›› Cartas de lectores
08 Mayo 2017

Plus médico

Es de público conocimiento que el “plus” que ronda desde los $ 50 hasta $ 500 lo venimos soportando estoicamente los afiliados al Subsidio de Salud sin tener nada que ver en los arreglos entre la obra social y los prestadores médicos. Esta compulsa entre dos factores perjudica notablemente al aportante y ninguno de los dos, tanto profesionales como obra social, se hace cargo; tiran culpas a diestra y siniestra -que la obra social no paga; y la obra social que ellos sí pagan- convirtiéndose el afiliado de esa forma en la pelotita de ping pong que debe sacar de su bolsillo una adicional más la orden de consulta. Ahora bien, los profesionales tienen sus razones, por cierto muy atendibles, y son trabajadores, al igual que todos, que deben mantener a sus familias con todos los gastos que ello significa; la obra social se creó para beneficio de los laburantes; sin embargo en el desacuerdo entre médicos y obra social el que tiene que sacar dinero del bolsillo es el afiliado. Que la obra social no pague correctamente los honorarios médicos, según aducen los galenos, no es culpa del aportante, por lo tanto no debería hacerse cargo de los litigios entre ellos. El afiliado se encuentra en una desigualdad absoluta, paga un plus que no corresponde por verse en la necesidad imperiosa de la atención médica. Los dos factores, tanto obra social como profesionales a la hora de las explicaciones se sacan las culpas de encima, o dicho en criollo “se sacan la soga del cuello” culpando al otro; que la obra social no paga y la obra social que hay que pedir recibos o denunciar al galeno que incurre en este acto, como si el afiliado fuese agente de contralor o juez. Si somos aportantes de una cuota social y está al día, señores del Subsidio de Salud, sean más responsables de sus actos; no manden al afiliado a hacer de “vigilante o buchón”. El plus es abusivo. Los médicos con ética, que los hay y muchos, no solicitan plus a sus pacientes. Los ávidos no deberían ser prestadores de la obra social. 

Pedro Martínez
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Libertad de Cátedra


La denuncia efectuada por un docente de la Facultad de Derecho de la UNT, de haber sido censurado para que no se debatiera en su cátedra el tema de los “gastos sociales” de la Legislatura, golpeó muy duramente en la conciencia de los docentes de nuestra Casa de Estudios. La decana de nuestra Facultad, Adela Seguí, rechazó estas acusaciones sosteniendo que “en la Facultad hay pluralidad de ideas, escuchándose voces críticas sobre esta cuestión puntual”. Dio su versión sobre los hechos invocados y aseguró que “la denuncia del docente denunciante, así como el descargo que se pedirá a la encargada de la Cátedra, será analizada en su oportunidad por el Consejo Directivo de la Facultad”. Es el camino correcto en el que, sumario de por medio, con todas las reglas y garantías del debido proceso, se asiente la posición de todos los involucrados en este caso y que, luego, el Consejo Directivo, evaluando ese material, dicte la resolución que corresponda, dándola a publicidad. Por mi parte, quiero dejar expresa constancia que, desde hace años, en la Cátedra “B” de Derecho Constitucional de nuestra Facultad, vengo explicando a los estudiantes que cursan esta materia, el drama institucional que padecen los tucumanos con la sanción del “disfraz constitucional” sancionado en el 2006, a impulsos del entonces gobernador y hoy senador nacional José Jorge Alperovich, agravando las consecuencias negativas de la reforma constitucional de 1990, en la que el vicegobernador es, por imperio de esta última reforma, el “dueño” del Poder Legislativo, toda vez que la dieta de los legisladores ya no se establece por ley, sino que se fija su monto por voluntad exclusiva del vicegobernador, quien, además, por los “superpoderes” que le otorga el art. 20 del Reglamento de la Legislatura, puede lograr que decretos de necesidad y urgencia (DNU) dictados por el gobernador, queden convalidados como leyes por el silencio legislativo impuesto por el propio vicegobernador; o que la cuenta de inversión, documento que remite el gobernador anualmente a la Legislatura fundamentando cómo gastó el dinero recaudado de los tucumanos, no se trate en el recinto porque el vicegobernador no convoca a sesionar para tratarla, impidiendo a los legisladores opositores controlar cómo gastó el oficialismo la plata aportada por el pueblo, quedando la misma “aprobada tácitamente” por una inconstitucional reforma que se hizo a la Ley de Administración Financiera. Enseño entonces, que en Tucumán no hay división de poderes sino connivencia de poderes, violatorio del principio republicano de gobierno. Enseño que el alperovichismo quiso “colonizar” al Poder Judicial y que por decreto de Alperovich, se creó inconstitucionalmente un impuesto para toda compra de vehículos 0km fuera de nuestra provincia y luego aquí radicados, para favorecer a las concesionarias de automóviles locales, la mayor de las cuales es propiedad del hoy senador nacional. Jamás recibí censura o advertencia alguna por parte de las autoridades de la Facultad por mis enseñanzas sobre la desvirtuación del régimen republicano y democrático que debemos tener y del que estamos privados por estos desgobiernos corruptos. Entiendo igualmente oportuno que el Consejo Directivo de nuestra Facultad repudie toda intromisión del poder político en la autonomía de nuestra Universidad, como hizo Alperovich cuando luego se eligió rector a Cerisola. Ese ominoso precedente no debe quedar impune. De quienes hoy auspician la liberación de sujetos que hicieron tanto daño a nuestro pueblo.

