Secuestran más de $ 1 millón en mercadería

Durante los primeros cuatro meses de este año, las fuerzas federales y la Digedrop dieron golpes millonarios al tráfico de mercadería ilegal, con operativos que llegaron a superar los $ 50 millones en secuestros. Según se estima, quienes se dedican a ese negocio tomaron nota y comenzaron a enviar cargas más pequeñas, pero aún así muchas de ellas no lograron sortear los controles. Es el caso de 179 bultos que fueron secuestrados por Gendarmería Nacional en la ruta 34, con un valor de más de $ 1 millón. En total, durante el 2017, sólo en Tucumán se superaron los $ 200 millones en incautaciones de este tipo, cuando en todo el año pasado se secuestraron $ 180 millones en todo el país.

El operativo se realizó el sábado pero recién trascendió ayer. Personal del Escuadrón 55 frenó a un camión que viajaba de Salta a Buenos Aires a la altura de la localidad de 7 de Abril y comenzó a revisar la carga del semirremolque. Entre las encomiendas, encontraron 179 bultos con mercadería de Bolivia que viajaba sin el aval aduanero.

Al notar que varias de las encomiendas estaban en infracción, el camión fue trasladado al asiento que la fuerza tiene en Las Talitas, donde se hizo un control exhaustivo de la carga, con la colaboración de los especialistas de la AFIP-DGA. La Justicia Federal de la provincia ordenó que se confiscaran las encomiendas que estaban en infracción y que se dejara partir al chofer con los bultos que estaban en regla.

Un tema recurrente

Durante 2017 fueron varias las ocasiones en que la mercadería ilegal ganó espacio en la prensa. Durante el primer cuatrimestre, lo hizo en base a secuestros que superaron los $ 70 millones en valor. Los operativos exitosos, por lo general, se realizaron en Trancas. Según estiman los especialistas de la fuerza, el objetivo de las personas que trasladan mercadería ilegal casi siempre es llevarla desde Bolivia hasta Buenos Aires. Sin embargo, Tucumán no está exenta de estas infracciones.

Esto se pudo determinar cuando explotó el conflicto de los bagayeros y bolseros, con cortes de ruta en Orán, Trancas, y Santiago del Estero. Los manifestantes, en ese momento, exigían que les dejaran pasar más de dos bolsones de mercadería por la frontera. Este tipo de elementos, como ropa y elementos de bazar, se suelen utilizar para abastecer las ferias conocidas como “Saladitas”. El conflicto fue tan grande que autoridades nacionales viajaron hasta el norte salteño en varias ocasiones, mientras que el obispo de Orán voló hacia Buenos Aires para encontrar soluciones. Finalmente, se llegó a un acuerdo con los bagayeros, es decir, aquellos que ingresan las cargas al país. Afuera del trato quedaron los bolseros, que son aquellos que viajan al norte del país para comprar la mercadería que luego venden en sus propios negocios.

“Vamos a intensificar los controles. Esa es la orden que recibimos desde la Secretaría de Seguridad de la Nación. Tenemos que cortar esta actividad que podría ser utilizadas por organizaciones criminales para dedicarse a cometer otros delitos”, declaró hace algunos meses el comisario Domingo Andrés Toledo, de la Policía Federal.