Cartas de lectores
20 Junio 2017

Escuelas de alta montaña

Las comunidades aborígenes de esta provincia deben saber que las escuelas de Alta Montaña como Anfama, Anca Juli, Chasquivil, por citar algunos ejemplos, no tienen un régimen para un funcionamiento eficiente que atienda las características propias de la cultura, la historia, la geografía ni la designación de los docentes, ni en las normas administrativas. El docente llega como puede a su lugar de trabajo, por razones climáticas, o de salud, o por trámites con los que puede justificar sus ausencias continuas tantos meses como los amparen la ley y las pautas de las direcciones de nivel. Una experiencia voluntaria con un directivo con grados a cargo permitió constatar que por razones administrativas vinculadas a comedores, pagos de sueldos, partes mensuales, entre otros trámites, se requerían 18 días hábiles en el llano. Fracasó un intento de implementar la atención de alta montaña durante los últimos días de cada mes para evitar ausentismos. Fue imposible lograr la buena voluntad del área administrativa para comprometerse con los niños y docentes de esa zona y acomodar los horarios de atención. La semana tiene sólo tres días hábiles porque se necesitan el lunes y el viernes para ascenso y descenso del personal. La permanencia en aislamiento no es buena para la salud mental del docente, por más que cobre mejores salarios. En la mayoría de las escuelas los maestros dormían en camas improvisadas sobre los bancos o sobre bases de adobe, dependiendo, para llegar, de baqueanos y del alquiler de un caballo para montar y de otro para llevar la mercadería y pertenencias. Todo ello, ante la total indiferencia de las autoridades educativas y gremiales; al punto tal que, una vez que los más jóvenes conocían el camino, para bajar costos de traslado hacían los trayectos por caminos de cornisa y atajos, a pie, como lo hacen los niños que caminan horas para llegar. Por lo que refleja una nota publicada en LA GACETA (12/3), todo está como hace 10 años, cuando yo recorría la alta montaña; los docentes siguen cobrando plus por zona desfavorable, arreglándose como pueden para ascender, comer y dormir; siguen sufriendo la descalificación por parte de quienes los acusan de vagos que no asisten regularmente; los alumnos siguen sin lograr mínimos conocimientos de lengua o de matemática, o de otros temas que aporten al arraigo y respeto a su cultura, en este mundo de avances científicos y tecnológicos. Las escuelas, lejos de ser instituciones, son centros domésticos de contención socioafectiva y alimentaria. Se hace parecer que funciona lo que no funciona. Las autoridades educativas pueden publicitar en grandes carteles el orgullo por la educación en la provincia sin mirar la realidad: hacerlo significaría ponerse a trabajar en serio en forma conjunta con las organizaciones comunitarias, delegados comunales, ex alumnos, sacerdotes, maestros, entre otros, para sacar a estas escuelas de su lamentable situación institucional, para que dejen de ser una especie de mini Argentina que no valora ni optimiza los recursos disponibles para mejorar y salir del estancamiento educativo. Destaco las acciones de la señora Silvia Chiarello y del doctor Escolano, verdaderos conocedores de alta montaña. Durante décadas los supervisores docentes predicaron en el desierto en un ámbito en el que, para la autoridad superior, la obligación era “cuidar la espalda de...”, sin importar los años de experiencia del supervisor, el ingreso al cargo por antecedentes y oposición, convirtiendo a este nivel, en mi experiencia personal, en una formalidad para cumplir directivas, obedecer y callar los problemas. Olvidarse de la ley de Educación y de los derechos constitucionales sobre educación y condiciones laborales mínimas fue la consigna de la Dirección de Nivel actuante durante mi gestión.

