Por Carlos Páez de la Torre H
22 Mayo 2017
UN AMPLIO TERRENO. Así se veía, en abril de 1927, el predio destinado al Banco. Un año después, el gigantesco local estaba construido
La sede central del ex Banco de la Provincia de Tucumán (hoy Secretaría de Estado de Hacienda), en San Martín y Laprida, tiene características poco conocidas y por cierto muy destacables. Tras un concurso nacional, el arquitecto Alejandro Virasoro se adjudicó el proyecto.
La obra se levantó a inédita velocidad. El monumental edificio (7.406 metros cuadrados de superficie cubierta y 39.335 de volumen cubierto) quedó erigido en solamente un año. Los trabajos empezaron a mediados de abril de 1927 y el Banco se inauguró, terminado hasta el último detalle, el 14 de abril de 1928. Era un récord insólito en materia de obras públicas de envergadura, para entonces y para hoy.
Se construyó por administración, empleando en su gran mayoría materiales de Tucumán o aquí preparados, y con más de un 80 por ciento de personal obrero local. Salvo la estructura de cemento armado, todo lo demás se proveyó en la provincia.
Entre las empresas y técnicos participantes, puede citarse a Juan A. Pasteris, Angel D’Onofrio, Antonio Matas, Vitriu Hermanos, Héctor Becalli, Usandivaras y Compañía, Federico Rossi, Jorge Schmidt, Manuel Servitje, Miguel Di Marzo, en una lista no exhaustiva. En Buenos Aires se confeccionaron la soberbia portada de bronce, el revestimiento total de las fachadas, el parquet, los ascensores, las esculturas del frente, por ejemplo.
En parte del edificio- separado por un patio de 300 metros cuadrados- se construyeron, para alquiler, 14 espaciosos departamentos y 4 locales de negocios. LA GACETA lo elogió como “edificio monumental”, apuntando que con él adquiría la ciudad “un aspecto nuevo, cobrando su parte céntrica todas las características de una gran urbe”. Sin duda, hoy constituye una preciada pieza de nuestro patrimonio arquitectónico.
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