Sugieren esperar que pase la volatilidad brasileña

Se resfrió Brasil y la Argentina estornuda. Pero, según los expertos, el diagnóstico clínico no es para que haya una epidemia, sino que es necesario hacer una pausa, analizar la situación, y esperar que la situación política del vecino país no se profundice y no golpee, con más fuerza, el intercambio comercial con la Argentina. Con esa orientación, el economista jefe de Arriazu y Asociados, Fernando Marengo, dice a LA GACETA que el impacto directo es muy bajo. “Entre autos, plásticos, químicos y turismo, por cada punto de caída del PBI en Brasil, la Argentina cae menos de -0,2%”, indica. No obstante, el economista advierte que la clave es lo que pueda llegar a ocurrir con capitales. “Hay que ver si se profundiza la salida de capitales en Brasil, si la Argentina es capaz de diferenciarse y evitar el contagio. Por cada U$S 5.000 millones de salida de capitales, el poder de compra del país cae 1% del Producto Bruto Interno”, indica.

Dante Sica, de la consultora Abeceb.com, expresa por su parte, que hay que poner un poco de pausa a la histeria general. “Es necesario mirar lo que pase en los próximos 15 días, porque el crecimiento de Brasil será mucho más lento de lo esperado y esperar una aceleración de la tasa de crecimiento, que hoy está en el freezer”, dice en un contacto telefónico con nuestro diario. En este aspecto, Sica sostiene que será fundamental pasar la volatilidad que habrá en los próximos 30 días”.

En tanto, el presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), Enrique Mantilla, puso en duda el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), si la crisis política en el Brasil continúa.

“No está claro cuál será el impacto en las negociaciones entre el Mercosur y la UE, si la crisis política en el Brasil continúa sin definirse”, dijo Mantilla.

En diálogo con la agencia DyN, Mantilla sostuvo que “estamos siguiendo la evolución de los acontecimientos con nuestros clientes y asociados, para calibrar los diferentes escenarios”.

Tres escenarios

Desde un punto de vista político económico, el analista Sergio Berensztein observa tres puntos fundamentales en la cuestión Brasil:

• En el corto plazo, señala, no es una buena noticia su crisis política, porque venía recuperándose lentamente y había buenas posibilidades de mejora, en particular en el sector automotor, respecto del año pasado.

•Interpretar lo que sucederá más adelante. Es mejor el fin de la agonía que una agonía sin fin. Con los escándalos políticos que mantienen sumida a la gestión del presidente Michel Temer, es interesante para Brasil plantearse la reconstrucción de un país con situaciones más sólidas y transparentes. La paradoja es que Temer puede llegar a caer precisamente po runa empresa que financió, en forma espuria, a los brasileños mientras prometía hacer reformas previsionales.

• El tercer punto es a mediano y a largo plazo. La idea es ver a un Brasil más genuino, con posibilidad de desarrollo que, en este momento, no podía hacerse por las turbulencias del corto plazo. Toda esta situación, además, genera algún efecto en la administración de justicia, sobre su rol. Bienvenido sea ese debate. Son los contrastes con la justicia argentina.

Juan Luis Fernández 
“La situación atenta contra la competitividad de la Argentina”
Según el ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Juan Luis Fernández, la situación política que atraviesa Brasil, con consecuencias económicas, “atentará contra la competitividad de la Argentina”. A su criterio, con un real devaluado, “Brasil se vuelve más competitivo y esto puede complicar a algunas producciones nacionales”. En el caso puntual de las exportaciones de Tucumán, el ministro puso como ejemplo la situación de Scania. “Tal vez pueda reemplazar la comercialización enviado su producción a Suecia. Pero, de alguna manera, todo esto afectará el comercio exterior local y, en general, la macroeconomía del país”, indicó.
Otro efecto que observa el ministro es el encarecimiento del crédito, por el efecto contagio que puede producir Brasil y que golpeará el riesgo país y el costo del endeudamiento.

