Cartas de lectores
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16 Agosto 2017

Estacionar en doble fila

Estacionar en doble fila es una mala costumbre de muchos automovilistas, y un acto prohibido por la ley nacional de tránsito n°24.449, a la que está adherida la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Precisamente, en base a ella se adecuó la ordenanza 942 o Código de Tránsito municipal, por el que se aplican las infracciones. Pero, más allá de la infracción, la modalidad perjudica a distintos actores de la vía pública y además implica riesgos de accidentes. Autorizar a un sector es discriminar a otro (discapacitados, enfermos en rehabilitación –Laprida al 300-, ancianos-zona de bancos e instituciones de salud-, entre otros). Cuando las autoridades no tienen voluntad de hacer respetar las normas, deben hacer un paso al costado, porque será ilegal, discriminatorio e inconstitucional que se permita a unos violar leyes de orden público y sancionar a otros por hacer lo mismo.

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Roberto Nicolás Córdoba (h)

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Inundados e infectados

Queremos denunciar que desde hace dos años se inundan las calles y veredas por el desborde de líquidos cloacales. A pesar de que presentamos infinitos reclamos ante la SAT, la solución aún no llega. La saturación de una boca de registro de la red cloacal provoca incesantes desbordes que inundan el pasaje Fray Cayetano Rodríguez 1.800, ubicado entre las calles América, Colombia; y Esquiú, las cuales también se ven afectadas. El líquido se acumula como una laguna y el agua corre continuamente, el olor es insoportable y ya no se pueden ni abrir las ventanas ni salir, ya que dicho pasaje no se encuentra pavimentado, y es un barrial. En reiteradas oportunidades los vecinos nos comunicamos con la SAT, pero se limitan a mandar una cuadrilla, limpian un poco y al día siguiente vuelve a desbordarse. Esta no es la primera vez que sucede. Cada vecino ha llamado por lo menos en cuatro oportunidades; pero no atiende ningún jefe, no viene ningún supervisor; hemos ido a hablar personalmente a la SAT, nadie da la cara. Uno se puede bancar el agua, pero no se puede estar 45 días con la ventana cerrada, sin poder salir. Tenemos que meter el auto adentro de nuestra casa para poder bajarnos; por supuesto, se ensucia toda la casa; pero, además, es un foco de infección.

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Nancy Vergara

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Acerca del Gymnasium

Aceptamos que las mujeres sean médicas, profesoras, ingenieras, investigadoras, sociólogas, abogadas, contadoras, historiadoras, dentistas, psicólogas, en fin, pero en una escuela secundaria del San Miguel del siglo XXI no las quieren aceptar, vaya a saber apelando a qué códigos de qué siglo. ¿No está un poco pasadita de moda esta discusión?

Juan Manuel Aragón

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Los “garcas”

Con la patética frase, “somos todos garcas…” comienza el reporte de Federico Türpe “Los ‘empresarios’, ese ghetto de intocables” (12/8), sobre una larga conversación (“caipirinha de por medio“) con un poderoso empresario tucumano que aprovechó el “viaje de negocios” del Gobierno provincial para hacer los suyos y regresar satisfecho, “sin gastar un mango”. ¿Qué es un garca? “Es una persona insensible al dolor de los demás, egoísta, dispuesta a avasallar los derechos de los otros, sin escrúpulos, que perjudica al prójimo sin remordimiento”. ¡Qué horror! El artículo ocupa media página y vale la pena leerlo y releerlo, porque no se puede creer que tal diabólica conducta sea general entre los empresarios exitosos que tenemos y a los que inocentemente podríamos considerar superiores, dado su elevado status social. Aún cuando esta afirmación salió de la boca de un par, me resisto a creer que todos sean iguales. Me consta que hay excepciones, aunque hasta el momento ningún empresario de copete haya salido a despotricar o desmentir tal descalificante afirmación, que hiere en el pecho a toda la sana convivencia. Los garcas existen y podriamos encontrarlos disfrazados en la corrupta cresta de la burlona política, que, insaciable, empobrece al honrado y enriquece al indigno.

