25 Junio 2017
SAN PABLO.- La gestión del presidente de Brasil, Michel Temer, registra los peores índices de aprobación de mandatarios del país sudamericano en 28 años, según una encuesta publicada por el periódico “Folha de Sao Paulo”. Sólo el 7% de los 2.771 consultados para el estudio calificó “óptimo o bueno” el gobierno de Temer, mientras que el 69 % de los encuestados consideró “pésima” su gestión. Para un 23%, su gobierno es apenas “regular”.
Los índices de aprobación del Gobierno de Temer son los más bajos registrados en Brasil desde 1989, cuando el entonces presidente José Sarney (1985-1990), alcanzó tan solo el 5% de aprobación en medio de una crisis de hiperinflación que afectaba al país sudamericano.
La impopularidad de Temer es incluso mayor que la de Dilma Roussef en los meses previos a su destitución el año pasado, cuando la imagen negativa de la ex presidenta alcanzó los 63 puntos porcentuales y la aprobación de su gobierno el 13%.
La calificación negativa del presidente brasileño aumentó desde que el empresario Joesley Batista, dueño del primer productor de carne del mundo, el frigorífico brasileño JBS, acusara a Temer el mes pasado de haberse beneficiado durante años del pago de sobornos de la empresa. El empresario, que llegó a un acuerdo de cooperación con la Justicia (“delación premiada”) para evitar ir a juicio, presentó como prueba una conversación grabada con Temer, en la que el presidente parece avalar el pago de sobornos. El estudio de Datafolha que publicó el diario paulista también mostró que un 65% de los consultados opina que la salida de Temer sería lo más beneficioso para el país. Un 30% estimó que es mejor que el mandatario siga en el cargo. Consultados sobre una posible renuncia de Temer, un 76% se mostró a favor a esa opción, contra un 20 % que la rechazó. Si el presidente no presenta su renuncia, un 81 % apoyaría un juicio político en su contra Antes del escándalo, la desaprobación era del 69% y su aprobación, del 9%.
Ayer se conoció que el principal fiscal de Brasil presentará los cargos de corrupción contra el presidente uno, a la vez en lugar de realizar todas las acusaciones juntas, una estrategia que busca debilitar a su defensa.
Bajo la ley brasileña, cualquier cargo criminal contra un presidente en funciones debe ser aprobado por dos tercios de la Cámara baja del Congreso para que el Supremo Tribunal Federal pueda someterlo a juicio. El fiscal general, Rodrigo Janot, que encabeza la investigación que tiene en vilo al país, presentaría cargos contra Temer por recibir sobornos a comienzos de la próxima semana. El presidente también enfrenta acusaciones de extorsión y obstrucción a la justicia. La investigación judicial está interfiriendo con la capacidad del presidente para promover reformas y diputados oficialistas dijeron que abandonarían esos proyectos de reformas laborales si se ven obligados a votar los cargos criminales contra el presidente. (DPA-Reuters)
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