“Aún hay una mirada despectiva sobre el feminismo”

“Aún hay una mirada despectiva sobre el feminismo”

La participación de la mujer en la política mantiene la impronta conservadora de los partidos, afirma la historiadora Adriana Valobra

ANÁLISIS. “La política mantiene una mirada muy tradicional  respecto de las mujeres”, dice Valobra. archivo infojus ANÁLISIS. “La política mantiene una mirada muy tradicional respecto de las mujeres”, dice Valobra. archivo infojus
24 Mayo 2017

La prostitución, el divorcio vincular, el largo y sinuoso camino de la ciudadanía política de las mujeres argentinas (con mojones ineludibles como las figuras de Alicia Moreau de Justo y Eva Perón) son algunos de los diversos temas en los que Adriana Valobra ha puesto la lupa, escrutando siempre esos procesos desde una perspectiva de género.

Doctora en Historia (Universidad Nacional de La Plata), autora y coautora de numerosos títulos sobre el tema, Valobra acompañará el viernes en Tucumán las actividades del grupo de género del Ises (UNT-CONICET) sobre el sufragio femenino en Argentina, de cuya ley se cumplen siete décadas este año.

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- ¿Cómo impactó el sufragio femenino en la ampliación de la ciudadanía política de las mujeres?

- No lo analizaría desde una perspectiva evolutiva. En todo caso, me parece que, más allá del voto, podríamos preguntarnos si la incorporación de la mujer favoreció que aparecieran otras perspectivas en términos de derechos en relación a ellas; pero no es que estaban ausentes, porque los varones ya se habían ocupado de la mujer como sujetos de derecho. Pero lo que me parece que hay que señalar es que la fuerte presencia del partidismo en la Argentina implicó que, por la propia lógica del sistema, siempre las mujeres aparecieron mediadas por la lógica de un partido. Y que excepcionalmente se incorporaran mujeres que vinieran de otras raigambres, de otras experiencias, de movimientos sociales o feministas.

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- ¿Cómo es “tratada” la mujer en el radicalismo y en el peronismo?

- Hay matices según la perspectiva de los partidos, pero hay demasiadas coincidencias, porque si hay algo que todavía le cuesta romper a la política es que tiene una mirada muy tradicional con respecto a las mujeres. Radicales y peronistas comparten en parte cierta representación fuertemente conservadora de la participación de la mujer en la política. Ni qué hablar de las que se dedican a la representación, a la gestión. Estas mujeres siempre tienen que mostrar un cierto perfil. Cuando se corren de ese perfil, sean peronistas, sean radicales, se generan conflictos y problemas, para los radicales, para los peronistas y para todos los partidos. Más allá de que hayan ingresado al ámbito de la política, ingresan como respetuosas de un cierto perfil. Un perfil representacional. No quiere decir que sea un perfil que cultiven o practiquen; pero todavía, cuando les hacen una entrevista periodística, les preguntan si ellas hacen la tarea con los chicos, si los llevan a la escuela. Algo que a los políticos varones nunca se les preguntaría. Y si no lo hace, ¿cuál sería el problema? ¿Todas las mujeres compartimos los deberes con los hijos? Todavía el arquetipo del político es un arquetipo viril, masculino. Las mujeres se incorporan al espacio político, pero la cultura binaria de género limita la posibilidad de pensar en el despliegue de la mujer en el ámbito político. Más allá de que en sus prácticas rompan muchas de esas acciones, las reproducen; porque sólo acceden al sistema aquellas que no rompen los estereotipos. Y así a veces se contraponen, por ejemplo, con la participación política en el movimiento feminista, sobre el cual hay todavía una mirada despectiva. Las cosas que se dicen de las feministas son miradas propias de fines del siglo XIX y principios del XX, cuando el feminismo es liberador y democratizador.

- La primera plana política incluye no pocas mujeres: Cristina, Vidal, Carrió, Stolbizer. ¿Cómo analiza esas presencias?

- No soy una analista de la actualidad, y no he analizado sus perfiles como puedo haberlo hecho con Eva Perón o con Alicia Moreau de Justo. Pero creo que hay ciertos posicionamientos que no logran romper. Y que la idea más canónica sobre la mujer está más marcada en unas que en otras. A veces es muy difícil combinar el interés del partido con las reivindicaciones de género, aunque no niego que puedan impulsar algunas iniciativas vinculadas al tema.

- ¿Qué nos aportan los estudios de género?

- No son sólo estudios. Creo que lo importante es que esa investigación tiene una necesidad y un fin muy claro de intervención política; y buena parte de esos estudios de género, que intentan pensar sistemática y metodológicamente la sociedad de hoy en día apoyándose en las miradas históricas, permiten ver cómo incidir en esta realidad. Y destaco que los estudios de género tienen una raigambre no excluyente, pero sí muy fuerte, en el movimiento feminista, que ha tenido una relación muy nutrida con el mundo académico.

> El viernes, en Ciencias Naturales
Adriana Valobra es directora del Centro interdisciplinario de Estudios de Género, de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata, y de la Revista Descentrada. Disertará el viernes, a las 20, en el aula 6 de la Facultad de Ciencias Naturales (UNT), invitada por el grupo de Género ISES-Conicet. El tema: “Sufragio femenino en la Argentina: límites de la investigación, límites de la interpretación”.

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