Esta vez los alumnos fueron los asesores

Al principio la propuesta sonó algo rara, descabellada. ¿El ministro de Educación nos invita a que nosotros le digamos qué educación queremos? ¿Escuchaste bien? Las maestras y directoras fueron las más sorprendidas. Pero los chicos, desde el más pequeño, de cinco años, hasta el más grande, de 30, aceptaron el desafío y ayer, micrófono en mano, participaron de la gran mesa del Gabinete de los Estudiantes (G21) que se armó en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, y que tendrá como objetivo asesorar y elevar su voz directamente al ministro de Educación.

Fueron 53 voces de alumnos de escuelas estatales y privadas, del centro y de la periferia, del llano y de la montaña, y de todos los niveles y modalidades, incluido el terciario. La integración fue total: se ubicaron en forma intercalada, alumnos grandes y pequeños. Al ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, le tocó estar al lado de Vanesa, de jardín de infantes.

El primero en tomar la palabra fue Benjamín, de nivel inicial, de la escuela Constitución. “Yo le quiero pedir al ministro que haya más juegos en el patio”. Sin necesidad de mayores fundamentos, la propuesta fue aceptada con un cerrado aplauso. “Yo espero que la escuela sea un lugar de contención, que los docentes escuchen y acompañen a los alumnos”, apuntó Lourdes Herrera, de la Escuela Técnica de Famaillá.

“Tenemos muchos compañeros que son padres y madres y no tienen dónde dejar a sus hijos para venir a estudiar. Necesitan un espacio para dejar a sus niños mientras van a la escuela. También necesitamos un boleto estudiantil porque hay muchos chicos que no tienen recursos”, se animó a decir Javier, de la Escuela Normal de capital. Su par del IES de Aguilares, Eduardo, reconoció: “la mayoría sale del secundario sin saber nada, no tienen una formación muy orientada y les cuesta seguir estudios superiores. Pido que se refuerce la base de la escuela secundaria”. Valentina, del jardín de infantes de la escuela 9 de Julio pidió la palabra para contar que su señorita le había enseñado que cada emoción tiene su correspondencia en un color: “el rojo es enojo y el amarillo es alegría”. Después dijo que ella también quería que haya más juegos infantiles en los jardines. La propuesta fue festejada con aplausos.

Florencia, de la escuela de Gobernador Piedrabuena, Burruyacu, sugirió más variedad de modalidades en los secundarios del interior. “Suponen que como chicos del campo sólo aspiramos a títulos que tengan que ver con el trabajo en la zona, pero nos gustaría tener más posibilidades de elección”.

Un joven de educación artística propuso jerarquizar la carrera artística: “se cree que el profesor de música sólo está para preparar actos escolares. Me gustaría que esta asignatura fuera tan importante como matemática”. Diego, un joven de la Escuela de Ñorco, alzó tímidamente su voz para decir que en su escuela necesitan un puente para poder cruzar. “A veces ni los maestros pueden llegar por las crecidas del río”, dijo.

Julieta Medina, de Gastona Norte, denunció que su escuela no tiene personal de limpieza. Varios alumnos, incluido Ricardo Argañaraz, de la Escuela Braille y del instituto Congreso de Tucumán, pidieron que se haga prevención del bullying. Alejo, de 5° grado, usó su turno para criticar a los profesores que “no dejan a un costado el celular y enseñan poco”.

Las propuestas fueron anotadas una por una por los técnicos del gabinete de Educación, presentes a pleno. El ministro anunció que esto sólo es el comienzo del trabajo y prometió que cada iniciativa se analizará y se llevará a la planificación estratégica.

SE LANZÓ EL G 21
Una forma de hacer posible la democracia
G 21 es el Gabinete de Estudiantes creado por el Ministerio de Educación de Tucumán que replica el actual organigrama del gabinete gubernamental: tiene la misión de asesorar, discutir y trabajar en conjunto con los técnicos de Educación sobre las diferentes temáticas educativas. El G 21 está integrado por alumnos de cinco a 30 años, de todos los niveles y modalidades de la educación. El ministro Juan Pablo Lichtmajer explicó que el objetivo del programa es “mejorar los espacios de participación de los estudiantes para que asuman protagonismo, potencien la generación de liderazgos juveniles y aprendan a empoderarse para la toma de decisiones”. El gabinete estudiantil durará seis meses. En su transcurso se realizarán seis mega reuniones de trabajo entre funcionarios del ministerio y el gabinete de alumnos con sus 53 integrantes, para trabajar sobre las diferentes temáticas educativas propuestas por los alumnos. Luego de las seis reuniones las propuestas se transformarán en políticas públicas.