Luis Iriarte
[email protected]

Jubilados, Manzur y Macri


Dos notas publicadas por LA GACETA en la última semana de abril tienen, a mi entender, similitudes con los problemas que ocurren en el sur tucumano, tras las inundaciones. Alvaro Aurane publicó “La destrucción de lo real” (27/4), artículo en el que desnuda cómo el gobernador Manzur reduce a palabrerías infantiles los graves problemas que tiene Tucumán. Se sabe que desde hace 20 años los sucesivos gobernadores se pasan la pelota a propósito de los pueblos del sur que se inundan. Manzur, en su visita al presidente Macri en Casa Rosada, le promete el oro y el moro. Pero resulta que este gobernador parecía desconocer todas las gestiones realizadas por Macri para Tucumán en Estados Unidos (limón, alcohol de caña, entre otros productos). Como agradecimiento a esa exitosa negociación, el Presidente, en su visita al sur de nuestra provincia, es recibido a pedradas e insultos por determinados personajes que, según lugareños, fueron gente llevada desde la ciudad de Tucumán. Me pregunto si esta forma de “convivencia democrática” fue iniciativa oficial, o una manifestación espontánea de un desconocido grupo de agresores que pudieron -o no- tener el consentimiento implícito o explícito del Gobierno. Lo que más sorprende es que Manzur, desde hace tiempo, reclama llorando que el Gobierno nacional le envíe $ 600 millones que se necesitan para solucionar el problema de las inundaciones. Ahora bien, pasando a la otra publicación, “El último gin tonic del blanco móvil” (28/4) de Federico Türpe, quien cuenta la alegría que sintió al conocer al maestro de periodistas Miguel Angel Bastenier, recientemente fallecido. Recuerda algunos consejos del maestro, que tienen que ver con la nota de su colega Aurane, cuando dice: ”un buen periodista tiene que ser primero honesto, no ser condescendiente y escribir y publicar lo que otros callan”. Aurane, como si le rindiera un homenaje a Bastenier, le pregunta en su columna a Manzur: ¿Por qué el gobierno no tiene $ 600 millones, si ese monto equivale al 1.09% del Presupuesto provincial 2017, que es de $ 55.000 millones? ¿Por qué no tiene ese dinero si, además, la Legislatura derogó los gastos sociales, que significaban $ 600 millones? Estimo que las preguntas no serán respondidas nunca por el gobernador. Los jubilados y pensionados transferidos ya fuimos castigados por este gobierno: tenemos 20.000 abuelos que murieron sin haber visto reconocidos sus derechos.

Carlos Núñez
Paraguay 3.282
San Miguel de Tucumán

Respeto a la constitucion


“Todo está grabado en la memoria” (León Gieco). Asimismo, todo está escrito en la Constitución nacional. Comulguemos con ella y todo lo bueno para el pueblo vendrá por añadidura. El actual Presidente, antes de serlo, dijo: “el salario es un costo”. “El trabajador debe ganar lo mínimo por lo que hace”. Ignoró al artículo 14 bis. Aún así fue votado. Electo presidente por el 51%, manifestó: “deben trabajar sábados y domingos”. ¡Clarísimo! Desconoce el artículo 15. Cruelmente niega el artículo 18, privando de libertad a la señora Milagro Sala. No contento aun, denigra y estigmatiza el pueblo trabajador con: “el Estado fue un aguantadero”. “Basta de la viveza argentina”. ¡Qué tal! ¿cómo andan los “vivos” argentinos por la picardía de ciertos italianos (no todos, por suerte)? Demás está decir que Jesucristo nunca acompañaría esta gestión. Pero, vaya paradoja, el bíblico lector D. Chávez (3/4) en su carta a Macri, finaliza con: “Dios lo bendiga Presidente”. Siga con su cristiano caminar. Por otra parte reconozcamos que Macri vino desde la cuna bendecido por el dios Pluto. En su derrotero triunfal, logró el 2×1 para los genocidas. ¡Estremecedor! Dice el CEO F. Cabrera: “la gestión por los limones es un gol de Macri”. ¡Enhorabuena! Esperemos que los cosecheros de este preciado fruto gocen de mejor calidad de vida. Ahora bien, tengo la leve impresión de que es una devolución de gentilezas de Trump, ante la inmensa compra de armas al mayor fabricante de utensilios para la guerra, por parte de Macri. Con tal de que el gol no sea en contra. Ante esta compra de armas, ¿qué opinarán los amantes de la paz que expresan: “la desidia y el abandono del gobierno de los últimos 12 años son los que han provocado daños”? Que yo sepa, en la década ganada no se compraron armas. Ignoto habitante de mi bello y acogedor país, conocía y sé, por distintos medios informativos, el pensar y accionar del señor Macri. ¿Cómo? ¿No lo conocían intelectuales, religiosos, empresarios, periodistas, políticos que lo frecuentaban y le otorgaron la suma del poder público y hoy se muestran sorprendidos? Como jubilado damnificado por el comportamiento de los CEO gobernantes, vuelvo a la Constitución nacional. Debemos notificarnos qué derechos ampara el artículo 14 bis, en lugar de menoscabar el accionar de los maestros argentinos, con el señor Baradel al frente, asistamos a las clases de dignidad que están dando al mundo de la bicicleta y timba financiera. En este sentido, los señores Palazzo, Yasunary, Baradel y otros sindicalistas no figuran como titulares de los 4.040 cuentas que fugaron divisas a paraísos fiscales. Dicho al pasar, ¿qué cantidad de obras se podían realizar con esos dinerillos? A la gente común como yo le digo: sólo ante Dios, de rodillas. Puestos de pie, pensemos en que la patria es el otro. Al gobierno de los CEO, provocador, deshistoriador, desmemoriado, pido paritarias que superen la inflación, como durante los 12 años del gobierno anterior.

Hugo Vallejo
Manuel Estrada 3.850
San Miguel de Tucumán

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