Emilio Valdez desgrana los lineamientos y objetivos del Centro de Rugby

En el rugby moderno, cada vez menos detalles se dejan librados al azar. Esa tendencia se profundiza hasta las divisiones juveniles, cuya preparación hoy en día es mucho más fina y analítica que en épocas anteriores. Como parte de ese proceso que hace casi una década dio nacimiento a los “Pladares”, surgieron el año pasado los Centros de Rugby, estructuras pertenecientes a cada Unión que tienen por objetivo primario el desarrollo de jugadores juveniles y entrenadores.

A principios de año, Emilio Valdez tomó la posta de Juan “Chari” Fornaciari como director del Centro de Rugby de la URT. “Lo primero que hice fue preguntarme: si yo fuera un club, ¿por qué mandaría chicos míos al Centro de Rugby? En base a la respuesta armé un plan, atendiendo a otra pregunta fundamental: ¿cómo podría servirle esto a Tucumán y a la UAR?”, explica en primer término el ex jugador de Universitario.

“La idea no es recargar a los chicos, porque lo único que se logra con eso es saturarlos y que el club no te los mande más”, aclara. “Lo que queremos es ser un soporte de los clubes, un lugar donde los chicos tengan el tiempo que no les puede dar su club para trabajar en sus destrezas. Al mismo tiempo, vamos observando a los que tengan condiciones para ser derivados al Pladar. De hecho, Ricardo Le Fort -director del Pladar- a veces viene a colaborar con nosotros”, comenta Valdez, antes de subrayar un punto que considera fundamental. “Esto no es un seleccionado. Eso tiene que quedar muy en claro, sobre todo a los padres. Muchos quieren que sus hijos sean Pumas y no hacen más que cargarlos de presión. Acá se observa y se trabaja con todos los que manden, pero los que llegarán al Pladar y eventualmente a algún seleccionado serán los que muestren condiciones”, enfatiza Emilio.

Para todos

El Centro de Rugby trabaja en Natación y Gimnasia los lunes, martes o miércoles dependiendo de si son M15, M16 o M17. Pueden participar juveniles de todos los clubes, incluidos los del Desarrollo. “La decisión de cuántos y qué chicos nos mandan se la dejamos a los entrenadores de cada división. Acá vienen a trabajar destrezas y también a conocer a los jugadores de los otros clubes, para que haya más lealtad en el juego y menos rispideces en los partidos”, detalla Emilio, que reconoce dificultades para que algunos clubes manden a sus juveniles.

Hace algunos días, se abrió el juego también al rugby femenino. “Tuvimos una práctica muy divertida con las chicas, se nos pasó volando el tiempo. Y es que esa es una de las ideas: que los que participen se diviertan. Si se aburren, dejan de ir. Por eso tratamos de hacer las prácticas bien descontracturadas”, asegura Valdez, que trabaja junto con Martín Ygel, José Molina, Rodrigo Honorato, José Rubino, Carlos y Maximiliano López, entre otros.

Otro objetivo al que aspira el Centro de Rugby es la formación de entrenadores. “Queremos que quienes conducen los seleccionados tucumanos también salgan del Centro. Por eso, los clubes deberían mandarnos también a sus entrenadores con proyección. Ellos serán los que van conociendo mejor a los jugadores, se van formando a la par de ellos. No es una idea brillante, es sólo sentido común”, completa.