Tres estudiantes de la UNT ganaron una beca y se van al gigante tecnológico Huawei

Tres estudiantes de la UNT ganaron una beca y se van al gigante tecnológico Huawei

Son alumnos de la Facultad de Ciencias Exactas y en agosto viajan a China.

PROTAGONISTAS. Federico Interlandi, Juanchi Consoli y Christian Vionnet rodean al ingeniero Cabrera, director del Laboratorio de Telecomunicaciones. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.- PROTAGONISTAS. Federico Interlandi, Juanchi Consoli y Christian Vionnet rodean al ingeniero Cabrera, director del Laboratorio de Telecomunicaciones. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
27 Junio 2017

Las historias de Juanchi Consoli y Christian Vionnet tienen algún punto en común. Sobre todo en la niñez, cuando los juegos que les habían regalado les despertaron la curiosidad. Nada más fascinante para un chico que sumergirse en esos palotes de la electrónica -cables, luces, pequeños circuitos-. De allí a desarmarlos para averiguar cómo funcionaban hubo un paso. Christian no se quedó quieto: al tiempo le sacó el motorcito a un auto de carrera para fabricarse un ventilador de mano. Pero distinto fue el caso de Federico Interlandi, porque su perfil apuntaba hacia el arte -la música- y la tecnología lo atrapó de grande. De estos temas seguramente hablarán largo y tendido durante el viaje a China que los espera en agosto, porque fueron becados por la firma Huawei y durante dos semanas accederán a una capacitación de alto vuelo.

El semillero del que emerge este trío es el Laboratorio de Telecomunicaciones de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNT (Facet). La unidad forma parte del Departamento de Electricidad, Electrónica y Computación, en el que docentes y alumnos comparten un ida y vuelta marcado por los permanentes avances en el campo tecnólogico. Lo sintetiza en cuatro palabras el director del Laboratorio, Miguel Ángel Cabrera: “enseñamos lo que investigamos”.

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Los becarios cursan Ingeniería Electrónica. Interlandi (23 años, egresado de la Escuela Normal) y Consoli (22, del Colegio Pucará) están en quinto año. Vionnet (24, del Instituto Técnico Anacleto Tobar) los sigue en cuarto. Cabrera apunta que es tanta la demanda de mano de obra calificada, en este caso estudiantes de Ingeniería altamente especializados, que muchas empresas los seleccionan y captan aún antes de que concluyan sus estudios. Y no deja de observar el hecho de que en China, al igual que en muchos otros países, la caza de talentos es permanente.

El proceso

Todo partió de la inserción de la Facet en los proyectos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. La entidad, con sede en Suiza, se encarga de que el mundo hable el mismo idioma en materia de radio, TV, telefonía y todo lo que tenga ver con las tecnologías que ese emplean en ese ámbito. Para conseguir esas estandarizaciones los países se adhieren voluntariamente y colaboran en la elaboración de los nuevos paradigmas. De ese entramado forma parte la UNT, por medio del Laboratorio, y por eso recibió la invitación para que los alumnos avanzados de Electrónica aplicaran al programa “Semillas del futuro”.

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Fueron 50 los estudiantes de universidades argentinas que iniciaron el proceso de admisión con el envío de los CVs. Quince de ellos pasaron el filtro y, finalmente, quedaron 10. “La Facet tiene el 33,33% de los cupos”, ilustra con precisión matemática el ingeniero Cabrera.

El entusiasmo de Consoli, de Vionnet y de Interlandi es contagioso. Se les abrirán las puerta de un gigante de la industria de las telecomunicaciones y planean sacarle el jugo a la experiencia. Llegarán a Beijing el 12 de agosto y durante una semana asistirán a clases de chino mandarín. También tendrán la oportunidad de conocer los principales atractivos de la ciudad. De allí partirán a Shenzhen -frente a Hong Kong- donde asistirán a clases en los cuarteles de Huawei. La cobertura de la beca es total (pasajes y estadía).

En el mundo, 3.900 millones de personas no cuentan con acceso a internet. Los próximos años serán intensos, porque la incorporación de esa masa de la población a la aldea virtual es uno de los objetivos de las grandes empresas. Es el área que ellos están estudiando y de la que seguramente absorberán los últimos descubrimientos. “Vamos a un país tecnológicamente desarrollado, con la motivación de alcanzar el éxito profesional y la inserción en el mercado laboral. Nos llena de orgullo”, destaca Consoli, todo un resumen de los sentimientos del trío. Y a coro lanzan una sentencia: “estamos acá porque hablamos muy bien inglés”.

Cabrera también está orgulloso, porque el semillero de la Facet no deja de dar frutos. “Tenemos gente trabajando en otros programas; por ejemplo en Alemania, en Italia, en Francia... Once de nuestros egresados son ingenieros en Invap”, indica.

Criado en Tartagal, Cabrera cuenta que fue enamorándose de la tecnología gracias a los artículos que publicaba la revista Lupin y a su precoz manejo de los equipos de radio, y que tras escuchar una charla brindada por un famoso profesor de la UNT que trabajaba en la NASA -Mario Acuña-supo que sería ingeniero eléctrico. “Esto se lleva en el ADN”, sostiene, una hipótesis que con la mirada y los hechos refrendan Juanchi, Christian y Federico.

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