Boca revivió luego de perder el Superclásico en casa: le ganó a Newell’s y sigue arriba

BUENOS AIRES.- La discusión sobre las formas no existió ayer en La Bombonera. Después de perder ante River, hace una semana, y que su cómodo liderazgo en gran parte de la temporada corra serio peligro, tenía que ganar. Y ganó. En frente estaba Newell’s pero podía haber estado Bayern Munich o el peor equipo del Argentino B, que el resultado debía ser el mismo: una victoria.

Bajo ese imperativo categórico se jugó el partido que terminó 1 a 0 a favor del “Xeneize” y tuvo en vilo a los hinchas hasta los últimos segundos. La tensión se cortaba con un cuchillo: en juego estaba el título. Sí, faltando aún cinco fechas para terminar el torneo, el equipo de Guillermo Barros Schelotto no podía irse de su estadio si no era con los tres puntos en el bolsillo.

Agustín Rossi, Gino Peruzzi, Fernando Tobio, Juan Insaurralde, Jonathan Silva, Leonardo Jara, Fernando Gago, Wilmar Barrios, Pablo Pérez, Dario Benedetto o Cristian Pavón. No importaba cual de los 11 jugadores que salieron a la cancha hiciera el gol. Solo había que hacerlo. El fondo de la cuestión jamás se modificó durante el partido.

Tantos nombres cuestionados en esa formación del “Mellizo” que, a pesar de haber hecho cuatro cambios, seguía recolectando críticas por la inclusión de algunos jugadores.

Para suerte de los hinchas, que no querían verse en una contradicción si ese bendito gol lo hacía, Peruzzi, por ejemplo (uno de los más criticados), al gol lo hizo Benedetto. El goleador de Boca en la temporada recibió a la altura de la medialuna, se dio media vuelta y con un derechazo fulminó a Luciano Pocrnjic.

Fue en los últimos minutos del primer tiempo y aunque tenían el entretiempo encima, parecía una eternidad lo que faltaba. Es que abultar el marcador era imposible bajo este nivel de nerviosismo y el nulo fútbol del “Xeneize”.

El fantasma de lo que sucedió en 2006 con Ricardo La Volpe parecía que había asustado a Guillermo también que vivió los últimos minutos del partido casi adentro de la cancha con una mezcla de temor y desesperación. Sobre todo con la última jugada del partido. Mauro Formica no pudo conectar tras un buen pase en cortada en el centro del área y allí el corazón de todos los hinchas de Boca se detuvo.

Daba la sensación de que si no ganaba Boca, el campeonato se le escurría. Haber triunfado no le garantiza ser campeón pero le da aire. Y eso a esta altura de la temporada eso ya es mucho para el equipo de Guillermo. (Especial)