Stand up: “la empatía nace del sentimiento”

Stand up: “la empatía nace del sentimiento”

Federico Simonetti juega con su realidad desde el monólogo humorístico

HERRAMIENTA. Simonetti usa el humor para que la gente haga catarsis. HERRAMIENTA. Simonetti usa el humor para que la gente haga catarsis.
10 Junio 2017

ACTÚA HOY

• A las 22 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265)

Federico Simonetti es una de las caras del stand up argentino, con proyección internacional por sus apariciones en el canal de cable Comedy Central Latinoamérica y sus giras por España, Uruguay y Chile. Hoy desplegará sus monólogos en el Centro Cultural Virla, invitado por Tucson Comedy, con Hugo Rosas y Gustavo Delgado como teloneros de este estilo teatral que mezcla observación social, crítica y humor en distintas dosis.

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“Mi idea es construir un espacio de intimidad desde el escenario y con el público, aunque mi estilo no sea el de hablar con los espectadores. Más bien soy de los que no conversan con la gente que está en la platea, pero sí elaboro mi show como un diálogo. El espectador participa con sus reacciones y con su energía”, señala a LA GACETA.

Para esta presentación tiene preparado un repertorio que abarca monólogos que ya hizo con otros textos en estreno, por partes iguales. El objetivo es doble: no aburrir a quienes ya lo conocen y convocar a un público nuevo con parlamentos probados exitosamente durante su carrera.

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En el calendario, Simonetti cuenta con más de una década dedicada a la actuación. “En todo este tiempo fui adquiriendo un perfil más artístico y menos de entretenedor, porque el primer objetivo que uno se plantea al llegar al escenario es hacer que la gente se ría como fuere. Pero a medida en que uno avanza y aprende se mete en temas más profundos, como la política, el sexo o el humor negro que suele abordarse torpemente al empezar. Ahora lo hago mostrándome vulnerable y siendo sutil; dejé lo pochoclero comercial y me meto en otros terrenos”, aclara.

En su formación aprendió las técnicas del bufón y del clown, que aplica con un objetivo muy claro: “decirle al público cuáles son mis opiniones, sin esperar que coincida conmigo”. Señala que en su rutina habla de los asuntos de la política sin meterse con nombres propios y de la coyuntura social, sin atacar costumbres y formas de ser. “El humor es una herramienta para hacer catarsis y para modificar cosas de la sociedad; encierra un mecanismo de defensa porque cuando te reís de las cosas, pierden su dramatismo y gravedad -afirma-. Por eso te ponés creativo y chispeante en los velorios. No soy ofensivo ni ataco a nadie cuando abordo las cuestiones que me rodean, porque me río de mí mismo y construyo la empatía que nace del sentimiento. Soy conciente de que en el escenario estoy en una posición de poder”.

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