Darío Albornoz

Bolívar 1.267

San Miguel de Tucumán


Empresarios desilusionados

“No conozco el mar”, escribió Juan E. Piatelli. Tampoco los países nórdicos. Sin desilusión por ello, ni por estas tierras, desplegó sus velas y versos sobre el verde mar del cañaveral tucumano. Respecto a la carta “Empresarios desilusionados”, de Catalina Lonac: la marcha peronista dice “combatir el capital “. También dice: “todos unidos triunfaremos”. Convencido estoy de que ni uno ni otro de estos bienes deben arrogarse el títiulo de “generador de riqueza”. Pensar que uno de estos bienes está por encima del otro es dar vida a la madre de todos los males que sufre una sociedad; la desigualdad. Continuar así es estar en el horno. Nada hubieran hecho los ricos faraones con sus monedas sin los trabajadores-esclavos que ofrendaron sus vidas construyendo las famosas pirámides (monumentos tumba). El capital siempre fue el duro combatiente negativo en contra del trabajador. Por eso surgieron los Espartacos, los 1° de Mayo, los 8 de Marzo, etcétera. Recordemos los versos de “Don Ata”: “Unos trabajan de trueno, y es pa’ otros la llovida”. La utopía sería no romper esos dos eslabones productores de riqueza (para todas y todos), trabajo y capital, y que el único ruido de rotas cadenas que oigamos sea el que nos dice el Himno Nacional argentino. Hasta donde sé, el Estado nacional subsidia a empresarios-agricultores cuando factores climáticos (heladas, granizo, etcétera) afectan sus cosechas (cuidados y respetados). En cambio, un trabajador que camina a su lugar de tareas ensucia sus zapatos o su paraguas a causa de una tormenta y nadie lo subsidia. ¿Cómo mirar a un comerciante- empresario perezoso en dar una factura o ticket por una venta? ¿O a los que con el costo de un fósforo queman pastizales, los que depredan desmontando bosques vírgenes; industriales que arrojan desechos de sus fábricas a ríos y arroyos? CEOS gobernantes, empresarios que cínicamente reclaman inversiones, pero cuyos pesos y dólares están depositados en bancos de otros países, lo que permite el bienestar de trabajadores suizos, alemanes, entre otros. Me permito leer la homilía de monseñor Zecca del 25 de mayo pasado: “Nuestra patria, nuestra provincia, está habitada por personas que en su mayoría profesan la fe católica, pero que no siempre viven de acuerdo a lo que confiesan”. “Estamos acostumbrados a echarles la culpa de los fracasos nacionales a la dirigencia política”. Lo mismo digo con respecto a una columna de Federico Türpe respecto a la confesión de un “garca”. Por todo, digo ¡sí! a los pueblos originarios. ¡No! a los Lewis, Benetton y demás apropiadores de tierras. Libertad para Milagro Sala y aparición con vida de Santiago Maldonado.

Hugo Vallejo

Manuel Estrada 3.850

San Miguel de Tucumán


Sin salida de emergencia

Felicito al lector Héctor Osvaldo Manconi por su acertada reflexión en la carta “Sin salida de emergencia” (8/8). En mi caso, podría decir: “Sin salida de emergencia (II)”. En calle Monteagudo N° 369 funciona el denominado “Calidad de vida”, lugar al que concurren personas por lo general de la tercera edad; todos lo hacemos con el fin de retirar algunos de los medicamentos recetados por médicos; digo algunos, por cuanto no todos son tenidos en cuenta. Pero allí comienza el peligro ante una situación que podría producirse, toda vez que para llegar a la farmacia se debe ingresar por el único pasillo que hay desde la entrada principal. Se debe caminar unos 20 metros más o menos; este pasillo será de un metro de ancho, razón por la cual otras personas que deben realizar trámites en oficinas situadas en la parte delantera corren el serio peligro de ser pisadas y mucho más si se debe salir corriendo en una situación de riesgo. Este centro depende del Subsidio de Salud y, como opina el lector Manconi, ¿quién aprobó el funcionamiento del mismo?

Pedro Fernando Sisnero Santa Mónica 1.923

San Miguel de Tucumán


Los votos del interior

Querido vecino del interior, para las próximas lluvias de verano en vez de mandarles mis donaciones les mandaré el número de algun profe de natación, ya que les gusta vivir tapados por el agua. Saludos.

Sergio Aráoz

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LOS VOTOS DE LA MADRID

¿Ni siquiera llovió y ya los inundan de maldiciones por unos cuantos votos? Deben parar de buscar culpables en los humildes, empiecen por cada uno de sus actos.

Williams Fanlo

Pedro de Valdivia 2.951

San Miguel de Tucumán

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