Marcelo Elizondo
“Afectación comercial va a haber”
El director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), Marcelo Elizondo, consideró que la crisis política de Brasil va a afectar al comercio bilateral y complicará las exportaciones hacia ese país. “Las exportaciones argentinas a Brasil cayeron de 16.000 millones de dólares a 9000 millones desde 2011 a 2016. La Argentina depende demasiado de Brasil. Veo un frente nuboso para las exportaciones industriales argentinas”, indicó Elizondo en declaraciones a DyN.
El titular de DNI indicó que “claramente afección comercial va a haber, ya que Brasil es el principal mercado argentino”.
En tal sentido precisó que “las ventas externas hacia Brasil representan el 15 por ciento del total de Argentina y hace 5 años eran el 21 por ciento”. Elizondo indicó que “esta crisis va a demorar la recuperación de Brasil” sobre una estimación que era de entre medio punto y 1 por ciento para este año.

José Urtubey 
“Hay preocupación porque esta crisis política va a demorar la recuperación económica”
El dirigente industrial José Urtubey manifestó su preocupación ante la posibilidad de que la crisis política en Brasil impacte en la economía argentina, por lo que instó a cuidar el mercado interno. 
“Hay preocupación porque esta crisis política va a demorar la recuperación de la economía, que todos sabemos tiene una gran incidencia para la Argentina”, destacó Urtubey en declaraciones a Télam Radio.
En tal sentido, destacó que frente a “la eventual destitución del presidente Temer, habría que ver cómo es el llamado a elecciones, que no será inmediato, y por lo tanto todavía seguiremos conviviendo con esta malaria”.
“Claramente Brasil está tardando en lograr una recuperación en términos económicos y nosotros necesitamos que nuestros vecinos mejoren para exportar. Por ejemplo, más del 60% de la producción de la industria de autopartes se exporta a Brasil”, inidcó Urtubey.
Frente a la realidad que vive Brasil, instó “a cuidar el mercado doméstico más que nunca”, aunque recordó que las tasas de interés impulsadas por el Banco Central que “rondan el 25,5%, tienen una repercusión negativa en la economía doméstica”.

Daniel Artana 
“Esta noticia no es buena porque el ruido le va a poner traba a la recuperación brasileña”
El economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, consideró ayer que la crisis institucional que vive Brasil originará “alguna traba” en la recuperación económica de ese país y “a nosotros algo nos va a pegar”, especialmente en las exportaciones automotrices.
“Esta noticia (de la crisis brasileña) no es buena porque el ruido le va a poner alguna traba a la recuperación brasileña y a nosotros nos conviene que le vaya bien. Así que algo nos va a pegar”, dijo Artana en diálogo con radio Mitre. El economista explicó que “el impacto negativo para la Argentina es que (la crisis brasileña) pega en la industria y a economías regionales que venden a Brasil. La mitad de nuestras exportaciones industriales van a Brasil, como la industria automotriz”. Artana consideró que “la reacción de los mercados de ayer es la típica. En momento de convulsión, se deprecia el tipo de cambio en Brasil, se genera una caída en la bolsa, aumenta el riesgo país”.  Cuantificó que “en el neto contra Brasil ayer nos devaluamos menos. Entonces, para el tipo que comercia con Brasil, ayer nos apreciamos, respecto de cómo estábamos antes del lío. Porque si tenía problemas con el tipo de cambio previo, hoy está un poco peor”. 

Miguel Boggiano 
“Hay que seguir de cerca la evolución del real, que cayó un 8%”
El economista Miguel Boggiano consideró ayer que el impacto de la actual crisis brasileña sobre la economía argentina “difícilmente empeore” la situación del 2014, cuando el Real “estuvo en la zona de los US$ 4”. 
Boggiano recordó que en el 2014 el tipo de cambio en Brasil estuvo en 3,80 reales, 4 reales (por dólar), “y la situación actual difícilmente empeore a aquella”.
En diálogo con Télam Radio, señaló que “hay que seguir de cerca la evolución del Real, que ayer cayó 8% al pasar de R 3,14 a R 3,40 por dólar”, y aclaró que “el impacto no fue enteramente del 8% porque el peso (argentino) quedó en la zona de $16 (por dólar) para el mayorista”. 
Remarcó que el 20% de las exportaciones argentinas tienen por destino a Brasil, y que la preocupación de la industria automotriz es “genuina y tiene que ver con si se va a profundizar esta caída del Real”. 
Descartó una relación entre la situación en Brasil y la inflación argentina, y recordó que “años atrás Brasil implementó un programa antiinflacionario bastante similar a la que ahora lleva a delante el Banco Central de Argentina. Y hoy, todavía, están en un dígito de inflación”. (Télam)

