamos viendo los últimos 10 años los progresos que se están generando en este ecosistema tan vibrante.

- La tecnología aparece como connatural al emprendedurismo…

MM. -La tecnología es un gran acelerador del crecimiento. Por un lado, te permite globalizarte y llegar a mercados que de otra manera no hubieras podido alcanzar. La globalización te mete en el ADN un gen de ultracompetitividad, lo cual te obliga a ser cada vez mejor. Por otra parte, la tecnología ha democratizado la capacidad de generar disrupción en muchas industrias. Hoy, con una computadora, uno puede pensar en modelos de negocios radicalmente diferentes de los que conocíamos hasta hace poco. Y eso genera una actividad emprendedora muy grande. La podemos ver, por ejemplo, en el área de fintech, en el hecho de que la biotecnología ya no está tan lejos del alcance de muchos emprendedores. Un caso interesante es el de Emiliano Kargieman, de Satellogic, que hace nanosatélites. Es un emprendedor Endeavor. Muchos de los que estamos en la red hemos invertido en su compañía, y lo que él está buscando es generar disrupción en un mercado que estaba dominado por las grandes inversiones; y lo hace con tecnología que está mucho más barata. Y lo hace desde acá, y no desde Estados Unidos.

- ¿Algunas claves para emprender con éxito?

GE.- Tenacidad , y ganas de enfocarse en algo. Amar y honrar el negocio en el que uno está. Elegir bien ese mercado, que tenga potencial, que sea grande; saber rodearse de un equipo que tenga complementariedad respecto de uno mismo. Es muy importante el DNA del equipo fundador, a la hora de hacerlo.

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