Homicidio, condena y absolución: hacen locros para viajar hasta la Corte Suprema

La Corte Suprema de la Nación recibió un confuso caso de homicidio que ocurrió en 2004 en Tucumán, en el que el acusado fue condenado por una sala penal a ocho años de prisión y luego absuelto por la Corte local. Sonia Edén Álvarez, madre de la víctima -José Alberto Rojas- dijo que el imputado, Carlos García, se encuentra amparado por su hermano Ariel, el legislador radical. El parlamentario, en tanto, afirmó que jamás influyó en la causa y denunció que existen intereses políticos por detrás de toda la situación.

“Mi hijo estaba discutiendo con una tal ‘Shakira’, que vendía droga y había hecho detener a un amigo de él. Ahí apareció Carlos García, quien ya le había pegado el día anterior, y lo mató de dos tiros, uno en la pierna y otro en el pecho. Ese hombre era un pesado, un violento, un matón; todos lo conocíamos en el barrio, yo iba a jugar a la loba con su suegra. A veces siento que esto no se va a cerrar nunca porque su hermano, el legislador, metió la mano en todo el proceso. Todos los días lo veíamos en Tribunales. El juicio fue una burla y después la Corte de la provincia lo absolvió”, dijo la mujer.

En rigor, García fue condenado a ocho años de prisión, en fallo dividido, por el tribunal integrado por Wendy Kassar, María del Pilar Prieto y Emilio Páez de la Torre. Su defensa interpuso un recurso de casación que llegó a la Corte Suprema de Tucumán y el panorama cambió. “Ellos pidieron la nulidad del fallo. La Corte se extralimitó y lo absolvió, cuando lo normal es que se llame a otra cámara para que se dicte una nueva sentencia. Me llama mucho la atención. Somos el único caso de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad que llegó a la Corte nacional, y vamos a demostrar lo difícil que es conseguir Justicia en Tucumán”, advirtió la abogada de la mujer, Patricia González.

Para viajar, Edén Álvarez, cuenta con el apoyo de los miembros de la Comisión, quienes realizan locros para que la mujer pueda pagar su pasaje, aún sin saber si los jueces admitirán la revisión de la causa.

El legislador García: “este no es un caso de impunidad”

“Nunca quisimos hablar porque no consideramos que se justificara. Conozco el dolor de perder a una persona querida y aquí hay un joven fallecido. Pero este no es ningún caso de impunidad, fue un hecho lamentable”, argumentó Ariel García, legislador y referente de la UCR. La acusación provenía de Sonia Edén Álvarez, madre del joven asesinado José Rojas; por este caso fue acusado, y luego absuelto, el hermano del político, Carlos García.

Según García, no sólo no influyó en la Justicia, sino que su militancia le jugó en contra. “Mi hermano fue investigado por el fiscal (Carlos) Albaca. Sin tener análisis profundos, él dictó la preventiva. Yo, anteriormente, le había hecho denuncias a Albaca por un montón de causas que no investigaba, como la falta de transparencia en el manejo de fondos públicos de la gestión de Sergio Mansilla en la Secretaría de Coordinación de Municipios y Comunas por el faltante de $ 164 millones. Cuando se produce el hecho, imagínese si justamente él me iba a dar algún beneficio a mí.

Incluso, la causa incluso podría haberse caratulado como homicidio en riña, o legítima defensa, pero él no lo hizo”, advirtió. Además, enumeró situaciones para engrosar su postura. “Mi hermano estuvo detenido en una comisaría y luego en la cárcel de Villa Urquiza hasta que llegó la apelación. Incluso, una sala penal lo condenó en un fallo dividido”. Por último, García ligó estas acusaciones a la interna que existe en la UCR. “Es el modus operandi que utiliza el sector de (José) Cano para descalificar a los que piensan distinto”, acusó.