Regreso a la compleja realidad económica

Regreso a la compleja realidad económica

La comunidad internacional elogia los cambios macroeconómicos que impulsa Mauricio Macri desde su llegada al poder en diciembre de 2015, pero los argentinos aún no palpan resultados concretos.

EN LA CASA BLANCA. El matrimonio argentino Juliana y Mauricio Macri aparece junto al presidente Donald Trump y a su esposa, Melanie, en el Salón Oval, durante la reunión privada concedida en Washington. Reuters. EN LA CASA BLANCA. El matrimonio argentino Juliana y Mauricio Macri aparece junto al presidente Donald Trump y a su esposa, Melanie, en el Salón Oval, durante la reunión privada concedida en Washington. Reuters.
30 Abril 2017

CECILIA CAMINOS / AGENCIA DPA

BUENOS AIRES.- Los abiertos elogios que Donald Trump le dedicó a Mauricio Macri ayudaron a que el presidente regrese a la Argentina fortalecido para enfrentarse a una compleja realidad económica, tironeada además por los tiempos electorales.

“Lo más importante es que en el mundo todos nos están felicitando por lo que pasa en Argentina, por lo que hemos hecho, y porque quieren que nos vaya bien: queremos que les vaya bien, nos dicen”, resumió Macri a la hora de evaluar su viaje a Washington.

La situación interna del país tiene, sin embargo, otro termómetro y se distancia de la exitosa política exterior del empresario de centroderecha y ex presidente del club de fútbol Boca Juniors, uno de los puntos más altos de sus casi 17 meses de gestión.

Luego de varios años de alineación con el eje bolivariano, Rusia y China durante los gobiernos de los peronistas Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa y sucesora Cristina Fernández (2007-2015), Macri abrió el escenario internacional y ya mantuvo encuentros con los líderes políticos de Alemania, Canadá, Suiza, Francia, Italia, España, Rusia yChina. En los próximos dos meses visitará China y Japón y recibirá a la canciller alemana, Angela Merkel.

La comunidad internacional elogia los cambios macroeconómicos que impulsa Macri desde su llegada al poder en diciembre de 2015, pero los argentinos aún no palpan resultados concretos.

“La situación es mixta, porque combina una recuperación que se mantiene pero es heterogénea entre sectores al combinar una industria que todavía no empuja, el consumo que todavía no levanta pero tenés otros que están traccionando: la construcción, algún bloque industrial, el agro”, señala a dpa el economista jefe de la consultora Management & Fit, Matías Carugati.

En febrero, la actividad económica se contrajo un 2,2% y la producción industrial volvió a caer en marzo para sumar 14 meses en retroceso.

La inflación subió en marzo un 2,4%, acumuló un 6,3% en el primer trimestre y cerraría el año en al menos un 21% o 22%, lejos del 40% de 2016 pero también del techo de 17% que había fijado el Gobierno para todo 2017.

El déficit fiscal sigue en niveles altos, también son elevadas las tasas de interés y el peso está sobrevaluado frente al dólar.

Carugati evaluó que “si el peso se sigue apreciando, ayuda por un lado a contener la inflación y a aumentar el salario en dólares”. “Pero por cierto lado complica la competitividad de la economía, aunque siempre hay que pasarlo por el filtro de que la economía argentina sigue siendo relativamente cerrada”, sostuvo.

Relativa confianza

Entre los analistas reina, sin embargo, cierta confianza. “La situación está mejorando y creemos que va a seguir mejorando pero todavía no es una mejora tan significativa”, señaló Carugati.

El economista Mario Blejer, ex presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA, emisor), afirmó que la “Argentina atraviesa un proceso largo y complicado y hay que corregir una serie de distorsiones que quedaron del Gobierno anterior que crean tensiones y frean la inversión”. “Sin inversión no se puede creer de forma sostenida”, alertó Blejer, que afirmó que “hay un proceso de recuperación, pero lento”.

El impacto del contexto económico en el respaldo popular preocupa al Gobierno, a seis meses de las elecciones legislativas de medio término que en buena medida podrían determinar las posibilidades de Macri de aspirar en 2019 a una reelección.

El oficialismo, que hoy no cuenta con mayorías propias en ninguna de las dos cámaras del Congreso, se medirá con un peronismo en transición, en el que aún no está definida la influencia que tendrá Fernández de Kirchner, que evalúa su futuro político mientras enfrenta varias causas judiciales por corrupción.

“Lo que estamos viendo en nuestras encuestas es que algo se recuperó la imagen de Macri y la valoración que tiene la gente de la gestión, pero todavía hay cierto pesimismo sobre el futuro de la economía a corto plazo”, señaló el economista de Management & Fit.

Carugati subrayó que “esto está relacionado con los sectores que más siente la gente”. “El empleo, el comercio y el poder adquisitivo no se han recuperado con fuerza. La recuperación aún no llegó a las grandes ciudades y está más focalizada en el interior del país, en zonas puntuales”. Las negociaciones salariales en curso, que en promedio cerrarían el año en torno a un 25%, permitirían que los sueldos superen en unos pocos puntos la inflación y esto le daría cierto aire frente a la inflación.

“No estamos viendo que la economía vaya a volar de acá a octubre. La economía va a andar relativamente bien pero no como en 2007 y 2011”, señaló.

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