Técnicas de la novela moderna y estilo periodístico

Técnicas de la novela moderna y estilo periodístico

LA INTERPRETACIÓN. Las repeticiones, que pueden ser variadas van creando, o sosteniendo, la verosimilitud de la narrativa, ya se trate de novela o de cuento. LA INTERPRETACIÓN. Las repeticiones, que pueden ser variadas van creando, o sosteniendo, la verosimilitud de la narrativa, ya se trate de novela o de cuento.
18 Junio 2017

Por Alba Omil - Para LA GACETA - Tucumán

Sabemos que la novela de los siglos XX-XXI se ha hecho esencialmente subjetiva, hecho que exige y motoriza técnicas que pueden llegar a ser bastante complejas y que se expresan en diferentes aspectos estilísticos, fundamentalmente los referidos al lenguaje.

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García Márquez (Diálogo con Vargas Llosa) ha teorizado sobre esto: “Yo creo que tenemos que trabajar en la investigación del lenguaje y de las formas técnicas del relato y su representación lingüística, no con intención documentalista sino para crear una imagen de ingenuidad, de naturalidad, de sencillez, que confiera verosimilitud al relato”.

Este procedimiento lo aprendió García Márquez, según él mismo confiesa, del periodismo.

El periodismo, su estilo y su nota vívida, más el reflejo plástico del concepto, con el propósito de que el lector perciba visualmente los hechos que se está narrando, se hace visible en los grandes novelistas de nuestro tiempo, tal el caso de Arturo Pérez-Reverte, para no citar más pues el rasgo es generalizado.

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Los elementos de la realidad inmediata pueden hacer verosímiles las narraciones más extraordinarias. Pueden referirse tanto al mundo físico como al moral, como al psíquico. Se usan elementos de la realidad inmediata para sostener el mundo de la imaginación.

Se usa la evocación anticipada (prolepsis); es decir, se altera la secuencia de lo que va a suceder, con anticipaciones.

Por otra parte, las repeticiones, que pueden ser variadas (de nombres, palabras, frases, números, acciones de personajes, situaciones, etc.) van creando, o sosteniendo, la verosimilitud de la narrativa, ya se trate de novela o de cuento.

Es tanta la variedad de repeticiones que es mejor ordenarlas por grupos:

1.- Repeticiones que dan forma circular a la novela, es decir, se nombra y, en un momento dado, se retorna a lo dicho no tanto porque el curso de la acción así lo exige, sino por el efecto que produce el estímulo.

2.- Repeticiones de acciones paralelas

3.- Repeticiones que dan carácter simbólico a la novela: los viajes del protagonista de Seda (de Alessandro Baricco), por ejemplo, que va y vuelve repetidamente en busca de los gusanos de seda. En Cien años de soledad, la casa familiar de los Buendía cae en el abandono, repetidamente y es ampliada y reconstruida. La guerra parece no terminar nunca, con comienzos y finales permanentes. Los gitanos se van y vuelven después de la peste y traen las mismas cosas que habían traído al comienzo de Macondo: la lupa, el imán y la dentadura postiza.

4.- Repeticiones paralelas, constantes tanto en la obra de William Faulkner, gran maestro de la novela del boom, como en García Márquez, tal como puede observarse en su cuento El último viaje del buque fantasma”. En cualquiera de las novelas de María Granata, o en El Unicornio, de Manuel Mujica Láinez. ¿Para qué seguir?

5.- Repeticiones tanto en las acción como en el lenguaje: es genial la presentación de la señorita Jenny cortando narcisos, en Sartoris de Faulkner, modelo que se va a repetir en Onetti, en Mujica Láinez, en Pérez-Reverte, en Almudena Grandes, et al.

6.- El mensaje que encierran esas repeticiones (en el caso de la señorita Jenny, su tozudez, su carácter obstinado y autoritario).

7.- La búsqueda de la verosimilitud a través del tesón.

En síntesis; cualquier análisis comparativo entre un ejemplo de buen periodismo de nuestros días y cualesquiera de los buenos novelistas modernos, confirmaría lo que estamos señalando.

© LA GACETA

Alba Omil - Escritora, editora, profesora de Letras.

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