El conflicto en Medio Oriente amenaza la paz de Occidente

El conflicto en Medio Oriente amenaza la paz de Occidente

Será imposible eliminar al terrorismo si no se resuelve el conflicto en los países árabes, dice Zidane Zeraoui, de la UNAM Un analista habló sobre los bombardeos en Siria y el acoso a musulmanes en Europa

EN PLENA CLASE. Zeraoui expone frente a estudiantes sobre la crisis de Medio Oriente en la San Pablo-T. San Pablo-T EN PLENA CLASE. Zeraoui expone frente a estudiantes sobre la crisis de Medio Oriente en la San Pablo-T. San Pablo-T
17 Junio 2017

“La seguridad de Occidente depende de que bajen los niveles de conflictividad en los países árabes, que cesen los bombardeos indiscriminados y se permita la existencia de un Estado Palestino”. Esta afirmación hizo de Zidane Zeraoui, doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en política internacional, con especial énfasis en el estudio de Medio Oriente, durante la conferencia que dictó en Tucumán, invitado por la Universidad San Pablo-T.

“Mientras no haya paz, aunque sea relativa, en Medio Oriente, el mundo occidental va a seguir siendo presa de atentados”, analizó en la entrevista que dio a LA GACETA.

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Por eso, dijo, los intentos para eliminar al terrorismo en Europa subiendo los controles al interior de los países van a ser en vano, si no se atiende antes a la necesidad de elevar la seguridad en Siria o Palestina.

“Resolver el conflicto palestino-israelí es una manera de bajar la conflictividad en todo Medio Oriente”, aseguró. El otro elemento es la necesidad de detener los bombardeos que afectan a la población civil, que generan un gran resentimiento en el mundo islámico.

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“Los países que han sufrido atentados son aquellos que intervienen en la política de Medio Oriente y participan de los bombardeos”, indicó.

Mirar hacia adentro

La dificultad para prevenir estos atentados reside en que los perpetradores son ciudadanos de los mismos países donde se producen y no siempre tienen un vínculo directo con la organización terrorista. A veces reciben entrenamiento en Siria, otras son simpatizantes, otras son “lobos solitarios”.

En el origen de la “conversión” de estos jóvenes está la situación social en los países donde viven. Los jóvenes musulmanes en Europa, explica Zeraoui, sufren los mayores niveles de pobreza, no están integrados y son víctimas de hostigamiento y de una violencia estructural que genera un gran resentimiento.

“Cómo saber entonces en qué momento un ciudadano se va a convertir en un terrorista”, comenta.

De estos jóvenes desarraigados se nutre el reclutamiento de Estado Islámico, a veces personal, a veces usando internet para adoctrinar, con un discurso atractivo, que habla de eliminar las fronteras y apela a lo simbólico, recordando el Imperio Islámico del siglo VIII.

Si bien Estado Islámico reivindica la mayoría de los atentados, no siempre están detrás de la organización. Un ejemplo el ataque a la discoteca en Orlando: el agresor era homosexual y bebía alcohol, dos cosas que jamás aceptaría una organización fundamentalista.

Perspectivas

Las posibilidades de que los países occidentales tomen medidas para desactivar el enfrentamiento en los países árabes son pocas, asegura Zeraoui.

Según dice, no está en agenda bajar el nivel de conflictividad en la región y, de hecho, “muchos analistas consideran que Donald Trump busca agudizarlo: vuelve a generar tensión con sus amenazas, lo que implica que los países buscan armarse (comprando armas a Estados Unidos) y, cuanto más armados, mayor posibilidad de conflictos”.

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