Cartas de lectores
16 Julio 2017

Minera la alumbrera

He leído en LA GACETA del 12/7 que la Cámara Federal de Tucumán ordenó la suspensión de las actividades que realiza la Minera La Alumbrera. Esta explotación comenzó a fines de 1995 y asombra que la Justicia, cuando el yacimiento ya está agotado, recién dispone medidas concretas para evitar la contaminación. Indigna que el proceso se haya iniciado por la denuncia de una agricultora de Andalgalá y no por las instituciones con las que cuentan los Estados de las provincias de Catamarca y Tucumán para proteger el medio ambiente y los ecosistemas. El establecimiento está próximo a cerrar y, según el Código de Minería que nos rige, la firma debe confeccionar un programa de cierre. Hay antecedentes internacionales de cierres de minas a cielo abierto mal ejecutados, que produjeron posteriormente graves impactos y daños al ecosistema. Para que ello no ocurra, en este caso, se deberá tener en cuenta entre otros, lo siguiente: 1) La demolición, recuperación y disposición final de escombros, cañerías, estructuras, residuos peligrosos, etcétera. 2) La estabilidad física de los suelos removidos 3) El equilibrio geoquímico e hidrológico del sitio 4) Tratamiento del dique de colas (que estaría sobre una falla geológica). 5) Estado de los acuíferos subterráneos y superficiales. 6) Revegetación del lugar y recuperación del paisaje. 7) Clausura de los caminos de accesos y picadas. 7)Situación en la que quedarán el mineraloducto (longitud 316 Km / diámetro 17,5 cm), la picada, las cámaras de válvulas y la planta de filtrado. El Estado debe realizar un inventario ambiental del sitio, para identificar los riesgos, cuantificar los pasivos que se heredaran, indicar cómo serán remediados y su costo. Los Valles Calchaquíes constituyen un sistema ecológicamente sensible, valioso e irrepetible y debe ser preservado. Según publicaciones megamineras, esta explotación produjo ganancias estimadas en los 50.000 millones de dólares. De ese monto, ¿cuánto quedó en la región?

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Juan Francisco Segura

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Los dos escenarios

Leyendo el Panorama Tucumano de Fabio Ladetto (“El Estado compitió contra sí mismo”, 11/7)y compartiendo totalmente su punto de vista, quisiera agregar el mío sobre los festejos: a lo ya expresado por Ladetto me gustaría expresar que el comportamiento del gobernador Juan Manzur y el del intendente capitalino Germán Alfaro fue el de dos chiquilines que se pelean por la propiedad de un juguete, en este caso el juguete fue el pueblo tucumano que solamente quería festejar el 9 de Julio; estos políticos que dicen dirigir nuestro destino se pelearon por la paternidad de una fiesta que en realidad los únicos propietarios somos los tucumanos que la pagamos con nuestros impuestos; señores políticos no declamen a los cuatro vientos que la grieta de aquí o de allá, culpándose por el derecho de autor de la misma cuando ambos la incentivan. Realizaron monumentales celebraciones montando inmensas estructuras separadas por apenas 100 metros cuando deberían haberse puesto de acuerdo y realizar una sola celebración para cerrar esa famosa grieta. Al pueblo no le interesan sus grietas, haciéndonos ahorrar millonarios gastos innecesarios, que podrían haber sido invertidos en necesidades mas urgentes: por ejemplo en los elementos e insumos que reclama el doctor Jesús Amenábar para el hospital Centro de Salud.

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Fernando Carlos Brunet

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El blanqueo y los excluidos

El sistema laboral permite alcanzar el trabajo registrado y formal para todos los trabajadores, promover la igualdad de oportunidades. Según el presidente Mauricio Macri, habrá un amplio blanqueo laboral, baja de impuestos y después de las elecciones se va a encarar una profunda reforma impositiva y laboral en la Argentina, que permita alentar inversiones y aumentar el empleo. En despachos oficiales existe la certeza de que habrá un amplio y generoso blanqueo laboral, mucho más generalizado. Será sencillo: borrón y cuenta nueva para los trabajadores en negro a los que se les va a respetar la verdadera antigüedad que tienen y también, en las mismas condiciones, regularización de los que están asalariados pero con una parte del sueldo en negro y la otra en blanco. Se discute si alentar un gran blanqueo a costo cero para los empleadores, o si establecer una multa no demasiado elevada para compensar el costo fiscal que toda la movida significa. A los trabajadores se les va a reconocer la antigüedad; también habrá que hacerse cargo de los aportes a las obras sociales y sobre todo al sistema jubilatorio. Además se proyecta reducir las cargas sociales en los salarios de base de los convenios colectivos, de modo de alentar la toma de nuevos trabajadores, que suelen incorporarse con los sueldos más bajos del escalafón. Se promoverán la capacitación y las pasantías laborales para los alumnos de los últimos dos años de las escuelas secundarias y se continuará trabajando en modernizar y actualizar los convenios colectivos con el modelo que se utilizó para los petroleros en Vaca Muerta, la industria láctea o automotriz El Presidente conoce perfectamente la agenda que se necesita encarar después de las elecciones de octubre. No hay chance de salida para el país con este nivel de presión impositiva sobre los que trabajan, para los que producen. Todos coinciden en que resulta inviable financiar el actual tamaño del Estado, especialmente las obligaciones previsionales, cuenta que luce cada vez más impagable para los contribuyentes. Para octubre faltan menos de tres meses. La problemática más compleja, la económica y social, está vinculada con la informalidad laboral, con la situación de los asalariados que trabajan “en negro”. Consultoras advierten que los trabajadores no registrados cobran por sus servicios en torno a los valores de las escalas salariales más bajas de cada convenio de actividad; y son jóvenes y mujeres los más afectados. Un informe del Ieral (Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana) de la Fundación Mediterránea especificó que “cuatro de cada 10 ocupados desarrolla su actividad laboral en condiciones informales y con altas dosis de precarización”, que los trabajadores informales o “en negro” representan al 33,8% de los asalariados. Es de suponer que esta vez las “promesas” de Mauricio Macri de un blanqueo laboral se lleven a cabo. Los trabajadores quedan a la espera de que la Justicia Laboral se haga presente y que el “Cambio” sea una realidad.

