03 Julio 2017
MADRID.- El constante cuadro comparativo entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo suma por estos días un nuevo item: el de la renovación con sus respectivos clubes. El rosarino, que acaba de estampar la firma en el Registro Civil, está cerca de extender su vínculo con Barcelona, pero la firma por ahora se dilata. Su costosa renovación entraría en el nuevo ejercicio fiscal para el club, como deseaban sus dirigentes. Nadie en Barcelona duda de que la renovación se firmará. El “Culé” esté deseoso de presentar el acuerdo después de una temporada poco fructífera. Un balón de oxígeno para sus criticados dirigentes.
Lo de Cristiano parece bastante más complicado. Real Madrid tuvo mucho que celebrar la pasada temporada -Liga española y Liga de Campeones por primera vez desde 1958-, pero toda su apacible felicidad se vio manchada por la incertidumbre que rodea a su máxima estrella.
Primero, la Justicia española lo denunció por una presunta evasión al fisco de 14,7 millones de euros (16,7 millones de dólares). E inmediatamente llegó lo inesperado, cuando el diario portugués “A Bola” publicó el deseo del futbolista de marcharse de España.
Real Madrid quiere reunirse cuanto antes con el astro portugués para conocer de su boca cuáles son sus anhelos, pero la agenda sólo la marcará el jugador. Un club en manos de un futbolista. La decisión de Cristiano mantiene expectante a todo el fútbol europeo, pues un eventual traspaso del portugués -se calcula que sería cercano a los 180 millones de euros- provocaría un sismo en el mercado. (DPA-Especial)
Lo más popular
