Abriendo el corazón y la conciencia

Abriendo el corazón y la conciencia

La cantante fueguina interpretará en el Virla piezas de su tercer disco “Al corazón de la tierra”.

BAJO EL SOL TUCUMANO. Casiana Torres lleva el país en su canto. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA.- BAJO EL SOL TUCUMANO. Casiana Torres lleva el país en su canto. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA.-

ACTÚA HOY
• A las 22,
en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265).

La guitarra respira serenamente una zamba. La voz se trepa a un rastro del tiempo: “bosque que se va perdiendo en un legüero lamento, llevando los sueños curtidos de los hacheros, sombra de verde madera latiendo queda en el suelo...” Casiana Torres dibuja en su canto los silencios y los sueños de un hachero que amasa sus ausencias en brotes del Chaco añoso. Una metáfora de la pieza de Zambrano y Cabezas bautiza el tercer disco “Al corazón de la tierra”, que la cantante fueguina presentará este viernes, a las 22, en el Centro Cultural Virla. Será acompañada en la ocasión por la pianista Candelaria Quiñones y por los guitarristas Sergio Zabala, Mauro Caggiano y Martín Castro (dirección musical). Figura emergente del folclore, Torres ha compartido escenarios con Mercedes Sosa, Teresa Parodi y León Gieco, entre otros. Mañana, a las 22, actuará en la Casa de Cultura de Tafí Viejo.

- En tu último disco hacés un recorrido por las diversas regiones del país, abordando diferentes ritmos, ¿fue planeado así o fue producto de la casualidad?

- En el disco, hay obras que fueron apareciendo en estos últimos años y que fueron mostrando ese paisaje federal que mencionas, si queremos llamarlo así. No fue hecho a propósito, pero sí es mi intención, adueñarme, en el más profundo sentido, de nuestro cancionero, por supuesto, fundamentando ese canto, en conocer esos paisajes, no únicamente los lugares físicos, sino los paisajes culturales que cuentan las historias, los oficios trabajos y esfuerzos de los personajes, el canto, la alegría y la vida de ellos... para poder interpretarlos con fundamento. No es lo mismo, el hombre de río que el de montaña, la mujer que trabaja con las manos, que los que trabajan con la fuerza física, o el paisano que pulsa una guitarra y sentencia. Todo eso hace de nuestra cultura una diversidad muy grande y su belleza.

- ¿Cómo elegiste el repertorio?

- El repertorio no lo elijo, lo necesito. Lo necesito para expresar algo que es, ideológicamente un camino de vida, como soy intérprete, necesito a estos maravillosos poetas, para cantar lo que debo cantar, es casi un mandato. No elijo la canción únicamente, delineo un manifiesto, de cosas e historias, que creo, tienen mucho valor, sentires de muchos paisanos nuestros de todo el país, que como artes olvidadas van quedando en el camino, y me comprometo con ellos a través de canto.

- Cada ritmo tiene sus particularidades, ¿cómo trabajaste cada uno?

- Lo trabajé yendo a las regiones, a Cuyo se lo aprende a cantar allí, la tonada es algo muy profundo y melodioso, es un trinar que sólo hacen los pájaros de allá. Lo mismo con el Litoral, el chamamé se puede aprender a cantar si alguna vez viste a los pescadores del río, trabajar, sacar los dones del agua, y cantar a la orilla del río. Lo mismo con la milonga o la zamba, uno aprende a cantar zamba en estos lares y si no, no. Además, Martín Castro es un gran guitarrista, con el que aprendí mucho de la parte rítmica; no hay muchos violeros que sepan tocar todos los ritmos de la Argentina y con autoridad. Eso también hizo que me decidiera a que él dirigiera el disco musicalmente, su bagaje es impresionante y eso fue un gran aporte.

- ¿Qué es lo primero que te atrae de un tema? ¿La melodía o la letra?

- Primero la letra, el mensaje, eso es fundamental, pero a la vez tiene que ser una obra de arte completa, letra y música, en la que no haya medias tintas, que haya mensaje y vuelo musical, así se llega a los corazones.

- ¿Con cuáles autores te sentís más identificada?

- Amo a los autores y a los poetas, admiro su capacidad de abrirnos el alma y la mente, desde esos tres minutos que dura una canción, que a través de la música, va abriendo el corazón y la conciencia. Me identifican los que escriben desde una necesidad y generan belleza, no los que se sientan a escribir buscando un resultado. Me identifican a los que les creo todo: Palorma, el Chivo Valladares, Nella Castro, Yupanqui, Zitarrosa, Pocho Roch, Néstor Soria, Suma Paz, Teresa Parodi, Raúl Carnota, entre otros muchos.

- ¿Cómo es la tierrita artística de tu corazón?

- La tierrita artística de mi corazón es difícil de definir. Creo que allí están mis raíces, mi historia y la de mi pequeño pueblo, Río Grande. Además están mis maestros de arte a lo largo de toda mi vida, la gente que he amado, la que he admirado, los poetas del mundo que he leído, los paisajes que he visto, los niños que he abrazado, las buenas conversaciones que he tenido, el teatro, las personas que me han hecho crecer, el canto, todo lo que anima a ser mejores, a ser.


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