El estacionamiento en la calle sigue sin regularizarse

El estacionamiento en la calle sigue sin regularizarse

Hay sociedades que tratan de buscar soluciones inmediatas para aquellos asuntos que tienen que ver con una mejor organización social que permita elevar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por el contrario, otras van postergando indefinidamente la resolución de un problema hasta convertirlo en crónico; lo preocupante es cuando, como consecuencia de ello, una irregularidad se mantiene, generando un vacío de autoridad y de control. Ello sucede en Tucumán con el estacionamiento en la vía pública, cuyo cobro sigue en manos de personas desconocidas.

Los cuidacoches -también llamados trapitos- cobran $10 por hora en el microcentro. Hay automovilistas que “pactan” con el cuidador un pago de $30 o $50 por todo el día. Por cada cuadra estaciona un promedio de 24 vehículos, de manera que la recaudación es significativa volumen de recaudación muy importante.

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Se estima que en el centro hay más de 5.000 vehículos estacionados diariamente, que pueden estar pagando 20.000 horas/día. Una sola cuadra puede dejar una ganancia de alrededor de $700 por día, aunque el monto porque muchos conductores sólo pagan una “propina” a voluntad. Si trabajaran sólo cinco días a la semana, el cuidador de una cuadra ganaría un promedio de $14.000 mensuales.

El aparcamiento pago en la vía pública pasó por diferentes manos desde la década de 1970. Los parquímetros tuvieron una efímera incursión en 1998. El servicio siguió su derrotero en forma irregular. Una crónica de LA GACETA (22/2/2003) señalaba: “El Estado no recibe un solo peso por el estacionamiento callejero... las dos concesionarias que explotan el servicio ganan unos $4 millones por año... El Centro de Lisiados que explota el estacionamiento desde 1972 nunca cumplió con las obligaciones tributarias...” En mayo de 2010, un concejal denunció que la situación del estacionamiento medido en el centro era totalmente irregular. “Cualquier persona se para en una calle y cobra a los automovilistas. Hasta armaron cooperativas y entregan un ticket por el servicio sin estar autorizados por la Municipalidad. Es una cuestión voluntaria y unilateral”, afirmó.

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El Concejo Deliberante aprobó en 2015 un proyecto de ordenanza para regularizar el servicio de estacionamiento callejero pagado, pese a la oposición de miembros del Centro Mutual de Lisiados Unidos de Tucumán. La norma establecía que los usuarios podían abonar el servicio a través de la emisión de un ticket, pagando las horas de estacionamiento en quioscos, telecentros o cualquier comercio, que debían estar inscriptos en el municipio para poder operar. La modalidad iba a aplicarse en 380 cuadras. Hubo un llamado a licitación en abril del año pasado, pero en agosto se canceló la iniciativa.

La irregularidad es más que preocupante. En muchos casos, el conductor no sabe quién es el cuidador porque este carece de identificación y no está informado si la Municipalidad ejerce el control que le compete; se arriesga a confiarle su vehículo a una persona desconocida. Si le violentan el auto, le roban o lo chocan, ¿quién se hace cargo de la sustracción y de los daños? ¿El “trapito” o la Municipalidad? ¿O nadie? Si el conductor se niega a pagar cualquier monto, incluso “lo que sea su voluntad, ¿a qué se expone? ¿A una discusión inesperada y a la rotura del coche, si decide estacionarlo en el lugar? Con su inacción en este asunto, la Municipalidad está avalando una actividad ilegal.

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