España rechaza una mediación internacional

España rechaza una mediación internacional

Ayer hubo manifestaciones de ciudadanos que piden el diálogo y que no haya separación. El 1 de octubre la consulta popular terminó con heridos y enfrentamientos. El “Govern” catalán ahora pide ayuda internacional, pero el gobierno de Rajoy se niega.

DIÁLOGO. En varias ciudades españolas se congregaron para pedir paz.  reuters DIÁLOGO. En varias ciudades españolas se congregaron para pedir paz. reuters
08 Octubre 2017

CATALUÑA.- El Gobierno español rechazó la petición del Gobierno catalán de una mediación internacional para solucionar la complicada situación generada tras la celebración de un referéndum separatista no autorizado por la Justicia y ante la posibilidad de que la región declare su independencia unilateralmente.

“El Gobierno español debe defender el Estado de derecho frente a un Gobierno regional que quiere llevar adelante un golpe de Estado”, afirmó el ministro de Exteriores español, Alfonso Dastis, en una entrevista publicada ayer por el semanario alemán “Der Spiegel”.

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“La Unión Europea no se inmiscuye en cuestiones internas de sus miembros”, señaló Dastis, para quien la petición de mediación es una “escenificación propagandística que no ayuda”.

Dastis aseguró que el Gobierno central de Mariano Rajoy tiene “suficientes posibilidades legales” para responder a una declaración de independencia por parte del Parlamento catalán. “Ningún Estado democrático puede tolerar una ruptura semejante de la Constitución”, alegó.

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“No hay duda de que el Gobierno catalán contraviene los intereses del Estado español. Mi Gobierno actuará frente a ello. La reacción será moderada”, afirmó Dastis. “No tenemos que emplear indispensablemente el artículo 155”, apuntó el ministro en referencia al artículo de la Constitución que ofrece al Gobierno central la posibilidad de intervenir parte o toda la autonomía de una región para obligarla a cumplir con sus obligaciones.

Consultado sobre si no temía que, de aplicarse ese artículo, se produjeran manifestaciones masivas y estallidos violentos, Dastis respondió: “Es cierto que hay radicales en Cataluña que protestan ante los puestos policiales. Pero no creo que se llegue a confrontaciones violentas graves”.

Según el Gobierno catalán, la actuación de la Policía el domingo 1 de octubre, durante el referéndum, dejó casi 900 heridos. Ayer hubo manifestaciones en Barcelona, Madrid y otras ciudades a favor de que los líderes políticos dialoguen para desatascar la situación.

En Barcelona hubo una manifestación en contra de la independencia. “Hablemos” señalaban las pancartas que enarbolaron los cientos de catalanes que se reunieron en las puertas del ayuntamiento ataviados con camisas blancas. (Especial).

PUNTO DE VISTA

¿Los catalanes se separan?

Ana Lázaro Verde - Agencia DPA

Tras el turbulento referéndum soberanista los partidos independentistas catalanes se encuentran ante una encrucijada: cumplir su promesa de declarar unilateralmente la secesión o abrir un período de negociación y mediación. Durante varios días, el Gobierno catalán y el español han cruzado advertencias y amenazas sin llegar a un acuerdo. La salida de Cataluña de algunos de los bancos y empresas más importantes de la región ha marcado un punto de inflexión ha provocado una “desaceleración” en la hoja de ruta independentista.

“Somos conscientes de que no podemos decir que nos largamos y se ha acabado”, explicaron fuentes del “Govern” catalán al diario “La Vanguardia”. Desde Madrid, por otra parte, rechazan cualquier mediación internacional, pero no se inclinan de momento por aplicar el artículo 155 de la Constitución española, un mecanismo “virgen” en la democracia del país que permite suspender de forma parcial o total la autonomía de una región si no cumple sus obligaciones. Y que avivaría el conflicto.

En este contexto de incertidumbre total la hoja de ruta a seguir puede provocar grietas en el bloque independentista, algo de lo que ya hay síntomas. La formación antisistema CUP presiona con 10 diputados de los 135 que tiene el Parlamento catalán, dijo que la declaración de independencia “es ineludible e inaplazable”. Hablaron del plazo de 48 horas que fija la llamada ley del referéndum. A día de hoy, parece difícil que ese plazo se cumpla. El Parlamento catalán fijó un pleno en la tarde del lunes para abordar la cuestión y posiblemente aplicar el resultado de la consulta, pero el Constitucional lo anuló. El líder catalán, Carles Puigdemont, decidió intervenir en la Cámara el próximo martes. Lo que ocurra ese día a partir de las seis de la tarde es una incógnita.

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