Cerebro, corazón y psicología de la mujer

Cerebro, corazón y psicología de la mujer

El autor cae en la tentación de una interpretación biologicista

ETAPAS. Los primeros capítulos informan de manera didáctica y precisa sobre las particularidades del funcionamiento del cerebro, las hormonas y el corazón de la mujer a lo largo de su vida.   ETAPAS. Los primeros capítulos informan de manera didáctica y precisa sobre las particularidades del funcionamiento del cerebro, las hormonas y el corazón de la mujer a lo largo de su vida.
30 Abril 2017

DIVULGACIÓN

ELLAS

DANIEL LÓPEZ ROSETTI

(Editorial Planeta- Buenos Aires) 

Es el título del libro de Daniel López Rosetti, especialista en Clínica Médica, Cardiólogo universitario y presidente de la Sociedad Argentina de medicina del Estress (SAMES). Como deja entrever la secuencia de las palabras en el subtítulo (”Cerebro, corazón y psicología de la mujer”), el cerebro y el corazón comandan o acompañan una psicología de la mujer.

Los primeros capítulos informan de manera muy didáctica y precisa sobre las particularidades del funcionamiento del cerebro, las hormonas y el corazón de la mujer a lo largo de las etapas de su existencia (adolescencia, juventud, embarazo, climaterio y menopausia). Se detiene, sin abrumar al lector, en la complejidad de los intercambios químicos, neuronales y hormonales implicados en cada movimiento de vida femenina; transmite conocimientos médicos de manera accesible.

No obstante, aunque se explaye con rigurosidad científica sobre las debilidades y fortalezas de los órganos y sistemas del cuerpo femenino, formule consejos precisos sobre las enfermedades cardíacas en las mujeres y sobre el riesgo que conlleva ignorarlas, el libro no tiene por fin la fisiología. La explicación biológica es sólo la plataforma que conduce a otros y más peliagudos temas como ser el modo en que la mujer desea, vive sus sentimientos, experimenta el amor y la sexualidad. El esquema del libro se expande y se torna algo equívoco, ya no es tan claro qué se busca, si esbozar una psicología de la mujer, dar una explicación de las desigualdades sufridas por el género a lo largo del tiempo, mostrarse comprensivo con Ellas (como les llama a lo largo del libro) o, incluso, señalar las cualidades diferentes y superiores de las mujeres.

Generalización

El autor insiste en que la singularidad de la mujer no puede limitarse a una razón de la biología, pero es vehemente en sus afirmaciones como para que uno no dude de que, en verdad, ése es su punto de vista. Dice: “La neurociencia no minimiza ni relativiza la poesía ni el arte. Hace un intento por explicarlos. Para analizar el tema del amor, veamos primeramente de qué se trata desde la óptica de la biología, para después comentar sus fundamentos psicológicos y emocionales.” La tentación a la que sucumbe, sostenido en lo que él sitúa como neurociencia, es la de dar un salto no del todo fundamentado desde una descripción del cuerpo biológico a otra que incluye el deseo y el sentir femeninos. Se instala, a pesar de las salvedades y los ejemplos particulares, una suerte de generalización: tal cerebro, tal corazón y tales hormonas dan por resultado un modo de ser, de amar y de gozar propio de las mujeres. Pero las cosas no son tan simples, y los capítulos sobre sexualidad lo evidencian. Por ejemplo, el autor presenta una singularísima enumeración y tipificación de las fantasías femeninas más frecuentes, basándose, afirma, en cuestionarios, entrevistas, consultas médicas o por internet. No sé si las mujeres reconocerán ese orden pero se puede sospechar que éste revela más bien lo que un varón quisiera que una mujer fantasee y no lo que tal vez suceda. Vale decir, el campo es complejo y lleno de aristas, esa continuidad entre la “óptica de la biología” y “el amor” no es tan continua y requiere la mediación de una teoría consistente. Al sortear justamente lo que tendría que explicar, se produce inevitablemente un deslizamiento sutil hacia la opinión moral en estos temas: qué sería lo normal, lo esperable, cuál la fantasía adecuada, en fin. Es como si el narrador quisiera tranquilizar a todos frente a lo inquietante del dominio en el que se sumerge.

Pero el libro en realidad no busca promover estas disquisiciones, no apunta al debate sino al consentimiento y la simpatía de un cierto público; en ese sentido es un correcto libro de divulgación. Va desarrollando tópicos con miras a un cierto tipo de lector o lectora: los mitos antiguos y la mujer; las particularidades del cerebro femenino; la revolución hormonal, el amor, la maternidad, la menopausia; las enfermedades del corazón y las ilustraciones clínicas; una breve historia de la sexualidad que ubica los períodos de libertad sexual para la mujer así como los de represión; finalmente el orgasmo desde una perspectiva científico-cultural, marcando las diferencias para ambos sexos.

Simplificación

Como propuesta, la lectura del libro puede entretener y orientar a mujeres y varones en algunos temas, pero la amplitud de expectativas y la simplificación a la que obliga el corto espacio del texto genera más de un extravío.

En cuanto a la edición de este trabajo de López Rosetti, sorprende que uno de los prólogos, escrito por Facundo Manes, (el otro es de Gabriel Rolón), vaya acompañado con un currículum vitae - casi tan extenso como el prólogo mismo - del mediático neurólogo.

© LA GACETA

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Ofelia Wyngaard

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