Las personas en situación de calle

El drama de las personas que sobreviven en situación de calle se hace más evidente en estos días en los que el frío se hace sentir con dureza. Algunos duermen en la vereda de un hospital, otros en el zaguán de una casa abandonada o en cierta vereda en las que se puedan cobijar; la mayoría de ellos cubiertos con pedazos de frazadas, envueltos casi con andrajos, casi siempre marcados por graves historias personales y familiares. La mirada de los transeúntes que circulan por los lugares donde se han instalados muchas veces deriva en una ayuda para socorrerlos, otras veces, son auxiliados por operativos impulsados por la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

La Dirección de Familia de la Secretaría de Desarrollo Social y Cultural del municipio capitalino asegura que se trata de unas 90 personas que trasiegan a la buena de Dios por San Miguel de Tucumán, sin hogar ni comida, que el 80% de ellos son hombres y que el 80 % sí tiene familia, pero que no puede o quiere recurrir a ella que les pueda solventar algún tipo de ayuda ante esa situación.

La Municipalidad ha puesto en marcha un programa para atender estos casos dramáticos, que básicamente consiste en trasladar a estas personas al albergue levantado en el Parque 9 de Julio, entre las tribunas de lo que era el autódromo municipal, a donde se les da cobijo y cuidado. Personal de la Dirección de Familia, desde comienzo de año, todos los días y las noches, recorre las calles de la ciudad en un vehículo para tomar contacto con estas personas que sobreviven a la intemperie, a quienes animan a pasar la noche bajo techo, comer algo y desayunar al amanecer.

El albergue cuenta ahora con dos habitaciones, una para hombres y otra para mujeres, tiene 29 camas, un ropero comunitario, con prendas donadas, un lugar para el desayuno y también profesionales para el acompañamiento terapéutico. Las autoridades aseguran que muchos de los que son trasladados al albergue vuelven luego a ocupar las calles, por lo que advierten que esos operativos de solidaridad y asistencia no consiguen resolver la situación por lo que ese cuadro de desamparo se mantiene, y ciertamente, tiende a agravarse ante una problemática social que pareciera no tener una bisagra superadora.

Desde el área Social del municipio capitalino sostienen que el panorama de las personas en situación de calles refiere a un diagnóstico de complejidad y dificultades múltiples. “Generalmente se cree que los que viven en la calle tienen problemas habitacionales, pero en general llegan a esa situación por crisis familiares, ya por cuestiones legales o por adicciones de ellos o de sus hijos”, han dicho los funcionarios a LA GACETA, que publicó un extenso informe hace unos días.

Ese análisis impone entonces la necesidad de poner en marcha una política mas amplia, profunda y estratégica, un proyecto que abarque a mas jurisdicciones institucionales y a un mayor número de organismos competentes en las distintas materias que se abordan, toda vez que la búsqueda de una respuesta a esta tragedia social debe pasar básicamente por la reinserción comunitaria y la reparación cívica del desamparado.

Estos trabajos de solidaridad y apoyo que llevan a cabo las reparticiones municipales deben ser considerados valiosos y positivos; tendrían que transformarse en un punto de partida que involucre a los gobiernos nacionales y provinciales para avanzar en planes sociales de mayor calado, abarcadores, eficaces, prácticos, sustentables.