Una hostería que combina el turismo con la cultura

Una hostería que combina el turismo con la cultura

Hay proyectos que no superan la expresión de deseo. Otros se inician y quedan truncos por diversos motivos y no tienen la buena suerte de ser retomados. Finalmente, están aquellos pocos que luego de varios intentos a lo largo de los años, terminan concretándose. Ello sucede, por ejemplo, con la hostería municipal “Atahualpa Yupanqui”, enclavada en un paradisíaco lugar de la calle Paysandú, en las estribaciones del cerro, en Tafí Viejo, cuyas obras quedaron detenidas en 2013.

La actual administración municipal ha anunciado que la inauguración oficial del hospedaje se producirá en los próximos días. El proyecto original fue enriquecido notablemente, lo cual contribuye a su jerarquización. El inmueble fue ampliado en su totalidad. Tendrá en una primera etapa con 15 habitaciones con todas las comodidades; luego se construirán otras 15 habitaciones, con un ascensor como acceso adicional. Visitantes y los mismos vecinos taficeños podrán acceder a un spa. El hospedaje dispondrá, entre otras cosas, de un restaurante con capacidad para 120 comensales. La carta será elaborada por un chef y se prevé que incorpore algunos elementos originales de las yungas para ofrecer platos autóctonos, con un sello taficeño. Una cava de vinos en el sótano será una de las atracciones para los visitantes. La hostería contará con un vino propio, bautizado “Perdido en las cerrazones”, en homenaje a Yupanqui, elaborado por una bodega de Tafí del Valle. Un pequeño museo en el que se exhibirán objetos de las culturas Tafí y Candelaria, será otro de los distintivos de la hostería. En el lugar se proyectará un holograma que recrea al chamán, cuyos restos fueron encontrados recientemente en el centro de Tafí Viejo y que tendrían unos 2.200 años de antigüedad. Una imponente e imaginativa escultura de Yupanqui dará la bienvenida al visitante en la entrada del predio.

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Las marchas y contramarchas acompañan desde hace muchos años a este inmueble. “Tafí Viejo: Darán destino a un edificio abandonado. Será explotado como hotel de turismo”, se titulaba una crónica de LA GACETA de julio de 1969. El edificio de la ex Ayuda Social Femenina, de dos plantas, con 24 habitaciones, diez de ellas con baños privados, había sido transferido al municipio por la Ley N° 3579 el 4 de julio de ese año. “Originariamente destinado a casa de descanso, fue construido en base a donaciones particulares y subsidios nacionales. Una ley de 1949 facultó al Poder Ejecutivo a adquirirlo por compra o expropiación para destinarlo a un hotel de turismo, Pese al tiempo transcurrido, no se cumplieron los fines de esa ley y del pertinente decreto expropiatorio de 1950”, decía la crónica y se anunciaba una inversión de $11,5 millones.

No es habitual que nuestra clase dirigente entienda que el turismo y la cultura van siempre de la mano. Bienvenida sea esta hostería, que es un reflejo de la sostenida política de esta administración municipal en materia cultural, y que difunde especialmente la valiosa labor artística de los propios taficeños. Seguramente, el nuevo emprendimiento no tardará en convertirse en un orgullo de los taficeños.

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En la infancia, Atahualpa Yupanqui conoció en Tafí Viejo al indio Anselmo, quien lo inspiró para componer años después su primera pieza. “El sol y la luna y este canto mío besaron tus piedras, camino del indio” tendrán otro vuelo bajo el cielo del limón.

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