02 Mayo 2017
DIA DEL TRABAJADOR. Miles marcharon contra Temer en San Pablo. REUTERS
BRASILIA, Brasil.- El presidente de Brasil, Michel Temer, expulsó hoy de sus cargos a funcionarios vinculados a diputados aliados que "traicionaron" al gobierno la semana pasada al votar en contra de la reforma laboral, según se informó hoy en el Diario Oficial de la Unión.
Ante la amenaza de una segunda huelga general de dos días hecha por las centrales sindicales ayer en el Día del Trabajador, el presidente Temer busca mantener la fidelidad de sus aliados para aprobar en el Senado la reforma laboral y comenzar las votaciones con el proyecto más complicado en términos de votos, el cambio del sistema jubilatorio.
En el Diario Oficial fueron publicadas tres expulsiones de 30 que ocurrieron en las terceras líneas vinculadas a diputados que le dieron la espalda al gobierno en la media sanción de la reforma laboral que el miércoles pasado votó la Cámara de Diputados.
Temer echó del cargo de director de Finanzas y Administración de las Industrias Nucleares de Brasil (INB) a Marcelo Xavier Fonseca, quien había sido indicado por el diputado Deley, del Partido Laborista Brasileño (PTB).
Un apadrinado por el diputado Ronaldo Fonseca, del partido Pros (Partido Republicano de Orden Social), fue echado del cargo de director general del Archivo Nacional del Ministerio de Justicia y lo mismo ocurrió con Luiz Fernando Martins, expulsado de la Delegación Federal de Desarrollo Agrario del estado de Rondonia y ahijado político del legislador Expedito Neto, del Partido Social Demócrata (PSD).
Los diputados Deley, Fonseca y Expedito Neto votaron contra la reforma laboral, cuya media sanción se logró por 296 votos a 177.El gobierno de Temer ajusta las cuentas de fidelidad de su base aliada para la votación de la reforma jubilatoria que está en comisión y esta semana podrá ser elevada al pleno de Diputados: allí necesita al menos 308 votos debido a que se realiza mediante enmienda constitucional y no requiere apenas de mayoría simple.
El presidente tomó la decisión de castigar a los 'infieles', según Folha de Sao Paulo, luego de la huelga general que paralizó el país el viernes pasado, la primera en 21 años, y la amenaza de que habrá otros paros de 48 horas antes de la votación de la reforma jubilatoria y una marcha para "ocupar Brasilia" frente al Congreso y presionar a los legisladores.
Temer mantuvo una reunión anoche en Brasilia con parlamentarios y ministros aliados con los cuales decidió mantener contactos y enviar material didáctico sobre las reformas a obispos de la Iglesia Católica y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) que se pronunciaron críticamente sobre esos proyectos.
Leer más: Sólo el 4% aprueba la gestión de Temer en Brasil
El 71% de los brasileños está en contra de la reforma laboral que impulsa el gobierno, según una encuesta de Datafolha publicada ayer.
El gobierno ha lanzado una campaña publicitaria sobre la reforma laboral, que fue defendida por Temer en su discurso -vía youtube- del Dìa del Trabajador.
Según el gobierno, la flexibilización de las leyes de 1943 permitirá generar empleos frente a una tasa de desocupación del 13,7% en el primer trimestre del año, que involucra a más de 14 millones de personas, considerada récord desde que la metodología fue aplicada en 2012. (Télam)
Ante la amenaza de una segunda huelga general de dos días hecha por las centrales sindicales ayer en el Día del Trabajador, el presidente Temer busca mantener la fidelidad de sus aliados para aprobar en el Senado la reforma laboral y comenzar las votaciones con el proyecto más complicado en términos de votos, el cambio del sistema jubilatorio.
En el Diario Oficial fueron publicadas tres expulsiones de 30 que ocurrieron en las terceras líneas vinculadas a diputados que le dieron la espalda al gobierno en la media sanción de la reforma laboral que el miércoles pasado votó la Cámara de Diputados.
Temer echó del cargo de director de Finanzas y Administración de las Industrias Nucleares de Brasil (INB) a Marcelo Xavier Fonseca, quien había sido indicado por el diputado Deley, del Partido Laborista Brasileño (PTB).
Un apadrinado por el diputado Ronaldo Fonseca, del partido Pros (Partido Republicano de Orden Social), fue echado del cargo de director general del Archivo Nacional del Ministerio de Justicia y lo mismo ocurrió con Luiz Fernando Martins, expulsado de la Delegación Federal de Desarrollo Agrario del estado de Rondonia y ahijado político del legislador Expedito Neto, del Partido Social Demócrata (PSD).
Los diputados Deley, Fonseca y Expedito Neto votaron contra la reforma laboral, cuya media sanción se logró por 296 votos a 177.El gobierno de Temer ajusta las cuentas de fidelidad de su base aliada para la votación de la reforma jubilatoria que está en comisión y esta semana podrá ser elevada al pleno de Diputados: allí necesita al menos 308 votos debido a que se realiza mediante enmienda constitucional y no requiere apenas de mayoría simple.
El presidente tomó la decisión de castigar a los 'infieles', según Folha de Sao Paulo, luego de la huelga general que paralizó el país el viernes pasado, la primera en 21 años, y la amenaza de que habrá otros paros de 48 horas antes de la votación de la reforma jubilatoria y una marcha para "ocupar Brasilia" frente al Congreso y presionar a los legisladores.
Temer mantuvo una reunión anoche en Brasilia con parlamentarios y ministros aliados con los cuales decidió mantener contactos y enviar material didáctico sobre las reformas a obispos de la Iglesia Católica y de la Orden de Abogados de Brasil (OAB) que se pronunciaron críticamente sobre esos proyectos.
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El 71% de los brasileños está en contra de la reforma laboral que impulsa el gobierno, según una encuesta de Datafolha publicada ayer.
El gobierno ha lanzado una campaña publicitaria sobre la reforma laboral, que fue defendida por Temer en su discurso -vía youtube- del Dìa del Trabajador.
Según el gobierno, la flexibilización de las leyes de 1943 permitirá generar empleos frente a una tasa de desocupación del 13,7% en el primer trimestre del año, que involucra a más de 14 millones de personas, considerada récord desde que la metodología fue aplicada en 2012. (Télam)
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