Otro tropiezo más

El Acuerdo para el Bicentenario sigue siendo, a dos años de su creación, una máquina de desaprovechar ocasiones propicias para consolidarse. La del viernes fue la última muestra de una seguidilla de desaciertos. El principal espacio opositor de la provincia dejó pasar una buena excusa para relanzarse antes de afrontar sus segundos comicios. A las apuradas, entre mensajes de WhatsApp y olvidos sugestivos, el radical José Cano organizó en menos de 24 horas un reencuentro con su principal aliado, el peronista Domingo Amaya. La imagen de los ex compañeros de fórmula nuevamente juntos, con impacto adentro y afuera de ese frente electoral, finalmente pasó desapercibida.

Con sólo contrastar los retratos del 19 de mayo de 2015 y los del mismo día de este año basta para presumir que mucho ha pasado dentro del ApB. Hace dos años, la presentación en público de la alianza electoral que tejieron Cano y Amaya hizo crujir al oficialista Frente para la Victoria. Con la Casa Histórica de fondo y con decenas de referentes opositores de peso, los entonces diputado e intendente de la Capital formalizaron un acuerdo político que entusiasmó a buena parte del arco opositor. El resultado de esa alianza fueron 380.000 votos en la pulseada por la Gobernación, una quincena de legisladores y las intendencias de San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Concepción y Bella Vista. Hasta Cano y Amaya, que se habían quedado sin nada, obtuvieron un reconocimiento: Mauricio Macri premió al radical con el Plan Belgrano, y al peronista con la Secretaría de Vivienda de la Nación.

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Lo curioso es que con toda esa estructura obtenida, 730 días después el ApB trastabilla. El viernes, Cano y Amaya volvieron a mostrarse juntos luego de meses de distanciamiento. La potencia de la imagen, sin embargo, se desdibujó por completo pese a contar con un oportuno envión de la Justicia. Horas antes, la Cámara Federal de Casación Penal había resuelto que la Justicia Federal de Tucumán investigue las anomalías detectadas en el proceder del Correo Argentino y de Gendarmería Nacional durante las elecciones provinciales de 2015. Así, el fallo revocó una decisión de 2016 de la Cámara Federal de Apelaciones local, que había confirmado el envío de la denuncia de Cano y Amaya al Poder Judicial tucumano. A las apuradas, los líderes del ApB organizaron el evento del viernes. Cano llamó a su ex compañero de fórmula, que incluso dudó en un primer momento de asistir. De hecho, lo decidió luego de escuchar a sus allegados, quienes le advirtieron que faltar a la cita equivaldría a partir el espacio. La imprevisión organizativa, además, facilitó las excusas de los ausentes; entre ellos, las de Silvia Elías de Pérez y del intendente Germán Alfaro. El jefe municipal explicó que tenía el cumpleaños de la ex legisladora Sara Noemí Correa, esposa de su primo Rolando “Tano” Alfaro y madre del legislador Pablo Alfaro. A propósito, ¿el acercamiento familiar derivará en algún nuevo vínculo político entre el peronista disidente y el dirigente oficialista?

Más allá de las especulaciones, en la improvisada reunión Cano y Amaya volvieron a reclamar una reforma electoral. Eso, en cuanto a lo formal. Para el análisis político, en cambio, dejaron un indicio inquietante: pudieron reencontrarse para la foto, pero las diferencias entre ambos no fueron subsanadas. En el ApB, muchos interpretaron que con la convocatoria, Cano pretendió “abrazar” a Amaya, de conducta política zigzagueante en los últimos meses. En paralelo, el titular de Vivienda no cejó en su reclamo de que haya internas para definir las postulaciones a diputado. El viernes, afirmó que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había aclarado en una entrevista que aún no había definiciones sobre las candidaturas. El dilema es que, sin PASO, a Amaya sólo le quedaría la posibilidad de colarse en la lista de Cambiemos en tercer lugar, algo que en su interior interpretaría como una derrota. Además, ese es el espacio con el que el canismo negocia la unidad de la alianza. Por ese lugar pugnan Elías de Pérez -para algún radical de su sector-, el macrismo “puro” y hasta los extrapartidarios, como Federico Masso.

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Para este jueves 25, Cano prepara un locro de campaña que le servirá para medir la lealtad hacia su liderazgo. Será, entonces, una nueva oportunidad para que el Acuerdo para el Bicentenario exponga sus fisuras o comience a enderezar su camino.

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