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22 Mayo 2017

Matías

Me siento responsable por la muerte de Matías porque soy padre y tengo una hija adolescente ¿Por qué tuvo que asistir a las honras fúnebres de alguien de su edad? Me siento responsable porque soy gestor cultural y ya no sé qué es lo que hacemos realmente desde la cultura y la educación por los jóvenes. Me siento responsable por la muerte de Matías porque como padre podría estar más presente en la escuela donde asiste mi hija, la Escuela de Bellas Artes. Me siento responsable por no demandarle más acciones concretas a la UNT. Me siento responsable por la muerte de Matías por no exigir como ciudadano una seguridad preventiva para todos. Practicar la autoridad y el diálogo con los jóvenes es responsabilidad permanente de nosotros, los adultos. Me hubiera gustado conocerlo a Matías.

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Rafael Vásquez Rivera
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Ciclos recurrentes

Traccionada por una endémica e indómita inflación, cuyos altos índices se rehusan a ceder, y atesorados por una recesión que cala hondo en las distintas actividades, y como no hay efecto sin causa, cuyos males están nocivamente enquistados en la raíz, la colosal noria de la economía continúa girando en torno a un rumbo que dista de ser el adecuado y acertado. No obstante, los anuncios y augurios optimistas, cuyas medidas económicas implementadas pasan como una losa, horadando la calidad de vida del común de la gente y de la sociedad en su conjunto. A pesar de las aparentes diferencias entre los ciclos económicos que atravesó el país, estamos repitiendo la historia. Las desemejanzas de teorías económicas concluyen como siempre en una disparidad de criterios y opiniones encontradas, que sólo finalizan beneficiando a los cultores de la concentración y el monopolio, que ante cierta bonanza o crisis, en especial esta última, invariablemente salen gananciosos. Ya se sabe que un apetito satisfecho produce otros. Como decía el poeta Goethe: “está fuera todo lo que está dentro”. Déficit fiscal, engendrado por un voluminoso gasto público, desequilibrio en la balanza comercial, excesiva presión impositiva y un estado de proporciones gigantescas, son algunas de las advertencias de un desfile de economistas que formaron parte de distintos gobiernos, y sin embargo, décadas de una sempiterna crisis económica, continúa adherida como un molusco a la piel de la nación. Mudamos de un sistema seudopopulista a un rapaz neoliberalismo en determinados períodos; y en determinados períodos deshacemos lo poco bueno construido. Alternamos en una cíclica y permanente comunión con las corrientes ortodoxas o heterodoxas; nunca una posición media, es decir, una economía ecléctica, que concilie y contenga las distintas proposiciones. Una perdurable dicotomía política y esencialmente económica, no exenta ambas de una enraizada corrupción, persiste en una estéril bifurcación de más de medio siglo, privándonos de una estabilidad y un bienestar tantas veces declamado. Los políticos recurren a un estilo alambicado y a expresiones tan dulces y melifluas que sólo les falta meter el dedo en el café para convertirlo en jarabe. En la inmensa mayoría de los hogares administrar los magros ingresos requiere de las dotes del gran ilusionista Harry Houdini, o empleando términos marítimos, asumir el carácter temerario de un avezado piloto de tormentas. Donde la economía luce pragmática y distante es en el ámbito de los valores cotizables, donde las contingencias de las negociaciones delinean distintos trazos, determinando el pulso y el albur de las acciones. Es allí, donde la ostensible realidad de las ganancias, se fusiona con el regocijo, el deleite y la algarabía, dibujando una sonrisa de placer en los labios de los semidioses de la bolsa. Las letras, las artes, la pintura, la poesía, no tienen lugar en ese templo del positivismo. Cheques, empréstitos, cotización e inversiones, es la literatura que prevalece en ese recinto de voces utilitarias y estridentes. Claro, que pretender o ansiar manifestaciones culturales en medio del bullicio bursátil, apartándonos indiferentes de la vocación utilitaria de los bolsistas, es ni más ni menos, como querer recitar un verso de Bécquer o Rubén Darío en la estrepitosa rueda de la Bolsa. Invadidos por el optimismo y el entusiasmo, sólo nos resta decir: ¡Todos son iguales! ¡Todos enseñan el brillo reluciente del diamante, y ocultan el negro y oscuro del carbón!

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Alfonso Giacobbe
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Zafra 2017

Después de varios años se inicia una nueva zafra con un “carryover” (azúcares de la anterior) prácticamente a cero. Esto es producto de una saludable política de exportaciones de la zafra pasada por 600.000 toneladas. Quedan asegurados de esta manera ajustados stocks para la nueva que permitirán precios sostenidos e interesantes para todos. Se suma a ello que sigue en franco desarrollo el programa Bioetanol con posibilidades de ampliación. Además saldrán azúcares con destino a la cuota americana y otros por compromisos con Chile. Resulta también venturoso que varias fábricas hayan empezado a encarar la producción de azúcares orgánicas que tienen un natural destino de exportación y con alta rentabilidad. Todo lo anterior, sumado a una ligera disminución del cañaveral que despeja toda posibilidad de sobre ofertas asegura una zafra más que interesante.