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Elvira Arnedo

Avenida Néstor Kirchner 1694

San Miguel de Tucumán


Recordar a Belgrano

El papa Francisco, en su libro titulado “Educar, elegir la vida”, firmado bajo la autoría de cardenal Jorge M. Bergoglio, entre otras cosas, dice: “Pensando en los tiempos fundacionales de nuestra patria, me salió al encuentro un personaje al cual, por lo general, no se le reconoce la relevancia que ha tenido en la Argentina naciente. Me refiero a Manuel Belgrano. ¿Qué se puede decir de él, además de su participación en la Primera Junta y la creación de la bandera? No fue un hombre exitoso, al menos en los términos en que nos hemos acostumbrado a usar esa palaba en estostiempos de pragmatismo y necedad. Sus campañas militares carecieron del brillo y profundidad que le ganaron a José de San Martín el titulo de Libertador. Carecía de la pluma de escritor y propagandista de un Sarmiento. Como político, siempre estuvo relegado a una segunda línea. Tampoco su vida privada fue demasiado llamativa: su salud dejaba bastante que desear, no pudo casarse con la mujer que amaba y murió a los 50 años, en la pobreza. Sin embargo, Sarmiento dijo de él que había sido ‘uno de los poquísimos que no tiene que pedir perdón a la posteridad y a la severa crítica de la historia. Su muerte oscura es todavía un garante de que fue ciudadano íntegro, patriota intachable’. De muy pocos exitosos de nuestra historia nacional podría decirse lo mismo… Es que, además de sus incontrastables virtudes personales y su profunda fecristiana, Belgrano fue un hombre que, en el momento justo, supo encontrar el dinamismo, empuje y equilibrio que definen la verdadera creatividad: la difícil pero fecunda conjunción de continuidad realista y novedad magnánima. Su influencia en los albores de nuestra identidad nacional es muchísimo mayor de lo que se supone; y por ello puede volver a ponerse de pie para mostrarnos, en este tiempo de incertidumbre pero también de desafío, cómo se hace para poner cimientos duraderos en una tarea de creación histórica”.

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Daniel Chávez

Pasaje Benjamín Paz 308

San Miguel de Tucumán


El Código Tributario

En el año 1917 se debatía en el Congreso de la Nación
uno de los tantos proyectos de ley de divorcio.
Nuestros legisladores acaloradamente discutían sus
posturas plenas de principios jurídicos y dogmáticos
en pro o en contra del proyecto. Todo se terminó
cuando Elisa Gorostiaga de Aguiar publicó una nota
en la revista Plus Ultra en la que manifestaba que la
mujer en nuestro país estaba sometida a leyes civiles
de un atraso inconcebible en una época de progreso,
por lo que recomendaba a nuestros legisladores que
previamente debían introducirse normas que dignificaran
a la mujer. Allí terminó todo. Los legisladores
desconocían que el ordenamiento jurídico es un todo
y que cada ley que se dicta afecta otros derechos. En
nuestro caso cuando se dictó la Ley 5.121 de Código
Tributario Provincial tampoco se tuvo en cuenta esto
y así los tucumanos penamos con una ley que permite
la doble imposición, el cobro de Impuesto de Sellos,
un obsceno impuesto a las cajas de ahorro que
no sólo afectan nuestros bolsillos sino también la economía
de nuestra provincia. Hace algunos años se
modificaron inconstitucionalmente cientos de nuestras
leyes, ya que se lo hizo por ley de consolidación.
Entre otras, la Ley de Administración Financiera. En
lo que hace al Tribunal de Cuentas, la reforma fue
burda; hay que leer la letra chica; lo que se hizo fue
privar del carácter de funcionarios de ley a Abogados
y Contadores Fiscales para que así no pudieran intentar
adherirse al régimen de jubilación al que habían
accedido los vocales del Organismo que se vería
dificultado de otra manera. Al aceptar aprobar modificaciones
de ley vía de consolidación, nuestros legisladores
declinaron funciones que les impone la Constitución,
no hubo debate y así la sinrazón se impuso
una vez más. El asunto es determinar dónde surgió
la idea de esta reforma.
 
JUBILADOS
He leído en LA GACETA el viernes 16/4 declaraciones
del vicepresidente de la Legislatura, el oficialista
Guillermo Gassembauer, diciéndole al presidente
Mauricio Macri que “tenga un poco de sensibilidad
social” en relación a la noticia del retiro de la pensión
a discapacitados y, que pone a disposición de los interesados
en la Legislatura un grupo de abogados para
atender gratuitamente. Los Jubilados de la Plaza,
con esta carta en LA GACETA, le pedimos que le diga
al gobernador Juan Manzur que “tenga un poco se
sensibilidad social” para con los aproximadamente
11.000 jubilados y pensionados provinciales y municipales
sobrevivientes de los 36.000 transferidos a la
Nación en el año 1996; la mayoría de edad avanzada
o enfermos que seguimos integrando la sociedad tucumana
a la que él se debe en su carácter de representante
elegido por el pueblo. Muchos de nosotros
adelantan su opinión que no le pedirá al gobernador
que actualice nuestros sueldos con el 82% móvil automático
como lo ordena la ley y decenas de sentencias
de la Justicia Contencioso Administrativo, e incluso
por la Corte Suprema, y que les pague también
el 70% móvil automático a los sobrevivientes jubilados
provinciales no transferidos a la Nación a quienes
les paga el Estado Provincial. Mucho menos le
hablará de la deuda por retroactivos de haberes impagos
y el porqué no lo hará es: al haber sido durante
12 años funcionario de gobierno de su amigo José
Alperovich, se malacostumbró a no hablar del tema
de los jubilados. Según los “viejos” mejor entendidos,
tampoco existimos para él.