Julio Argentino Gómez

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La bandera whipala

En los actos escolares se ha incorporado a las tradicionales banderas nacional y provincial la bandera Wiphala. En general, las primeras coincidían en algunas instituciones educativas con la de la Ciudad del Vaticano ¿Asistimos a una nueva polémica sobre el día de la “raza”? ¿O a una adaptación de una ideología democratizante, bautizada como “encuentro de civilizaciones”? En las ex colonias españolas de América la llegada de los europeos fue celebrada con un argumento racista, hasta que se buscó una fórmula ambigua llamada “encuentro de culturas”. ¿Justifican así una lucha terrible en donde las culturas autóctonas acabaron devastadas y sometidas, como ocurre en las guerras de conquistas con sus inevitables ciclos de opresión colonial? ¿ Qué se pretende al “unir” banderas con significados tan opuestos? La bandera Wiphala el año pasado había aparecido colgada en la Junta de Distrito de Centro de Madrid. Es una enseña cuadrangular de siete colores repartidos en 49 cuadros utilizado en tareas, rituales y ceremonias por algunas etnias de la Cordillera de los Andes. Existen cuatro tipos de Wiphalas: Collasuyu, Antisu, Chinchansuyu y el Cuntisuyu. Su origen es incierto. Dicen que la bandera multicolor surgió “con un sentido pacífico, pero se convirtió en guerra desde la llegada de los españoles”. El gobierno de Bolivia, sin embargo, explica que “aunque los pueblos precolombinos de los Andes no carecían de símbolos propios, especialmente los de tradición estatal como el inca, el formato de pendón textil cuadrilátero para ondear al viento es una tradición europea”. La bandera nacional, en cambio, recién fue consagrada el 20 de julio de 1816 por el Congreso de Tucumán. Era la bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En este cuadro, el tema indígena se había convertido en un obstáculo para el proceso de formación del estado. Treinta años antes de 1810, la verdadera masa explotada, los indígenas de las minas y campos, se había levantado contra el explotador colonial con Túpac Amaru en el Alto Perú y con los comuneros en Nueva Granada. Estos levantamientos fueron un laboratorio en doble sentido: consumaron las primeras derrotas de los ejércitos reales y levantaron el programa imprescindible de la independencia y la tierra; revelaron a su vez los límites históricos de las élites criollas, que se espantaron con el protagonismo de los pueblos insurgentes. De esta manera “una débil burguesía rioplatense - estancieros y comerciantes- junto a una pequeña burguesía criolla encarnaron el espíritu de la época”, alumbraron la Revolución de Mayo y la Independencia. La cuestión indígena, junto a la explotación de América, fue la condición esencial para el nacimiento del capitalismo e índice de su victoria a escala mundial. El tema merece una debida atención.

Pedro Verasaluse

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Postal de abandono

Si se concurre a la esquina de avenida Sarmiento y Marco Avellaneda, a tan sólo 15 cuadras de la Casa de Gobierno, se puede observar el avance "edilicio" del asentamiento realizado a las orillas de las vías del Ferrocarril Belgrano. y el estado de abandono y suciedad del sector, tal como se observa en la foto que adjunto. Esta primorosa postal se completa con la presencia de un vecino de la villa en plena merienda. Quiero aclarar, como referencia de que se trata de una foto del lugar indicado precedentemente, que se puede ver el techo de la garita municipal, sucia y dañada y que acompaña al semáforo, ambos sin uso. No quieran imaginar ustedes el nivel de indignación que me embarga al ver la ausencia y abandono total del Estado -nacional, provincial o municipal- ante el grave grado de avasallamiento y desorden en que esta zona está sumida. Es obvio que tomar una decisión dentro del caótico e inmundo terreno ferroviario, plagado de alimañas, es similar al juego del gran bonete, ya que siempre nos preguntamos de quién es la responsabilidad; o quién tiene la jurisdicción para actuar. Le pregunto al señor intendente ¿han visitado usted o algún funcionario suyo la zona de la plazoleta Mitre? Así como hizo todo lo posible por municipalizar la continuación de la calle Marco Avellaneda -o sea, Bernabé Aráoz, cuestión que es de mi total agrado- no ha realizado ningún tipo de acción en mejorar su continuación, que incluye vaciaderos de residuos en plena calle, peligrosos lavaderos de autos en la acera contraria al estacionamiento, calles cerradas al tránsito por mero capricho de la"tiranía del ferrocarril"(caso calle Santa Fe al 1.200), para terminar en el asentamiento que va desde avenida Sarmiento hasta el "puente de los suspiros" y que ahora está avanzando sobre la propia avenida, hasta con "caballerizas" cuyos equinos pastan y “despastan”" a la orilla de mi casa, con el consiguiente mosquerío y nauseabundo olor (tengo además, fotos de estos corceles trotando por el puente de la avenida Sarmiento). ¿De qué vale tener los impuestos (verdaderas gabelas) al día? Pongo a disposición de los recaudadores provinciales y municipales mis padrones para que recaben información sobre mis pagos de los respectivos impuestos inmobiliarios, que además de elevadísimos son inconducentes e inútiles, dado el relato anterior.

Héctor C. Ostengo

Avenida Sarmiento 1.206, San Miguel de Tucumán.


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