Una felicitación a Roca

Desde octubre de 1895 hasta febrero de 1896, el general Julio Argentino Roca, presidente del Senado, desempeñó el Ejecutivo Nacional por enfermedad del presidente José Evaristo Uriburu. El 30 de ese mes, el octogenario periodista tucumano José Posse le envió una carta de felicitación, que reprodujo “El Orden” del 2 de noviembre.

“Si llego el último a saludarte por tu reciente posición pública, reclamo ser el primero en afectuoso cariño, para desearte que salgas del tránsito del poder sin graves mortificaciones de espíritu. Las coronas de gloria de nuestros hombres de primera fila en la política, suelen llevar espinas ocultas que hieren el alma”, decía.

Agregaba que “he leído tus declaraciones de buen sentimiento al recibirte del mando, que las aplaudo, y he recordado con tal motivo las palabras de M. Thiers, en ocasión de recibirse del Ministerio del Interior en Francia: ‘vengo al gobierno -decía- a conservar lo que está hecho y a completar lo que está empezado’. Y aquellas palabras salían de la cabeza del más patriota y el primero de los hombres de Estado que reconozco en la historia del mundo”.

“Has puesto pie en terreno firme, apartándote del charlatanismo de aquellos viejos programas embusteros de presidentes y gobernadores, que ofrecían en el ejercicio del mando hacer el milagro de los cinco panes; como se dijéramos, tocar el cielo con las manos. Antes te he escrito, no sé si recibiste mi carta, y ahora lo hago con trabajo, convaleciente de una bronquitis que me ha tenido a mal traer, con quince días de encierro sin más horizonte que las paredes de mi dormitorio. Aquí termina mi saludo porque las fuerzas me faltan, bien que me sobran los mayores sentimientos en tu favor. Tú viejo pariente y amigo, José Posse”.