Un final con podio

Un final con podio

El binomio Neme-Bollero terminó 2°, y Guevara llegó 3°.

ALTA EXIGENCIA. La Toyota SW4 de Ricardo Neme (con la navegación de Rodolfo Bollero), en la zona de Copacabana. PACO FOTO AGENCIA ALTA EXIGENCIA. La Toyota SW4 de Ricardo Neme (con la navegación de Rodolfo Bollero), en la zona de Copacabana. PACO FOTO AGENCIA
13 Agosto 2017

En los deportes mecánicos hay una delgada línea que separa el sufrimiento del gozo. La fecha del Argentino de Navegación que terminó ayer en Tinogasta (Catamarca) tuvo grandes cantidades de ambas sensaciones, en ocasiones separadas por instantes. El desafío planteada en la arena fue completado por los representantes tucumanos: Ricardo Neme, acompañado por Rodolfo Bollero en una Toyota SW4, concluyó 2° en la división T2 diésel. Y Emmanuel Guevara, con una Yamaha 450cc, fue 3° en Motos M1.

Las experiencia de Neme fueron de lo más variadas. El piloto dijo haber aprendido muchísimo en esa carrera, a la que le asignó un alto valor tomando en cuenta que en enero de 2018, cuando partice del Rally Dakar, enfrentará una amplia mayoría de terrenos con dunas. “La etapa final fue 100 por ciento dakariana; llegamos a hacer apenas 20 kilómetros en tres horas. Los neumáticos llevaban apenas cinco libras para poder atravesar la arena. Perdí la cuenta de cuántas veces me sacaron cuando la camioneta quedaba encallada, y de cuántas veces saqué a alguno de mis rivales. A propósito, veníamos en tándem con el cordobés ‘Pipo’ Blangino, el salteño Ramón Núñez y el marplatense Omar Gándara. Fue sin dudas una experiencia fantástica, de una muy alta exigencia”, contó. En la premiación, la organización les dio a los cuatro una mención especial en mérito a su acción.

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¿Qué pasó con Guevara? “En la previa había dicho que una de mis carencias es no saber transitar bien por la arena. Por lo que pasó en esta carrera, esa sigue siendo una materia pendientes para mí. En el primer especial me fui al piso varias veces y me enterré otras tantas. Luego se desató una tormenta de arena, que dejó aún más blanda a la superficie. Encima había empezado mal el día, porque la moto arrancaba. Con mi equipo la revisamos por completo, hasta que pudimos solucionar el inconveniente. Eso me puso nervioso, me costó entrar en ritmo”, aseguró.

“Pude terminar, que es lo importante. Esta carrera me sirvió para aprender muchísimo. Sufrí y disfruté”, concluyó “Manu”.

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