Cuando habla la tribuna

Cuando habla la tribuna

El público analizó un partido poco emotivo y sin mucho vuelo técnico

ANTES DEL DUELO. Los equipos formados, los himnos a punto de ser entonados, los simpatizantes expectantes. foto de marcelo miller ANTES DEL DUELO. Los equipos formados, los himnos a punto de ser entonados, los simpatizantes expectantes. foto de marcelo miller

La ola nunca es buen síntoma. Cuando el público se distrae con el juego de levantarse en el momento oportuno es porque lo que sucede dentro de la cancha no es suficiente para captar su atención. Nadie lo puede culpar: la revancha entre Pumas y Springboks fue en general bastante pobre desde lo técnico y aburrida desde lo emocional, aunque de todas maneras, el seleccionado argentino se retiró aplaudido.

Ahora bien, es difícil que después de derrotas como la de ayer, no aparezcan los cuestionamientos; los pedidos de retiro sobre tal o cual jugador; los que hablan de ciclos cumplidos y los que piden directamente barajar y dar de nuevo. Sin embargo, también están los que consideran que no hay que perder la cabeza ni pedir que se vayan todos.

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“No hay que cambiar nada ni caerle al técnico. Daniel Hourcade tiene que seguir. Y quizás algunos jugadores sí deberían darle su lugar a otros, o por lo menos recuperar la motivación”, opinó Juan Alberto Leguizamón, que aseguró no tener nada que ver con el octavo de Los Pumas. “Lo único que cambiaría es la forma de entrenamiento: hay que darle un poco más de bola al manejo de la pelota. Tienen corazón, tienen garra, tienen espíritu, tienen todo lo que hay que tener en una cancha de rugby, pero les falta seguridad al manejar la pelota”, analizó Juan Alberto, acompañado por una comitiva internacional: su yerno sudafricano, un amigo de Brasil y otro de Japón, que vinieron a Salta por motivos laborales.

“Sinceramente, no me gusta mucho el rugby, pero disfruto de esta clase de espectáculos. Y por mi amigo, alenté a Los Pumas”, aseguró André, que no tuvo vergüenza de asistir con su camiseta de Gremio de Porto Alegre. Ichi Daisuke, en cambio, sí se reconoció como un fanático de la ovalada. “Me encanta, pero no aliento ni a uno ni a otro. Yo sólo aliento a los Brave Blossoms (seleccionado de Japón). Dentro de dos años tenemos el Mundial, y ya no veo la hora de que llegue”, señaló Daisuke, con sonrisa ancha y ojos chiquitos como buen oriental.

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El sudafricano Max Heizmann, acompañado de su mujer Wilma, recorre desde hace tres semanas el país en su motorhome, y no pensaba perderse el partido de los Springboks. “El principal problema de Los Pumas es la indisciplina. porque tienen buenos jugadores, muy habilidosos con la pelota. Se nota cuando los ves en el seven. Y ahora están mejorando desde que entraron a jugar al Súper Rugby”, advirtió el hombre, oriundo de Nelspruit.

“¿Pero no cree que algunos fallos del árbitro estuvieron equivocados?”, lo interpeló el salteño Ricardo Castignola. “El árbitro fue terrible”, respondió Max. “Y sí, hermano. Un par de fallos malos del árbitro te cambian el partido”, se dirigió ya a LG Deportiva. “El que dice que hay que cambiar, está olvidándose de que nos enfrentamos a los mejores equipos del mundo. Estamos mejorando, hay que tener paciencia, pero también hay que tener en cuenta que estos tipos son mejores que cualquiera. Para ellos, el rugby es como el fútbol para nosotros. Esto siempre va a ser así. ¿De qué cambio me hablan?”

Tercer tiempo

Tribunas pobladas

Como cada vez que juegan en Salta, Los Pumas convocaron a 17.435 espectadores en las tribunas del estadio “Padre Ernesto Martearena”, cuya capacidad es de 20.000.

Silbatinas por doquier

Desde 2016, la UAR impulsa una campaña #YoNoSilbo para concientizar al público sobre la importancia de respetar a los pateadores rivales. Sin embargo, no tuvo mucho efecto en Salta: cada ejecución de Elton Jantjies fue perturbada por silbatinas. Tampoco hubo clemencia con los fallos adversos del francés Pascal Gauzere, sobre todo después de la expulsión a Lavanini.

Los himnos y el ballet

Los respectivos himnos nacionales fueron ejecutados por la Banda de Música del 5° Regimiento MIlitar “Los infernales de Güemes”. Al sudafricano lo interpretó Bárbara Campos; al de nuestro país, Sofía Palacio y Agostina Buobed. En el entretiempo, el ballet “Guardia de Güemes” realizó una muy aplaudida presentación de malambo.

Sudafricano distinguido

El premio al Mejor Jugador del Partido fue para Siya Kolisi, autor de dos de los tries sudafricanos. El ala de Stormers ya le había marcado también a Los Pumas en el partido de ida.

Chicos tucumanos

Un gran número de infantiles de clubes tucumanos estuvieron presentes en el estadio. También se observó un buen número de hinchas sudafricanos.

Lo que viene

Los próximos compromisos de Los Pumas serán en Oceanía: visitarán a Nueva Zelanda el 9 de septiembre en New Plymouth, y una semana más tarde a Australia en Canberra.

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