Golpe comando vestidos de policías: “entraron corriendo, a los gritos y apuntando con armas”

“Soy diabética y, por los nervios, ayer (por el martes) no podía caminar. Hemos gritado mucho y eso alertó a los vecinos. Los asaltantes se asustaron y se fueron”, lamentó Carlota Peñafiel, luego de que un grupo de hombres vestidos de policía pateara la puerta, entrara a su casa a los gritos y con armas, y se llevara una gran cantidad de dinero (fuentes policiales confirmaron que se trata de alrededor de $ 1 millón). El hecho ocurrió la zona de avenida Alem y Matheu.

Alrededor de las 20, la mujer se encontraba en la casa con su hija, su yerno, sus nietos y una empleada. Nadie oyó cuando llegaba el vehículo de los asaltantes; sólo escucharon la patada a la verja y los gritos de un hombre que irrumpió vestido de azul, con botas de policía, chaleco antibalas y placa. “¡Entreguen todo si no quieren morir!”, les advirtió mientras tres cómplices con la misma vestimenta ingresaban detrás de él; otros dos se quedaron afuera esperando, en una Trafic blanca, según las víctimas. Todavía creyendo que los intrusos eran policías, los presentes les pidieron que mostraran la orden judicial correspondiente, pero la única respuesta que recibieron fue la orden de quedarse quietos.

“Mi nieta de 10 años salió corriendo para pedir ayuda y uno de ellos la atajó y le puso una pistola en la cabeza; yo me quería desmayar en ese momento. Mi yerno lo enfrentó para que la soltara. Por suerte, no golpearon a nadie”, comentó la entrevistada, quien sólo atinó a buscar una caja de botas en la que guardaba el dinero. “No sé cómo voy a pagar mis deudas ahora”, sollozó. Los ladrones también le pusieron el caño en la sien a una empleada. “Me dijo ‘¡no te muevas porque te meto un tiro!”, relató la muchacha, que prefirió no dar su nombre.

Los gritos de los asaltantes y de las víctimas llamaron la atención de los vecinos, que también comenzaron a dar alaridos. Incluso, una mujer que vive al lado llegó corriendo con un palo para ayudar. Ante el miedo de que llegaran más vecinos, los asaltantes se subieron al vehículo y huyeron por la avenida Alem hacia el sur. El violento episodio no terminó allí: “los hemos seguido en el auto, hasta que comenzaron a disparar y ya no quisimos seguir la persecución”, contó la mujer.

Los disparos ocurrieron, según le informó un amigo de la familia, en la zona de San Cayetano; es que Peñafiel es oriunda de Perú y sólo viene a Tucumán durante los inviernos a ver a sus familiares. “Jamás me había ocurrido una cosa así en mi país. Hay inseguridad, claro, pero no a este extremo; me he quedado con mucho miedo. Llegaron cuatro patrulleros muy rápido, pero los ladrones ya se habían ido”, relató.

El caso quedó en manos del fiscal Washington Navarro Dávila y de la división Delitos Contra la Propiedad. Al cierre de esta edición, los efectivos buscaban cámaras de la zona para identificar la Trafic blanca, que sería una Peugeot Boxer.

Casos similares

El 30 de mayo ocurrió un caso muy parecido: cuatro hombres vestidos de Policía ingresaron a una casa del barrio Buen Vivir -cercano al lugar donde ocurrió el último robo- y los asaltantes huyeron hacia el sur. En esa ocasión, personal del 911 los persiguió hasta la zona del Mercofrut y logró atrapar a dos de ellos, tras un corto tiroteo.