Nadin Argañaraz 
“La devaluación del real le genera más competitividad a la producción brasileña”
 El titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadín Argañaraz, advirtió que la crisis política de Brasil podría afectar a la Argentina en caso de que provoque una caída del nivel de actividad en el país vecino. “Es más significativo para la Argentina lo que ocurra con la demanda de bienes en Brasil que lo que pase con el tipo de cambio”, señaló Argañaraz en declaraciones a la agencia DyN. El economista sostuvo que “impacta más una recesión que un cambio del tipo de cambio real” entre las monedas de la Argentina y Brasil, que según indicó “es nuestro principal socio comercial”. “Brasil venía levantando la cabeza. Si esto genera un cambio nos pega por el lado de las exportaciones, y tamben por el lado de la importación porque las industrias de ese país van a tratar de colocar su producción acá”, explicó. Respecto de la devaluación del real, indicó que “le genera más competitividad” a la producción brasileña y “pérdida para las empresas que compiten acá”. “Pero como hay flotación cambiaria ayer también subió el tipo de cambio acá. Si flota el tipo de cambio acá atempera la perdida de competitividad, pero puede jugar negativamente en términos inflacionarios”, explicó.

Comercio exterior y calificaciones

Durante 2016, el comercio bilateral de bienes sumó U$S 22.506 millones, 2,5% menos que en 2015. De esta manera, el comercio bilateral registró la tercera caída anual consecutiva, alcanzando el nivel más bajo en los últimos 10 años, según Abeceb.com.

La caída se revirtió parcialmente a partir de la segunda mitad del año pasado, ya que desde agosto se registraron aumentos interanuales, con excepción de octubre. El comercio bilateral volvió a aumentar fuertemente en diciembre, 42,8% por encima de 2015. 

El aumento interanual registrado en diciembre no fue sorpresivo por la débil performance del comercio bilateral de igual mes de 2015, en un contexto de expectativas de devaluación del peso en Argentina y en el peor momento de la recesión en Brasil. 

En el caso de las exportaciones argentinas a Brasil, diciembre fue el mejor registro del año, (U$S 916 millones). Entre los productos más dinámicos se destacaron los automóviles y los vehículos de carga. Los cereales también contribuyeron al aumento.

Las importaciones argentinas desde Brasil  sumaron U$S 1.233 millones en diciembre; el segundo mayor registro en el año. El incremento se explicó principalmente por automóviles, autopartes, tractores y otras maquinaria agrícola, y material ferroviario. 

La balanza comercial entre Argentina y Brasil cerró el año con un saldo negativo de U$S 4.332 millones, profundizando el déficit registrado en 2015, de U$S 2.515 millones, y alcanzando el segundo mayor déficit bilateral de los últimos 25 años, según Abeceb.com.

La agencia Moody’s dijo que las acusaciones de corrupción que involucran al presidente de Brasil, Michel Temer, podrían presionar negativamente la nota de deuda soberana del país si reformas clave para la recuperación de la economía quedan estancadas.

La agencia de calificación crediticia Fitch mantuvo  la nota de deuda soberana de Brasil en “BB” y dijo que el panorama negativo asignado refleja la constante incertidumbre que rodea a la recuperación económica del país.

El FMI instó a Brasil a mantener el impulso de las medidas de austeridad fiscal ante la baja de los precios de sus materias primas de exportación, en momentos en que el país atraviesa una crisis política profunda y protestas contra el presidente Temer.