“Todos estamos muy dolidos”, dijeron los vecinos del carnicero

“Todos estamos muy dolidos”, dijeron los vecinos del carnicero

Cuatro asaltantes lo mataron de un balazo.

LA CARNICERÍA. El local estuvo cerrado durante el velatorio de Herrera. credito LA CARNICERÍA. El local estuvo cerrado durante el velatorio de Herrera. credito
23 Junio 2017

“Cerrado por duelo”, dice el cartel que está pegado en la puerta de una carnicería ubicada en la esquina de calles Olleros y Güemes. El fallecido es el dueño del negocio, Héctor Omar Herrera, a quien asesinaron cuatro delincuentes que pretendían robarle el miércoles a la mañana.

Casi todos los vecinos escucharon el disparo, que estalló alrededor de las 10.30. Liliana, que vive a media cuadra de la carnicería, se asomó a la ventana para ver qué pasaba. “Vi pasar una moto por acá (calle Güemes), sé que la otra escapó por la Olleros. Después vi el amontonamiento de gente en la esquina y no podía creer que era Omar”, lamentó.

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La mujer agregó que los vecinos llamaron al 911 y al 107. “Los primeros en llegar fueron los policías, que lo cargaron en la caja de la camioneta y lo llevaron al hospital. Se veía mucha sangre. La ambulancia vino como 20 minutos después”, recordó.

Herrera, que tenía 49 años, fue asistido en el Padilla. Allí resistió poco más de 12 horas. Pasada la medianoche se conoció que había muerto. Los delincuentes le habían pegado un tiro en el pecho, cerca del corazón. Según indicaron fuentes del caso, después de herirlo se llevaron $ 5.000 de la carnicería.

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“Se lo va a extrañar”

El barrio estaba consternado ante semejante noticia. “Hace como dos meses le robaron a una señora que iba entrando a la carnicería y Omar salió a tratar de perseguir al delincuente. Ahora le tocó a él”, comentó con tristeza Silvia, la mujer que le alquilaba el local. “Era un señor muy humilde que con su trabajo pudo salir a flote y hacer que sus dos hijos estudien”, agregó.

Liliana, la vecina, lo recordó como “un señor muy agradable, muy trabajador” y contó que, además de atender la carnicería, Herrera se ganaba la vida vendiendo bebidas y sándwiches en las canchas de fútbol donde se juegan campeonatos de veteranos. “Venía a trabajar hasta cuando estaba enfermo, incluso con el pie fracturado. Era muy cordial, no tenía mal día, siempre estaba haciendo bromas. Todos estamos muy dolidos, se lo va a extrañar”, expresó.

Ambas mujeres coincidieron en que la esposa de Herrera solía hacerle compañía en el local. “Esa mañana, justo cuando pasó esto, ella había salido a comprar pan”, recordó Liliana. Cuando la mujer volvió, ya se encontró con su marido herido en el piso.

“Se ve que andaban buscando a quién robarle porque un rato antes ya le habían quitado el celular a una chica en una parada de colectivos. Una vecina que volvía a su casa los vio y entró rápido”, comentó Liliana. “Andaban con una pelota de fútbol que se la dejaron en la carnicería”, agregó la mujer.

Personal de la división Homicidios, a cargo de los comisarios Hugo Cabeza y Daniel Cuellar, trabajaban en la investigación del hecho bajo las directivas de la fiscala de la I° Nominación, Marta Rivadeneira.

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