Atlético volvió a sufrir en el final, esta vez ante Rafaela

Atlético volvió a sufrir en el final, esta vez ante Rafaela

El "Decano" padeció un nuevo golpe en la agonía del partido.

DE LO MEJOR. Canuto, el destacado de la zaga, lamentó la derrota en Rafaela. foto de Javier Escobar (especial para la gaceta) DE LO MEJOR. Canuto, el destacado de la zaga, lamentó la derrota en Rafaela. foto de Javier Escobar (especial para la gaceta)

En su edición de ayer, como anuncio de la visita de Atlético a Rafaela, LG Deportiva tituló: “Los goles en los minutos finales son una maldición para el ‘Decano’”. La bajada no era menos intuitiva, casi iluminada: “el equipo no quiere revivir en Rafaela la misma situación”.

El problema fue que la profecía se cumplió, Rafaela llegó al gol con un córner a los 93 minutos y 53 segundos (se habían adicionado cuatro minutos), y el doble problema fue que ese tiro de esquina sucedió después de un fulminante contraataque del local cuando Atlético jugaba con… 10 hombres. Si un fiscal investigara la actuación del “Decano” en el tiempo de descuento, ya bajo sospecha desde los partidos previos, debería decir: “No más preguntas, señor juez. Atlético no cierra los partidos”.

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Sin la voz de Pablo Lavallén, que siguió en silencio su recorrido desde el vestuario hasta el colectivo que trasladaría al plantel de regreso a Tucumán, los jugadores que se detuvieron ante la prensa fueron los de más experiencia. No era una tarde (ya convertida en noche) para que hablaran los más pibes.

Las declaraciones fueron en la vereda del estadio Monumental del barrio Alberdi, mientras de fondo aún sonaban los bocinazos de alegría de los rafaelinos, tratando de encontrar explicaciones a un nuevo golpe en la agonía.

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“Ya nos pasó con Temperley, con Colón y también ahora. Son cinco o seis puntos los que quedaron en el camino, y eso duele”, reconoció de inmediato Cristian Lucchetti, a lo que LG Deportiva le preguntó si hay forma de entrenar lo que vulgarmente se llama “cerrar los partidos”.

“Esto es fútbol, no es matemática. No hay forma de entrenar los últimos minutos, cerrar los partidos. A veces sale bien y otras no”, respondió el “Laucha”, que seguramente debía sentirse doblemente dolido: había sido uno de los puntales del cero con el que Atlético había resistido más de 93 minutos.

El mismo tormento debía recaer sobre Ignacio Canuto, que había sido la figura junto a Lucchetti. El central había rechazado por él y por Bruno Bianchi, expulsado en el segundo tiempo: “¿Pero a vos te parece que defendimos mal? No sé, para mí defendimos bien… Que el gol haya sido en el último minuto me da más amargura todavía. Es una cagada”, se quejó el zaguero central.

“Me reprocho el empate de Temperley sobre el final y el de Colón, pero el de hoy no, porque fueron diferentes circunstancias. Sí hay que cerrar los partidos, no sé si eso se puede entrenar o no, pero es así”, cerró el defensor, en el final de un día que revivió la nueva maldición de Atlético.

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