“El editor juega en el límite entre la difusión del arte y sus posibilidades de comercialización”

“El editor juega en el límite entre la difusión del arte y sus posibilidades de comercialización”

El creador de Corregidor fue elegido “Editor del año” por la Cámara Argentina de Papelerías, Libros y Afines. Advierte que la situación del sector es crítica y que peligra la edición independiente, a la que concibe como “una alternativa al pensamiento hegemónico de las grandes editoriales”

HACIENDO MEMORIA. Pampín decidió reunir sus anécdotas con escritores en un libro de inminente publicación.  HACIENDO MEMORIA. Pampín decidió reunir sus anécdotas con escritores en un libro de inminente publicación.
14 Mayo 2017

Por Fabián Soberón - Para LA GACETA - Buenos Aires

- ¿Qué significa ser editor para Manuel Pampín? ¿Ser editor tiene una función social?

- Ser editor es mi vida. No concibo la vida sin estar rodeado de libros. Sin la emoción de prepararlos, de aguardar la publicación y ver que trascienden nuestro espacio de trabajo y verlos luego en las librerías y tratar de comprender qué les pasa a los lectores con esos libros. Evidentemente el trabajo editorial tiene una función social o al menos yo la entiendo así. Una función que tiene que ver con la difusión de la cultura y el arte, con la posibilidad de dar a conocer nuevos autores y también de recuperar obras de otros que por algún motivo han quedado relegados. Sin embargo, el editor debe estar atento también a la necesidad de los lectores. Es una profesión que juega en el límite entre la difusión del arte y sus posibilidades de comercialización, especialmente si se trata de una empresa familiar que corre altos riesgos con cada publicación que encara.

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- ¿Cuáles autores destacaría de la gran colección que ha armado con los años y por qué? Le pido que cuente alguna anécdota sobre su relación con Onetti, Conti o Juan Gelman.

- No creo que pueda elegir algunos autores sobre otros. A mí me gusta mucho Macedonio Fernández, llevó muchísimo trabajo armar los nueve volúmenes de su obra completa y siguen apareciendo cuadernos y papeles. Este año se cumplen 50 años de la primera edición de Museo de la novela de la Eterna. Disfruto muchísimo de leer a Osvaldo Soriano, Alberto Laiseca, autores nacionales cuya primera obra fue publicada por Corregidor. Me gusta la cuentística de Juan Carlos Onetti, la poesía de Alberto Girri, la narrativa de Haroldo Conti, la ironía y la actualidad de los ensayos de Arturo Jauretche. Fui un lector voraz de literatura policial: a Chandler me lo llevaba siempre conmigo a todas partes. Para no referirnos únicamente a los inicios de la editorial, puedo destacar otros autores más nuevos: el puertorriqueño Eduardo Lalo con su novela Simone, ganadora del Premio Internacional de novela Rómulo Gallegos. Fue un momento muy emocionante para la editorial. Destaco también a dos grandes nuevos narradores, que tienen mucha fuerza y una obra por delante: Débora Mundani y Ariel Urquiza. Con la obra de autores jóvenes como ellos, el brasileño Ferréz y Marcial Gala, el catálogo se renueva constantemente y seguimos dando a conocer autores latinoamericanos que dejarán una importante huella. Muchas de las anécdotas que me pedís van a poder leerse en el libro que sale en cuestión de días y que publica Colihue. Jorge Lafforgue escribió Manuel Pampín, editor argentino. El artífice de Corregidor. Te cuento una sobre Onetti. Lo fui a ver a la cárcel en Montevideo, cuando estábamos preparando sus Cuentos completos y lo habían detenido. Le llevé las pruebas, conversamos mucho. Estaba lógicamente angustiado. Poco tiempo después lanzamos el volumen en una librería de la calle Corrientes, con una importante asistencia de público. Hoy seguimos publicándolo, tenemos una antología de sus mejores cuentos.

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- Frente al panorama del mercado editorial, ¿por qué cree que es necesaria una editorial independiente?

- La situación del mercado editorial es crítica. Cayeron las ventas, faltan políticas de apoyo estatal para editores y libreros, se están produciendo millones menos de libros y comenzaron a cerrar varias librerías. La apertura indiscriminada de importaciones tampoco ayuda. Como gremio estamos muy preocupados. Así es sumamente difícil mantener la edición independiente, pero lo hemos hecho durante 47 años y esperamos poder sostenernos. En contextos de grandes crisis ganan más espacio los grupos editoriales multinacionales. Hay que luchar contra eso porque la edición independiente ofrece un material distinto que no se va a encontrar de otro modo: es una herramienta imprescindible para la bibliodiversidad y se constituye en una alternativa al pensamiento hegemónico de las grandes editoriales. En este sentido es necesaria, pero también es una elección, o lo ha sido hasta este momento.

© LA GACETA

PERFIL

Desde 1970, Manuel Pampín es el director de Corregidor, editorial que gestó un catálogo de más de 3.500 títulos que reúne libros de Macedonio Fernández, Osvaldo Soriano, Marco Denevi y Arturo Jauretche, entre muchos otros. Fue editor de la revista Latinoamericana, en la que colaboraron Onetti, Benedetti, Galeano y Roa Bastos.

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