Envejecimiento poblacional y calidad de vida

Envejecimiento poblacional y calidad de vida

26 Mayo 2017

Puede ser una bendición o un suplicio, según en qué condiciones mentales y físicas se llegue y en qué país se viva. Un adulto mayor que viva en España, Francia o en Inglaterra tendrá una calidad de vida muy diferente a la de nuestro país, donde suelen padecer frecuentes vicisitudes, atropellos y falta de contención. El envejecimiento poblacional constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores, así como su participación social y su seguridad, según la Organización Mundial de la Salud. 

En los últimos años, la población de personas mayores se ha incrementado en el país. La Encuesta sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores efectuada por el Indec en 2012, indicó que en 1970 los adultos mayores de 65 años conformaban el 7% de la población, mientras que en 2010, superaban el 10%. Para 2025, se estimaba que el 25% de los argentinos tenga 60 años o más. 

Publicidad

En Tucumán, hace dos décadas, las personas de 65 años o más eran 71.698, es decir, el 6,3% de la población. En 2010, la cifra se elevó al 8% de 1.448.200 habitantes que tenía nuestra provincia, es decir 115.856 personas. La expectativa de vida en Tucumán es actualmente de 78 años para la mujer y 72,5 en el hombre. 

En 2012, tuvo lugar en nuestra ciudad el XXVII Congreso Nacional de Medicina General en el que se abordaron diversos temas, entre ellos, uno referido a la gerontología. Un médico especializado en gerontología y salud pública manifestó que la población estaba envejeciendo; se observaba un descenso de la tasa de natalidad y un aumento de la de longevidad en el Primer Mundo y en los países en transición epidemiológica y demográfica como la Argentina. Comentó que teníamos cada vez más jubilados y menos aportantes y que se hallaba en crisis la institución mundial del pensionado. “Antes había un jubilado por cada nueve aportantes, pero esa relación va cambiando: uno a cinco, uno a cuatro, uno a tres”, afirmó. 

Publicidad

Ese mismo año, una proyección que efectuó una demógrafa para a Dirección de Estadística de la provincia, señalaba que en 2015, Tucumán iba a contar con más de 200.000 adultos mayores. La especialista señaló en esa ocasión que no estábamos preparados para estos cambios sociales que trae consigo el envejecimiento y que se acentuarían más en los próximos años y que no se percibía en el Estado una preocupación social sobre el asunto. 

La mayor expectativa de vida demandará cada vez más atención médica, medicamentos, especialistas, alimentación, personal capacitado en actividad física para la tercera edad, en laborterapia. Se deberá pensar en el diseño de un sistema de enfermería domiciliaria y comunitaria. 

A diferencia de otros países, donde los adultos mayores gozan de múltiples beneficios, deben soportar penurias cotidianas con el PAMI o el Subsidio de Salud; son las víctimas preferidas del “plus médico” que es ilegal, pero que ningún gobernante ha sido capaz de erradicar; la mayor parte de ellos cobra la jubilación mínima, lejos de los $14.501 mensuales que se necesitan para no ser pobre, según las estadísticas oficiales, y la restante padece el impuesto a las ganancias. Posiblemente, la clase dirigente no piensa en estas desventuras que merman la calidad de vida de nuestros mayores, porque probablemente, no las padecerá cuando se jubile. El día que cese la ingratitud con los viejos, jubilarse será un premio y no un castigo.


Tamaño texto
Comentarios
Comentarios