“En la Argentina hay una guerra de relatos”

“En la Argentina hay una guerra de relatos”

El economista analiza los mensajes que instalan los gobiernos y el efecto que tienen sobre la economía; además, proyecta el escenario que viene en un año electoral.

PROYECCIÓN. Tombolini afirmó que, a partir de junio, el consumo masivo puede reactivarse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.- PROYECCIÓN. Tombolini afirmó que, a partir de junio, el consumo masivo puede reactivarse. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI.-
30 Abril 2017
Los relatos son mitos, muy necesarios para los gobiernos. El problema surge cuando los relatos se sostienen sólo sobre la base de la llamada falacia ad hominem, es decir la crítica al que dice y no a lo que se dice. El economista, Matías Tombolini, quien se trabaja como panelista en el programa televisivo “Animales Sueltos”, que se emite por América, sostiene que la Argentina es un país en el cual se critica a quien esgrime un argumento, pero sin discutir el argumento.

“Los relatos son mitos de segundo orden que validan mitos de primer orden. Hay un mito ordenador de la sociedad que es el contrato social. Todos creemos en la ficción de la Constitución Nacional, que existe en nuestra imaginación. Luego hay un mito de segundo orden que es el proyecto político de quien gobierna. Pero también hay mitos de tercer orden que convalidan el proyecto político. Esos mitos se conocen como relatos”, afirma el especialista, quien visitó Tucumán para presentar su último libro “Economatrix”. El economista también disertó en el encuentro “Perspectivas Económicas y Financieras de la Argentina”, que organizó la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT, para celebrar su 70° aniversario.

Durante una charla con DINERO, Tombolini analizó la relación entre los relatos y la economía. Además, avizoró el escenario que se viene para la actividad económica, en un año de elecciones, en el cual el Gobierno intenta corregir variables negativas, como la inflación y la caída del consumo.

-¿Cómo funcionan los relatos que provienen de la política?

En este momento, en la Argentina hay una guerra de relatos. En la campaña electoral, antes de ganar las elecciones, el Gobierno actual prometió a unir a los argentinos, combatir la pobreza y el narcotráfico. Estos relatos, o mitos, se han esfumado. Y la Argentina sigue siendo un país que apuesta a la división. Tanto el Gobierno como la oposición eligen profundizar la grieta. Entonces, todos nos vemos obligados a elegir uno de los dos relatos que imperan. Ya no interesa si el relato es verdad o es mentira. Lo que importa es que sea verosímil.

-Y en la economía, ¿cuáles son los relatos, o mitos, más instalados?

Son muchos. En término de inversiones, parte del relato que se instaló es que los únicos instrumentos de ahorro son el plazo fijo y el dólar. Son mitos que, en los últimos años, cayeron. Los ahorristas compramos estos mitos convencidos por los bancos, cuando hay alternativas, como los fondos comunes de inversión en renta fija, que otorgan un mejor rendimiento a los ahorros. Otro mito que se instaló es que los inversores son personas ricas. Es un mito que existe en la Argentina porque, en el pasado, se guardaban los ahorros en una lata. Pero hay opciones para los pequeños ahorristas que permiten revalorizar los ahorros.

-¿Por qué las inversiones bursátiles también se asocian a las personas ricas?

Revertir esto es el gran desafío de las instituciones financieras de la Argentina, para reconducir los ahorros hacia opciones más rentables como las inversiones en el mercado bursátil. Hay un punto intermedio, que son los fondos comunes de inversión, que permiten al ahorrista jugar en el club de los grandes, sin necesidad de tener demasiado dinero. Los países desarrollados ordenan los ahorros de los asalariados, con herramientas que permiten postergar consumos presentes para concretarlos en el futuro.

-¿Por qué en los últimos años, en la Argentina, todos hablan de economía?

A medida que la sociedad avanza y amplía su demanda de bienes y de servicios, la economía estará más de moda. Esto sucede en todos los países desarrollados. Pero en la Argentina pasa algo curioso. Si en Nueva York, le preguntamos a un operador bursátil cuál es nivel de reservas del Tesoro norteamericano o cuál es el riesgo país de Estados Unidos, no sabrá que contestar. Ahora bien: en la Argentina, si hablamos con un taxista, o con cualquier persona en la calle, todos opinan sobre el nivel de reservas del Banco Central o sobre el riesgo país. Pero a la hora de ahorrar, los argentinos creemos en los mitos: el plazo fijo o el dólar.

-¿Cuánto pesa la economía en un año de elecciones?

El Gobierno busca que pese poco porque, hasta ahora, tiene pocos resultados positivos para mostrar. Para tener una plataforma electoral razonable, la inflación debería estar, a partir de julio, no más allá del 1% mensual. El Gobierno paga un elevado costo para alcanzar este objetivo, ya que mantiene elevada la tasa de interés. En el corto plazo, puede costarle caro al Gobierno, pero en el mediano plazo la inflación bajará. En abril, los precios cerrarán en 2%, con lo cual en mayo quedarán en torno al 1,5%. Por lo tanto, en junio, julio y agosto, la inflación tendría que estar entre 0,9% y 1,2%.

-¿El consumo masivo puede reactivarse en el corto plazo?

Hay que esperar el impacto de las paritarias. A partir de mayo, los salarios tomarán un poco de aire, con lo cual el consumo puede moverse desde junio. Esto lubricará el sistema de consumo. Hay que sumarle la marcha de la obra pública. Los puestos de trabajo que surjan de allí volcarán sus ingresos al consumo. Para el segundo semestre puede haber mejores noticias.

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