Horacio Ibarreche
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Subsidio de Salud

Hoy vuelvo a recordar que los afiliados al Subsidio de Salud somos los que aportamos mes a mes para mantener la obra social. Fui a retirar nuevamente remedios oncológicos para mi esposa (afiliada titular al SS) y esta vez muy amablemente atendido me entregan una chequera para pasar por farmacias exteriores (particulares) y me indican lo que se debe hacer. Muy conforme me retiro de Calidad de Vida con la chequera por seis cajas de Tamoxifeno a retirar. El drama comienza cuando se recorrieron muchas farmacias que figuran en el listado y éstas muy amablemente informan que no trabajan con ese sistema, como otras que desconocían que existiera ese sistema… Terminando el recorrido después de horas de pasar por farmacias en San Miguel de Tucumán y de Monteros y ya cansado de las negativas se decide comprar el medicamento. Digo yo, ¿me siguen tomando el pelo? Allí está el maltrato, una forma muy sutil de maltratar, ya que salí contento de Calidad de Vida por el trato humano, pero no se consiguió el medicamento. ¿Alguien me puede decir cómo hacer para que esa chequera con órdenes para retirar el medicamento se haga verdaderamente efectiva sin que tenga que recorrer las farmacias que figuran en el listado pegado en la puerta de Calidad de Vida? ¿Quién me devolverá lo pagado por el medicamento ya comprado? ¿ Y el tiempo perdido? ¿Quién dice la verdad y quién miente? ¿Son los del Subsidio o las farmacias? Estas son algunas de las tantas preguntas que me hacía mientras pasaba de una farmacia a otra. Espero tener respuesta a todos estos interrogantes antes de que a mi esposa se le terminen las pastillas que compré, ya que en las boletitas de sueldo vienen los hermosos descuentos incluyendo el plan complementario.

Claudio Félix Carlos Ybrahim
Pasaje Jardín de la República 391
Monteros

Falsas promesas

En los actuales tiempos electorales, los ciudadanos deben estar alertas con los falsos líderes populares, que con la picardía de los zorros los buscan en sus necesidades para convencerlos con ofertas tentadoras. Les dicen “mira la riqueza de los otros, ellos tienen y tú no, porque te la robaron injustamente, bueno sería si fuera tuya”. Y demagógicamente afirman una y mil veces: “te daré una vida feliz si a mí me sigues”. Piden el poder que da el voto prometiendo que el pueblo tendrá todo lo que aspira sin mayor esfuerzo y sacrificio. Pero, ¡cuidado!, cuando trepen al Gobierno se olvidarán de todos porque sólo pensarán en su poder y la riqueza que sus negocios les producen. Es por eso que vemos tantos millonarios entre políticos, sindicalistas y referentes sociales, que mintieron diciendo -“¡lucho por ustedes!”- pero luego sólo supieron rascarse para adentro. ¿Hasta cuándo el pobre pueblo sometido seguirá siendo crédulo, sordo, ciego y mudo a todo lo que cruelmente le hacen aquellos que sin piedad abusan y roban? Dios creó al hombre con cerebro, libertad y conciencia, es nuestra obligación usarlos con sabiduría contra los políticos tramposos, abriendo los ojos, escuchando a los que saben y hablando sin temor, para que los corruptos no se conviertan en ricos y mucha gente siga siendo, siempre, pobre y carenciada

Raúl Giménez Lascano
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Posverdad y amarillismo 

En verdad son términos con muchos aspectos en común. Veamos primero: amarillismo: algunos medios tienen tendencia a orientar las noticias con sensacionalismo, titulares llamativos, sin ética alguna, con lenguaje vulgar e informal, y lo hacen siempre con hechos policiales, violencias, problemas de pareja; todo sobre la farándula porque eso “vende” y si se trata de sexo de políticos mejor aun, buscando impactar antes que informar, usando estrategias como el rumor y las calumnias, artículos de contenido falso y sin hacerse cargo de las consecuencias negativas o el daño que producen a terceros. La posverdad: ha ganado la fama de ser la palabra más usada durante el año 2016. Se trata de un neologismo perverso, que intenta esconder el verdadero significado de la mentira, particularmente en la política, en los políticos, que utilizan definiciones engañosas o erróneas durante los debates pre-electorales, con profesionales expertos en técnicas de persuasión, deshonestos, desconectados de la realidad, de los hechos, con mensajes más drásticos, ignorando ex profeso los controles de veracidad. Importa más la presentación o personalidad de un candidato simpático y que con ello impacte emotivamente a la población antes que un análisis racional de los hechos con propuestas de solución en el corto plazo Veamos algunos casos recientes: “este año la inflación no pasará del 17%”, “el salario superara la inflación”, “tenemos un programa para los próximos 6 años”, “la pobreza es del 5%”, “toda nuestra realidad es producto de la pesada herencia”, “vamos a tener una lluvia de dólares” (ni lloviznas). Se ha logrado aumentar la deuda externa en 80.000 millones de dólares. Se pagan las tasas de interés mas altas del mundo. La reparación histórica no alcanzó a todos los jubilados. En fin, es la posverdad. Me gustaría citar los últimos párrafos de la carta póstuma de René Favaloro: “Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta, tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar”. “A mí me ha derrotado esta sociedad corrupta que todo lo controla, donde unos pocos gozan hasta el hartazgo mientras la mayoría vive en la miseria y desesperación”. Queda claro, entonces, que se ha disfrazado el significado de la palabra mentira por otra más elegante: la posverdad. Así nos fue por años (¿200?) y nos seguirá pasando sobre la base de este nuevo y perverso neologismo, como decía más arriba: la posverdad.

Federico Vázquez
[email protected]

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