El Paseo de la Zamba convoca a celebrar el ritmo tucumano

El Paseo de la Zamba convoca a celebrar el ritmo tucumano

Una veintena de academias de danzas tradicionalistas y otros tantos grupos musicales participarán del encuentro folclórico

EN PROCESIÓN. Durante la caminata entre las plazas Belgrano y San Martín se llevará a la Virgen de la Merced.  EN PROCESIÓN. Durante la caminata entre las plazas Belgrano y San Martín se llevará a la Virgen de la Merced.
21 Agosto 2017

UNA TARDE DE FOLCLORE

• Comienza a las 16 en la plaza Belgrano y el cierre será en la plaza San Martín. El recorrido será por calle Lavalle.

Varios cientos de personas participarán esta tarde del Segundo Paseo de la Zamba, que unirá las plazas Belgrano y San Martín. La cifra final se confirmará en la marcha, pero la expectativa de que sea numerosa se sostiene en la veintena de academia de danzas tradicionalistas que comprometieron su presencia, cada una con sus alumnos ataviados con trajes típicos, y otros tantos grupos musicales que aportarán el ritmo tucumano al encuentro.

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La lista aún está abierta (se reciben inscripciones en el celular 3815373814), pero ya están anotadas las escuelas Raíces de Huellas; Nuevo Amanecer; Esperanza Gaucha; Luna Creciente; Argentino Luna; El Ceibal; Nuestra Señora del Rosario; Pilchas Gauchas; Azahares Tucumanos; El Corralero; Grito Verde; Luna Cautiva; Haspa Yanasu; Folklore de mi Tierra; Santa Lucía; Compañía Tucumana de Danza Popular; ATE Ballet; Tusuy; Embrujo de mi Tierra y Yanasu.

La consigna que une a bailarines y músicos es “Tucumán es zamba”, y ese sonido será el protagonista, por encima de todos los artistas que participarán. Es que el objetivo es sentir orgullo por un estilo y un canto típicamente provincial y demostrarlo públicamente. La caminata será con la imagen de procesión de la Virgen de la Merced y habrá cuatro paradas para cantar sendas zambas: en Lavalle y La Rioja se entonará “Viene clareando”; en Lavalle y Jujuy, “Al Jardín de la República”; en Lavalle y Ayacucho, “Nostalgias tucumanas”; y al cierre, “Luna tucumana”, en un escenario en plaza San Martín, donde habrá una feria artesanal.

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La idea original fue impulsada por Julio Campero y Alejandro Prado y este año tiene el respaldo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de la capital. Parte de la organización recayó en esta edición en Diego Molina, de Taa Huayras, grupo que participará de la movida junto a Oscarcito Godoy, Los Duendes Copleros, Mandiga, Elio Ponssa, Proyecto Folk, Ismael Véliz, Emiliano Villagra, Las Voces del Norte, Las Voces del Sendero, Rienda Suelta, Huayra Pacha, Raíces Tucumanas, Maxi Aguirre, Anice Ale, Proeza y La Zapada, entre otros.

“Todo surgió cuando se vio el éxito de la Marcha de los Bombos Santiagueños en Tucumán. De algún modo, acá renegamos un poco de que nos invaden las culturas de otras provincias; ahora aprendimos de ellos y decidimos hacer esta movida abierta a todo el público, con entrada libre y gratuita. Sólo pedimos que cada persona lleve su instrumento, su mate y sus ganas de cantar”, sostiene Molina.

“Tucumán tiene un fuerte impacto de las músicas de la región porque muchos jóvenes vienen a estudiar en la universidad y se quedan a vivir. Nuestra identidad en la capital se mezcla con las del jujeño, del salteño, del santiagueño y del catamarqueño, y se pierde la tucumanidad. Pero en el interior de la provincia no se vive lo mismo y hay un sentir por el folclore que es distinto del de acá”, remarca.

El cantante afirma que “la gente tiene una necesidad enorme de expresarse, de dar a conocer su sentido de identidad, de mostrar que quiere la zamba tucumana”. En ese motivo radica, a su entender, el crecimiento explosivo que hay en la respuesta a la convocatoria, en comparación a la primera y acotada experiencia de 2016. Esta segunda vez encierra el deseo de institucionalizar la fecha anual.

Molina destaca que “va a venir mucha gente del interior, y no se va a ver lo mismo de las peñas o los festivales que se hacen, sino artistas nuevos y que no se conocen”. Sin embargo, aclara que “el objetivo no es ofrecer un escenario para que se presenten algunos artistas, sino construir un gran fogón criollo entre todos, sin diferencias y con un espíritu descontracturado donde nos juntemos a cantar y a bailar”.

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