En el año 1917 se debatía en el Congreso de la Nación uno de los tantos proyectos de ley de divorcio. Nuestros legisladores acaloradamente discutían sus posturas plenas de principios jurídicos y dogmáticos en pro o en contra del proyecto. Todo se terminó cuando Elisa Gorostiaga de Aguiar publicó una nota en la revista Plus Ultra en la que manifestaba que la mujer en nuestro país estaba sometida a leyes civiles de un atraso inconcebible en una época de progreso, por lo que recomendaba a nuestros legisladores que previamente debían introducirse normas que dignificaran a la mujer. Allí terminó todo. Los legisladores desconocían que el ordenamiento jurídico es un todo y que cada ley que se dicta afecta otros derechos. En nuestro caso cuando se dictó la Ley 5.121 de Código Tributario Provincial tampoco se tuvo en cuenta esto y así los tucumanos penamos con una ley que permite la doble imposición, el cobro de Impuesto de Sellos, un obsceno impuesto a las cajas de ahorro que no sólo afectan nuestros bolsillos sino también la economía de nuestra provincia. Hace algunos años se modificaron inconstitucionalmente cientos de nuestras leyes, ya que se lo hizo por ley de consolidación. Entre otras, la Ley de Administración Financiera. En lo que hace al Tribunal de Cuentas, la reforma fue  burda; hay que leer la letra chica; lo que se hizo fue privar del carácter de funcionarios de ley a Abogados y Contadores Fiscales para que así no pudieran intentar adherirse al régimen de jubilación al que habían accedido los vocales del Organismo que se vería dificultado de otra manera. Al aceptar aprobar modificaciones de ley vía de consolidación, nuestros legisladores declinaron funciones que les impone la Constitución, no hubo debate y así la sinrazón se impuso una vez más. El asunto es determinar dónde surgió la idea de esta reforma.

Raúl Evaristo Cossio

[email protected]


 JUBILADOS

He leído en LA GACETA el viernes 16/4 declaracionesdel vicepresidente de la Legislatura, el oficialistaGuillermo Gassembauer, diciéndole al presidenteMauricio Macri que “tenga un poco de sensibilidadsocial” en relación a la noticia del retiro de la pensióna discapacitados y, que pone a disposición de los interesadosen la Legislatura un grupo de abogados paraatender gratuitamente. Los Jubilados de la Plaza,con esta carta en LA GACETA, le pedimos que le digaal gobernador Juan Manzur que “tenga un poco sesensibilidad social” para con los aproximadamente11.000 jubilados y pensionados provinciales y municipalessobrevivientes de los 36.000 transferidos a laNación en el año 1996; la mayoría de edad avanzadao enfermos que seguimos integrando la sociedad tucumanaa la que él se debe en su carácter de representanteelegido por el pueblo. Muchos de nosotrosadelantan su opinión que no le pedirá al gobernadorque actualice nuestros sueldos con el 82% móvil automáticocomo lo ordena la ley y decenas de sentenciasde la Justicia Contencioso Administrativo, e inclusopor la Corte Suprema, y que les pague tambiénel 70% móvil automático a los sobrevivientes jubiladosprovinciales no transferidos a la Nación a quienesles paga el Estado Provincial. Mucho menos lehablará de la deuda por retroactivos de haberes impagosy el porqué no lo hará es: al haber sido durante12 años funcionario de gobierno de su amigo JoséAlperovich, se malacostumbró a no hablar del temade los jubilados. Según los “viejos” mejor entendidos,tampoco existimos para él.

Ángel Ricardo Salguero

[email protected]

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