“El cliente puede pedir la comida que quede”

“El cliente puede pedir la comida que quede”

Varios locales tucumanos impulsan a los comensales a que se vayan con el “paquetito”

“El cliente puede pedir la comida que quede”
01 Octubre 2017

Situación: años 90, una pareja de estudiantes tiene su primera cita en Lisandro, restaurante emblemático del centro tucumano. Piden una milanesa napolitana al plato para compartir, una flor de porción que excede los límites de cualquier apetito. Él come prolijamente la mitad que le toca, sin pestañar; ella, más modesta y tal vez nerviosa por el primer encuentro, prueba dos bocados. La mitad de la porción queda en la mesa.

Entonces llega Margot, propietaria del bar, encargada, supervisora, gran mimadora de clientes y a veces celestina. “¿Les envolvemos para llevar lo que quedó?”, pregunta. Al muchacho de la pareja le parece una buena idea; a la chica le da una vergüenza descomunal. Terminan accediendo.

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Situaciones como esa ha vivido cientos de veces Margot Estévez. Cuando nadie tenía la costumbre de pedir la comida que sobraba para llevar, ella la ofrecía. “Se ponían de todos colores, me preguntaban si estaba segura y mi respuesta siempre fue la misma: claro que sí, es tuyo, lo estás pagando. Además muchos estudiantes andaban con la plata justa, cómo no se la iban a llevar”, reflexiona.

De aquellos momentos incómodos hasta 2017 hay un abismo. Ya nadie siente vergüenza de pedir la vianda que puede salvar una cena. Pero aún así, la cantidad de comida que se desperdicia en Argentina y en todo el mundo pone los pelos de punta: desde el inicio de la cadena de producción hasta el tacho de basura de casas y restaurantes se desperdician 16 millones de toneladas de alimentos por año, según un informe difundido por el Ministerio de Agroindustria de la Nación. Y es por eso que las ciudades han comenzado a tener iniciativas para revertir aunque sea mínimamente esas cifras.   

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Cajitas para (casi) todos

Puede parecer un balde de agua en el océano, pero la Ciudad de Buenos Aires comienza este mes a repartir en restaurantes envases de cartón diseñados para llevar las sobras cómoda e higiénicamente (imagen de arriba). Al principio serán 40 locales seleccionado para esta prueba piloto. “Yo nací en una familia de gastronómicos y teníamos La Rural en los años 70. En esa época y hasta los 90 era impensable que alguien pudiera llevarse a la casa algo que quedó en la mesa del bar. Poco a poco se revierte, pero creo que uno de los grandes motores para ese cambio es el tema del packaging. Si tuviéramos los envases adecuados en los locales para que la gente se lleve la comida, probablemente más gente lo haría”, opinó Ernesto Gettar, presidente de la Unión de Hoteles de Tucumán.

“Yo diría que con suerte un 25% de los clientes se lleva lo que queda, hay gente que no tiene drama y otros que todavía tienen cierta vergüenza de hacerlo y ponen excusas como ‘le llevo para el perrito’”, dice Marcelo Flores, de la parrillada El Quebracho. “Para nosotros es mejor que se lo lleve, porque no tenemos manera de guardar la comida que queda y la terminamos tirando”, agregó.

“Yo creo que es una cuestión de educar al público por parte del restaurante, de ofrecerles llevarse su comida. Ahora en el bar, si es que queda algo en el plato, nuestros clientes saben que se lo pueden llevar, nosotros los acostumbramos”, destacó Margot.

Eduardo Luna, encargado de Alla Nonna Petruccia, restaurante de comida italiana abierto hace 25 años, sostiene que llevarse la comida que sobra depende del lugar y del momento. “Una persona que almuerza en el centro un menú y sigue trabajando no puede porque tiene que cargarla durante el resto de la jornada. Pero en nuestro restaurante, que es de un ambiente familiar, si queda comida se la llevan -apunta-. Creo que ya no hay dramas con eso aunque sí, algunos ponen la excusa de que es para el perrito”.

Datos imprescindibles

Desperdicios.- La Argentina desperdicia 16 millones de toneladas anuales de alimentos, a razón de 360 kilos por persona por año y un kilo por día, según informes del Ministerio de Agroindustria de la Nación. Todo esto a pesar de que existe un 4,4% de familias indigentes, que representan cerca de 2 millones de personas que sufren hambre, según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Desperdicios II.- La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en su más reciente informe, destacó que en el mundo se desperdician anualmente 1,3 billones de toneladas de alimentos por año, y que si se destinara sólo el 3,25% (40 millones) del derroche en los Estados Unidos se podría dar de comer a los 1.000 millones de habitantes del planeta que se alimentan precariamente.

Para crear conciencia.- El Congreso de la Nación aprobó por unanimidad el miércoles 23 de agosto el proyecto de ley que instituye el 29 de septiembre de cada año como el “Día Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos”. El principal objetivo es promover actividades de concientización y difusión sobre el tema de manera sostenida. Se eligió esa fecha en conmemoración de la celebración del “Primer Diálogo Regional sobre Pérdidas y Desperdicios de Alimentos”, organizado en 2015 por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe

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